jueves, 29 de noviembre de 2012

Frases para meditar

Circulan por la red cantidad de presentaciones con temáticas muy variadas, y, aunque la mayoría son bastante intrascendentes, hay algunas que merecen un poco más de atención. 

Esta es una de las fuentes que utilizo para el material que va saliendo semanalmente en el blog. 

El texto de esta semana es una sencilla recopilación de frases que me han hecho pensar un poco más de la cuenta y me han parecido interesantes para compartir, pues reflejan un grado de madurez muy necesario para afrontar la vida que llevamos.

Así que propongo dedicar cinco minutos a leer despacio estas frases y comparar su contenido con nuestra realidad. ¡Y sacar las consecuencias oportunas!

A mí hay dos frases que me llaman la atención y que me motivan en mi actuar: la de la grandeza de las personas y la del paraguas. ¿Os animáis a pensar cuáles serían las vuestras?
 
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Frases para meditar

* La verdadera grandeza consiste en hacer que todos se sientan grandes. 

* He aprendido que estar con aquello que me gusta es suficiente.

* El tiempo es un gran maestro que arregla muchas cosas.

* La vida es fascinante, sólo hay que mirarla a través de las gafas correctas. 

* Cuando llueve comparto mi paraguas. Y si no tengo paraguas comparto la lluvia.

* El mundo está lleno de pequeñas alegrías;el arte consiste en saber distinguirlas.

* Para mí, cada hora del día y la noche es un indescriptible y perfecto milagro.

* Si quieres hallar en cualquier lado amistad, dulzura y poesía, llévalas contigo y apórtalas.

* Lo que se necesita para conseguir la felicidad no es una vida cómoda sino un corazón enamorado. 

* El perdón no cambia el pasado pero sí el futuro.

* La recompensa de una buena acción es haberla hecho.

* La belleza complace los ojos; la dulzura encadena el alma.

* Quien conversa con un rostro amable, llena de alegrías los corazones de los demás.

* Tan sencilla es la verdadera felicidad, que la mayor parte de las gentes no reparan en ella.

* Los defectos son muchos cuando el amor es poco.

* Cada vez que ríes, añades un par de días a tu vida. 


La Historia de la Semana

domingo, 25 de noviembre de 2012

Virtuality II

Esta semana comparto un poco de música relajante de la que los americanos denominan 'elevator music', algo así como música de ascensor, o lo que simplemente denominamos música ambiental.

Es un tipo de música que me resulta muy agradable de escuchar sobre todo cuando camino o paseo tranquilamente de vuelta a casa.

El autor es David Caballero, Ingeniero de Montes de profesión, que compone él solo en el estudio que aparece en la foto. El tema se titula Virtuality II, y está sacado de su álbum Ethereality.

Es conocido en el mundillo musical con el nombre de Gnomusy, el gnomo de la música, y alguna de sus composiciones ya han aparecido en el blog: Dolmen Ridge y Ballerina, también muy buenas para mi gusto.

El video que acompaña es un poco soso, pero lo más importante es la música. ¡Espero que la disfrutéis!




La Historia de la Semana

viernes, 23 de noviembre de 2012

Visita a Tierra Santa - y 4

El Tesoro
Día 31 de octubre. Nos espera una jornada muy interesante con una visita a un famoso lugar: Petra, ciudad esculpida en la montaña y conocida a través de numerosas películas y documentales. 

Y lo primero que hay que decir es que realmente impresiona encontrar una ciudad excavada en la roca en medio del desierto, donde menos se espera.


El Desfiladero
El principal acceso a la ciudad es a través de un estrecho desfiladero que la convierte en un lugar fácilmente defendible del acoso de los enemigos, y tal vez por ello fue elegida por el pueblo de los nabateos para hacerla su capital, ya en el siglo II a.C.  

Los nabateos comenzaron siendo un pueblo nómada, pero rápidamente supieron controlar las rutas comerciales entre Arabia y Siria y tuvieron una gran importancia, aunque con la expansión del imperio romano se fue perdiendo su influencia.

Vista general
Llama poderosamente la atención cómo supieron utilizar el terreno para aprovechar el agua de la lluvia mediante canales en las montañas y grandes cisternas, con las que abastecían a la población, haciendo posible que el lugar fuera una buen refugio para las caravanas comerciales de la época, lo que supuso una gran riqueza económica, alcanzando su máximo esplendor en el siglo I d.C. 
Su decadencia comienza cuando los romanos construyen nuevas vías para el intercambio comercial.
 
Interior de una casa
Tumba funeraria
La ciudad de Petra es mundialmente famosa por las edificaciones construidas aprovechando que la roca de las montañas es fácilmente trabajable, con grandes edificios y monumentos funerarios, aunque también hay muchas ruinas de la época romana y bizantina. 
Vista general de Petra

Antes de ser cristianizados representaban a sus dioses con figuras geométricas (cubos, esferas,...) hechas en piedra, y para dar culto a los muertos construían al lado de la tumba una especie de sala de visitas (vamos, como los tanatorios actuales).

A partir del siglo VIII, con la expansión árabe unida a un terremoto que asoló la zona y la desintegración de la piedra caliza de los edificios, fue considerada ciudad maldita y poco a poco se abandonó, quedando totalmente olvidada hasta su redescubrimiento en el siglo XIX. 

Plaza Ovalada, Jerash
Templo de Artemisa, Jerash
Los habitantes actuales son beduinos, que se dedican a la venta de artesanía y transportar a los turistas en caballos, asnos, camellos,... 

Nos hubiera gustado permanecer más tiempo en Petra para recorrer sus monumentos, pero nuevas visitas nos aguardaban.

Calle columnada
Día 1 de noviembre. Nos espera otra gran sorpresa histórica: la ciudad de Jerash o Gerasa. Pero antes, aprovechando que el hotel se encuentra al lado del Mar Muerto hacemos una pequeña travesura: bañarnos en sus aguas a las 7:30 de la mañana.

Aunque es tan temprano, el agua está templada y el clima es agradable ¡estamos a 400 metros bajo el nivel del mar! La experiencia de flotar sobre el agua sin esfuerzo es muy curiosa y agradable, y de buena gana habríamos seguido allí.

Fuente de Moisés
Calle de Jerash
Visitamos la Fuente de Moisés, donde, según cuenta la tradición, Moisés hizo brotar agua de la roca con su bastón para dar de beber al pueblo en su travesía del desierto. Lo cierto es que el agua sale de la roca desde tiempo inmemorial, y a su alrededor creció la ciudad de Wadi Musa.

Jerash es una ciudad localizada al norte de Jordania donde se han encontrado restos arqueológicos del período neolítico, aunque lo más relevante hoy día son las ruinas grecorromanas. Alcanzó su máximo esplendor alrededor del siglo III, y destaca sobre todo el Arco de Adriano, en honor del emperador romano, y el teatro, con una acústica muy buena.
Teatro de Jerash

Para darse cuenta de su importancia, basta decir que durante el imperio bizantino (entre los siglos IV al VIII) llegó a tener más de diez iglesias. 

Su decadencia comenzó, como en otros lugares de esta zona, con la conquista árabe en el siglo VIII, lo que unido a un fuerte terremoto por esa época hizo que se abandonase la ciudad, quedando en el olvido y enterrada por la arena. Se iniciaron las excavaciones arqueológicas para sacarla a la luz ya en el siglo XX.

Aunque sólo se ha excavado una pequeña parte, son tantas las cosas que han descubierto que ya han paralizado las investigaciones. Realmente con lo que está a la vista ya se hace uno a la idea de la magnificencia que tuvo en su momento.

En Israel
En Israel
Una de las cosas que más sorprende en general de Israel y Jordania es la diversidad cultural, social y religiosa. Son sociedades con hábitos tan distintos que cada cual tiene que realzar sus costumbres para afirmar su identidad frente al otro y no desvanecerse. 

En Jordania
En Jordania
Incluso entre las confesiones cristianas que compartimos la misma fe (católicos, ortodoxos, coptos, armenios y etíopes), se guardan las distancias y se defiende el terreno propio. Se cumple lo que decimos de 'juntos pero no revueltos'. En este sentido, los católicos, en un gesto de acercamiento y hermandad, celebran la Semana Santa en Jerusalén junto con los ortodoxos en la fecha que éstos marcan. Y uno recuerda lo que nos dijo el francisco resumiendo su experiencia en Tierra Santa: 'hace mucho más el amor que la espada'.

Concluimos el día regresando a Jerusalén para la cena de despedida ya que esta misma noche tenemos que estar en el aeropuerto.

Día 2 de noviembre. Después de pasar los exhaustivos controles aeroportuarios habituales nos disponemos a embarcar a eso de las 3 de la mañana. Estamos cansados y agotados, pero contentos y con la impresión de que el viaje ha sido fugaz y necesitamos más días para conocer y comprender mejor el país.

Y tras echar una buena cabezada en el avión retornamos a Madrid, nuestro punto de partida.  Momento de despedidas y abrazos, y con un enorme deseo de compartir nuestras vivencias y experiencias y poder participar todos juntos en el próximo viaje que se organice... ¡¡Hasta la próxima amigos!!

Arco de Adriano, Jerash
 (Visita a Tierra Santa - 3)                                          (Visita a Tierra Santa - 1)

La Historia de la Semana

jueves, 22 de noviembre de 2012

Visita a Tierra Santa - 3

Iglesia de la Agonía
Día 29 de octubre. Nos espera otra jornada muy interesante visitando santuarios en Jerusalén. Hay que reconocer que Jerusalén tiene algo especial que la hace una ciudad única y apreciada por las tres religiones monoteístas (cristianos, judíos y musulmanes). Y ha sido objeto de numerosas guerras y litigios: está documentado que a lo largo de la historia ha sido destruida 17 veces y otras tantas reconstruida.

Huerto de los Olivos
Comenzamos la mañana dirigiéndonos a Getsemaní para celebrar la Eucaristía en la Iglesia de la Agonía o Basílica de las Naciones, momento muy emotivo espiritualmente pues el altar se encuentra situado enfrente de la roca donde se conmemora que Cristo oró la última noche antes de su arresto. 

Al lado está el Huerto de los Olivos, con un cuidado jardín en recuerdo de los acontecimientos que allí tuvieron lugar.

Puerta Dorada
Desde aquí se aprecia la Puerta Dorada, en la muralla de la Ciudad Vieja de Jerusalén. Según la tradición judía, el Mesías entrará a Jerusalén por ella, y por esta razón Solimán en el siglo XVI ordenó tapiarla y poner un cementerio musulmán enfrente, terreno impuro para los judíos, de manera que no se atreviera a entrar por allí.

Altar y roca
Con la emoción del lugar nos dirigimos a Betfagé, donde tradicionalmente se inicia la procesión del Domingo de Ramos para recordar la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Llama la atención que se trata de una sencilla iglesia en medio de un barrio musulmán atendida por un solo franciscano.

Iglesia de Betfagé
Capilla de la Ascensión
El lugar donde se conmemora la Ascensión de Jesús a los Cielos está señalado por una capilla, Capilla de la Ascensión, que ha sufrido numerosas reconstrucciones. El terreno es propiedad musulmana y está encomendado a una familia que cobra por entrar a verlo, en recuerdo de los impuestos que pagaban los cristianos en la época de Saladino para visitar los Santos Lugares.

Iglesia de la Asunción
Después llegamos a la Gruta del Prendimiento, donde se conservan pinturas de la época de las cruzadas, y a la iglesia de la Asunción de María, dirigida por los ortodoxos griegos. Fue reconstruida por los cruzados en el siglo XII y se venera en la cripta interior una tumba atribuida a María, desde donde ascendió al cielo.   

Iglesia del Pater Noster
Cerca se encuentra la iglesia del Pater Noster, levantada sobre una gruta donde Jesús enseñó el Padrenuestro a los discípulos. Se quiso levantar una nueva iglesia pero los cimientos afectaron a la gruta y quedó inconclusa.

Desde allí nos dirigimos al lugar conocido como Dominus Flevit, el lugar donde Cristo lloró por Jerusalén, donde se han encontrado restos de tumbas cristianas de los primeros siglos, lo que avala su importancia.

Cementerio judío
A lo largo del recorrido pasamos al lado del cementerio judío más importante, desde donde se divisa el Templo de Jerusalén, y cuyas tumbas están orientadas hacia el mismo, para estar más cerca del templo el día de la resurrección. Sobre las tumbas se depositan piedras, ya que son más duraderas que las flores.

Cementerio
Cruz de Jerusalén
Por la tarde de este día accedemos a la Ciudad Vieja por la Puerta de las Ovejas, para visitar la piscina de Bethesda, donde se lavaban las ovejas antes del sacrificio y donde Cristo curó a un paralítico. También se conoce como Puerta de San Esteban, pues según la tradición fue lapidado cerca.

Tras la visita al Pretorio, cuyos restos se encuentran dentro del convento de las Hermanas de Sión, iniciamos el Via Crucis por las calles siguiendo las estaciones marcadas en la Vía Dolorosa, para acceder finalmente a la Basílica del Santo Sepulcro. Una buena descripción del mismo se puede ver aquí

Via Crucis
Via Dolorosa
Recorrer las calles de Jerusalén rezando el Via Crucis entre las tiendas árabes y visitar el Santo Sepulcro es una experiencia única para cada cristiano. Se queda uno con ganas de repetir y poder dedicar más tiempo a este momento especial.

Y terminamos el día visitando la Custodia de Tierra Santa, encomendada a los franciscanos desde el siglo XIII, quienes han realizado y realizan una labor impagable para mantener vivos y abiertos al culto los Santos Lugares. Nos atendió el Vicecustodio, P. Artemio Vitores, quien nos explicó de primera mano las dificultades que han atravesado y atraviesan actualmente. 

Día 30 de octubre. Otra jornada intensa nos espera. La primera visita es al Muro de las Lamentaciones, donde tenemos ocasión de  orar y depositar nuestras peticiones en las ranuras de las piedras, como es la costumbre. Después nos dirigimos a Betania, al santuario donde se recuerda la resurrección de Lázaro y la casa de Marta y María. 

Muro de las Lamentaciones
Basílica de Betania
Betania está al lado de Jerusalén pero separada por el tristemente famoso muro. Como la población es musulmana los judíos no están en ella, pero tampoco la han transferido a los palestinos como Belén o Jericó, resultando una ciudad sin autoridades: no hay ayuntamiento ni policía, bomberos, ... pero externamente no hay problema, salvo el aspecto de la limpieza pública.

Cruz en el Monte Nebo
Y damos un buen salto para pasar a Jordania, a través de un paso fronterizo lleno de controles, y llegar al Monte Nebo, desde donde Moisés divisó la tierra prometida y murió antes de entrar en ella. 

En la cima del monte hay un santuario llevado por los franciscanos donde se han encontrado mosaicos de iglesias de la época bizantina. La cruz que preside el santuario es una alegoría de las serpientes que atacaron al pueblo de Israel en el desierto y la solución que Dios dió a Moisés.

En esta zona de Jordania, que es mayormente un desierto, se han encontrado restos de numerosas iglesias bizantinas repartidas por el mismo, pero para evitar su deterioro y facilitar su conservación se vuelven a enterrar y se señala el lugar. 

Esto da una idea de que toda esta zona también se consideró Tierra Santa y lugar de peregrinación de la cristiandad durante muchos siglos.

Vista del desierto desde el Monte Nebo
Terminada la visita, tomamos una autopista sumamente transitada para dirigirnos a nuestro próximo destino, Wadi Musa, que sigue la senda de las antiguas caravanas de camellos que recorrían la ruta de la seda intercambiando mercancías y que hoy día la recorren enormes camiones cargados de todo tipo de productos. Además es utilizada por los peregrinos árabes para ir de Palestina a La Meca, y por los peregrinos cristianos para ir de zonas de Egipto a Jerusalén, lo que da una sensación de enorme movimiento, donde los antiguos oasis donde paraban las caravanas se han convertido en zonas de reposo y recreo de la autopisa (aunque nada que ver con las de Europa).

Grupo de la Parroquia San José en el Santo Sepulcro
(Visita a Tierra Santa - 2)                         (Visita a Tierra Santa - y 4)

La Historia de la Semana

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Visita a Tierra Santa - 2

Nacimiento del río Jordan
Día 26 de octubre. Iniciamos la jornada visitando Cesarea de Filipo, lugar conocido actualmente como Banias. En este sitio es donde nace el río Jordan y donde Herodes el Grande construyó un palacio aprovechando el buen clima de la zona. Se conservan las ruinas de un templo anterior dedicado al dios Pan.

En este lugar se recuerda el viaje de Jesús con sus discípulos cuando, a propósito de lo que decía la gente, les pregunta: "y vosotros ¿quién decís que soy yo?"

Renovación del Bautismo
Templo del dios Pan
Aprovechando las aguas del Jordan hicimos la renovación de las promesas bautismales, en medio de una fina lluvia que se sumó a la celebración.

Cesarea de Filipo
El siguiente punto a visitar es Tagbha, donde se conmemora el milagro de la multiplicación de los panes y los peces. Un mosaico de la época bizantina lo recuerda y en torno a él se ha levantado el santuario actual.

Ruinas de Cafarnaún
Casa de Pedro
Después nos dirigimos a Cafarnaúm, lugar predilecto de Jesús donde vivía Pedro y que aparece varias veces en los evangelios. Cafarnaúm era un lugar importante en la época romana por ser lugar de frontera donde se recaudaban los impuestos y precisaba de una guarnición de soldados. Allí fue donde Jesús curó al criado del centurión romano.

Sinagoga de Cafarnaún
Iglesia de las Bienaventuranzas
Se conservan numerosas ruinas de la ciudad y en particular la 'casa de Pedro', sobre la que han construido una iglesia que estropea un poco la visión de la misma. La sinagoga que está al lado es posterior a la época de Cristo y es una de las mejor conservadas de la época.

Para comer nos dirigimos a un kibutz famoso a orillas del mar de Galilea para saborear el 'pez de San Pedro', típico en la zona desde la pesca milagrosa. Pero ya queda lejos aquella imagen ideal que se tenía de los kibutz. Ahora son simplemente una empresa más dedicada a sus negocios: ¡de postre nos dan un simple dátil!

Iglesia del Primado de Pedro
Después visitamos el Monte de las Bienaventuranzas, lugar que inspira recogimiento, quietud y paz. Y es fácil retroceder 20 siglos para imaginarse la escena de Jesús con los pobres y necesitados de este mundo.

Embarcadero
Lago Tiberíades
Muy cerca se encuentra una sencilla iglesia que conmemora el Primado de Pedro, al lado de una sencilla escalera de piedra que recuerda un embarcadero para las barcas de los pescadores. En la actualidad el agua ha bajado bastante, pero en aquella época llegaba hasta las rocas. 

Y estando en el lago de Tiberíades o mar de Galilea, no podía faltar un paseo en barca por el lago, con el que concluimos el día bastante agotados, pues ha sido muy completo.

Día 27 de octubre. Comenzamos visitando la ciudad de Jericó, la ciudad de las palmeras, un espléndido oasis en medio del desierto en el que se han encontrado restos del siglo VIII a.C., lo que da idea de que ha sido un lugar habitado desde tiempo inmemorial.
Oasis de Jericó
Monasterio ortodoxo, Jericó
En la actualidad está bajo control de la Autoridad Palestina, y hay que pasar el preceptivo control israelí. Llama la atención un monasterio ortodoxo griego del siglo XII construido sobre la ladera del Monte de las Tentaciones, conmemorando las tentaciones de Cristo.

Playa en el Mar Muerto
Iglesia de la Dormición de María
Seguimos nuestro camino con una visita muy rápida al Mar Muerto, que según nos dicen cada día que pasa está más muerto debido a la sobreexplotación de sus recursos naturales, la evaporación y el poco aporte de agua. 

Y llegamos a Jerusalén. En Jerusalén hay tantos lugares para visitar que una estancia de pocos días se queda muy corta para cubrir todas las expectativas, así que hay que ir midiendo los tiempos. 
Vista de Jerusalén y muro
Escala Santa

El primer lugar es el Monte Sión, donde se encuentra el Cenáculo y la iglesia de la Dormición de María. Aunque la propiedad del lugar pertenece a los franciscanos desde el siglo XV, por diversas vicisitudes históricas no tienen libertad de uso y los judíos han abierto una escuela rabínica...

Muy cerca se encuentra la iglesia de San Pedro in Gallicantu, donde 'cantó el gallo'  y Pedro lloró arrepentido.  Las excavaciones han revelado que allí se encontraba un palacio de la época de Cristo que podría ser el del sumo sacerdote Caifás, con celdas e instalaciones para la guardia. Se conserva una escalera de piedra por la que tuvo que pasar Jesús la noche de su pasión. 

Vista de Jerusalén, con el cementerio judío a la izquierda

Desde este lugar hay una vista de Jerusalén muy bonita, donde se aprecia un cementerio judío al lado del Monte de los Olivos y el tristemente célebre muro que separa la parte hebrea de la palestina, impidiendo el paso natural de la gente. 

Día 28 de octubre. Otro día intenso nos espera. Comenzamos visitando el pueblo de Ain Karem, cerca de Jerusalén, donde se encuentra la iglesia de la Visitación, lugar que recuerda la casa de Isabel y Zacarías y la visita de la Virgen a su prima. Llama la atención que el Magnificat está escrito sobre cerámica en numerosas lenguas.

Magnificat
Iglesia de la Visitación
Y cerca de ella se encuentra la iglesia de San Juan Bautista, donde se conmemora su nacimiento. Aquí el motivo ornamental que predomina es el Benedictus, también en cerámica y en multitud de lenguas.

Después de ver una enorme maqueta del Jerusalén antiguo y hacernos una composición de lugar, nos dirigimos hacia Belén, donde visitamos el Campo de los Pastores, donde se les apareció el ángel proclamando la buena nueva, y la Iglesia de la Natividad, donde se venera la gruta del nacimiento de Jesús y el pesebre.

Iglesia de San Juan Bautista
Iglesia Campo de los Pastores
Esta iglesia, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, se reconoce como la más antigua de todo Oriente Medio, pues se salvó de la destrucción general de todas las iglesias que realizaron los turcos en el siglo VII debido a que vieron en la fachada un mosaico representando a los Reyes Magos que estaban vestidos como ellos, y no se atrevieron a derruirla.

Aunque hay que esperar un buen tiempo para acceder a la gruta del nacimiento por tantos peregrinos que hay, constituye un momento espiritual muy intenso poder orar unos momentos en este lugar tan especial.

Maqueta del Jerusalén antiguo

(Visita a Tierra Santa - 1)                            (Visita a Tierra Santa - 3)

La Historia de la Semana