El Niño Jesús permance fiel a su cita anual el 25 de diciembre. Un año más celebramos el gran acontecimiento que cambió el curso de la humanidad: la encarnación del Hijo de Dios para mostrarnos el camino de la salvación.
Un camino que abre nuevas perspectivas para la humanidad y está marcado por una sola palabra: amor.
| Imagen de la Inmaculada en el campus UTPL |
El Niño Jesús nos muestra que una nueva sociedad es posible, donde reine la justicia, la paz, la solidaridad. Y tiene su comienzo en el corazón de cada persona, para irradiar su valor a través del entorno en que se desenvuelve, comenzando por la familia y los compañeros.
Que la alegría y la ilusión de la Navidad permanezcan durante todo el año en los corazones para que este Jesús recién nacido sonría desde su cuna y nos ayude para seguir sus consejos.
Comparto este villancico anónimo español del renacimiento del siglo XVI, en el que un pastor (Dios) guarda del lobo (el pecado) a su oveja (la Virgen María). La letra va después del video.
¡Gloria a Dios en el cielo y paz a los hombres de buena voluntad! ¡Feliz Navidad!
Ríu, ríu, chíu, la guarda ribera:
Dios guardó del lobo a nuestra cordera.
El lobo rabioso la quiso morder,
mas Dios poderoso la supo defender;
quisola hacer que no pudiese pecar,
ni aun original esta Virgen no tuviera.
Este que es nacido es el gran monarca,
Cristo patriarca de carne vestido;
hanos redimido con se hacer chiquito
aunque era infinito, finito se hiciera.
Muchas profecías lo han profetizado,
y aun en nuestros días lo hemos alcanzado.
A Dios humanado vemos en el suelo,
y al hombre en el cielo porque El le quisiera.
Yo vi mil garzones que andaban cantando,
por aquí volando haciendo mil sones,
diciendo a gascones: "Gloria sea en el cielo
y paz en el suelo, pues Jesús naciera".
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