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martes, 26 de junio de 2018

El sentido de la vida

Seguramente a todo el mundo le preocupa su futuro. ¿Qué será de uno cuando pasen los años? ¿Estaré mejor o peor?

Es una pregunta para la que no hay respuesta objetiva pues en gran medida no depende de la persona, pero sí hay algo que podemos hacer: soñar cómo nos gustaría que fuese.
La historia que comparto esta semana, titulada El sentido de la vida, trata de la importancia de creer en lo bueno y tener fe para llegar a ello, con independencia de las dificultades y fracasos que tengamos en la vida.

Pero no una fe pasiva que está a la espera de acontecimientos, sino una fe activa, que se mueve y lucha por su sueño.  Aquí va a continuación.

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El sentido de la vida


Sólo tu fe hará que sigas adelante cuando te encuentres ante un muro.
Que te levantes cuando caigas o que lo intentes otra vez cuando fracases.
Porque la fe mueve montañas.


No la fe ciega del que se niega a comprender,
del que no sabe y se conforma con no saber
–eso no es fe: eso es ceguera-,
Sino una fe de hombre y mujer que busca y lucha por sus sueños, una fe activa:



Fe de vida y de esperanza.
Fe en ti mismo y en los demás, en su nobleza,
en la verdad de sus razones y hasta en sus buenas intenciones.
Fe en esta luz del nuevo día y en sus promesas y alegrías.


En la bondad, en la justicia, en este mundo y en el otro,
en el Dios todo poderoso y en el amor que todo lo puede.


Fe en lo imposible si es hermoso.
En el futuro, en el presente,
En que no hay mal que siempre dure,
En cualquier caso, sobre todo y frente a todo:
¡Fe!



La Historia de la Semana

sábado, 11 de julio de 2015

No llores si me amas

La pérdida de un ser querido, aunque sea esperada, siempre resulta dolorosa. 

Lamentar su pérdida es una señal del amor que tenemos a las personas y nos hace resaltar los sentimientos que albergamos en el corazón.


El texto que comparto esta semana, titulado No llores si me amas, es un canto a la fe que tenemos de que hay algo más que esta vida material en la que nos desenvolvemos.

Poder contemplar la realidad desde la trascendencia de un espíritu liberado de lo material, que vive en compañía de los que nos han precedido en esta tierra, representa un canto a la esperanza de que la vida continúa.

Pues, como bien señaló San Pablo en su época, en la vida y en la muerte somos del Señor y a El estamos predestinados.

Espero que os guste este sencillo texto. 

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No llores si me amas

No llores si me amas.
¡Si conocieras el don de Dios y lo que es el Cielo!
¡Si pudieras oír el cántico de los ángeles y verme en medio de ellos!


¡Si pudieras ver desarrollarse ante tus ojos
los horizontes, los campos y los nuevos senderos que atravieso!


¡Si por un instante pudieras contemplar como yo,
la belleza ante la cual las bellezas palidecen!


¡Cómo!...
¿Tú me has visto, me has amado en el país de las sombras
y no te resignas a verme y amarme en el país de las inmutables realidades?



Créeme.
Cuando la muerte venga a romper las ligaduras
como ha roto las que a mí me encadenaban,
cuando llegue un día que Dios ha fijado y conoce,
y tu alma venga a este cielo en que te ha precedido la mía,


ese día volverás a verme,
sentirás que te sigo amando,
que te amé, y encontrarás mi corazón
con todas sus ternuras purificadas.

Volverás a verme en transfiguración, en éxtasis, ¡feliz!
ya no esperando la muerte, sino avanzando contigo,
que te llevaré de la mano por senderos nuevos de Luz...y de Vida...


Enjuga tu llanto y ¡no llores si me amas!




La Historia de la Semana 

domingo, 31 de mayo de 2009

La roca

Muchísimas gracias por vuestras felicitaciones. Aunque ya he respondido a cada uno, también lo hago general por aquí. Y despejo una duda: mi edad coincide con el primer número primo mayor que cincuenta. Fácil, ¿no?


Cuando llegamos a ciertas edades :-) solemos hacer balance de la vida pasada y nos viene inevitablemente la pregunta: ¿qué he hecho en la vida?, ¿ha tenido sentido?, ¿si hubiera sido consciente habría hecho lo mismo?,... y tantas otras cuestiones que reflejan la inquietud de nuestro corazón.


Yo personalmente me siento como el protagonista de la historia de esta semana: empujando siempre mi roca con la ilusión de que algún día llegaré a moverla, aunque hasta hoy no vea los resultados que me gustarían. Con todos Vdes. La roca. Espero que os guste.

(P.D.: para los que no son de ciencias: el primo mencionado, o sea, yo , cumple 53!!!)



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La roca


Un hombre dormía en su cabaña cuando de repente una luz iluminó la habitación y se le apareció Dios.

El Señor le dijo que tenía un trabajo para él y le enseñó una gran roca frente a la cabaña. Le explicó que debía empujar la piedra con todas sus fuerzas.


El hombre hizo lo que el Señor le pidió, día tras día. Durante muchos años, desde que salía el sol hasta el ocaso, el hombre empujaba la fría piedra con todas sus fuerzas... y ésta no se movía. Todas las noches el hombre regresaba a su cabaña muy cansado y sintiendo que todos sus esfuerzos eran en vano.


Cuando el hombre empezó a sentirse frustrado, el demonio decidió entrar en el juego trayendo pensamientos a su mente: "has estado empujando esa roca por mucho tiempo, y no se ha movido". Le dio al hombre la impresión que la tarea que le había sido encomendada era imposible de realizar y que era un fracasado. Estos pensamientos le hicieron sentirse frustrado y desilusionado. El demonio le dijo: ¿por qué te esfuerzas todo el día en esta tarea imposible? Basta con un mínimo esfuerzo y será suficiente.


El hombre pensó en poner en práctica esto, pero antes decidió elevar una oración al Señor y confesarle sus sentimientos: "Señor, he trabajado duro por mucho tiempo a tu servicio. He empleado toda mi fuerza para conseguir lo que me pediste, pero aún así, no he podido mover la roca ni un milímetro. ¿Qué pasa? ¿Por qué he fracasado?".


El Señor le respondió con compasión:


- Querido amigo, cuando te pedí que me sirvieras y tú aceptaste, te dije que tu tarea era empujar la roca con todas tus fuerzas, y lo has hecho. Nunca dije que esperaba que la movieras. Tu tarea era empujar. Ahora vienes a mí sin fuerzas a decirme que has fracasado, pero ¿en realidad fracasaste? Mírate ahora: tus brazos están fuertes y musculosos, tu espalda fuerte y bronceada, tus manos callosas por la constante presión, tus piernas se han vuelto duras. A pesar de la adversidad has crecido mucho y tus habilidades ahora son mayores que las que tuviste alguna vez.


Cierto, no has movido la roca, pero tu misión era ser obediente y empujar para mostrar tu fe en mí. Eso lo has conseguido. Ahora, querido amigo, yo moveré la roca.

domingo, 23 de noviembre de 2008

El sentido de la vida


¡Qué deprisa pasan las semanas, ¿verdad?! ¡A mi es que se me van volando!
Pero pienso que lo importante es sobre todo cómo sueño en mi corazón las cosas que están por delante, la esperanza que pongo en el futuro aunque el presente no lo vea del todo claro.
Os dejo con este texto sobre 'El sentido de la vida', que trata precisamente sobre este tema.

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EL SENTIDO DE LA VIDA

Sólo tu fe hará que sigas adelante cuando te encuentres ante un muro.
Que te levantes cuando caigas o que lo intentes otra vez cuando fracases.
Porque la fe mueve montañas.
No la fe ciega del que se niega a comprender,
del que no sabe y se conforma con no saber
–eso no es fe: eso es ceguera-,
Sino una fe de hombre y mujer que busca y lucha por sus sueños,
una fe activa:
Fe de vida y de esperanza,
Fe en ti mismo y en los demás, en su nobleza,
en la verdad de sus razones y hasta en sus buenas intenciones.
Fe en esta luz del nuevo día y en sus promesas y alegrías.
En la bondad, en la justicia,
en este mundo y en el otro,
en el Dios todo poderoso y en el amor que todo lo puede.
Fe en lo imposible si es hermoso.
En el futuro, en el presente,
En que no hay mal que siempre dure,
En cualquier caso, sobre todo y frente a todo:
¡Fe!

viernes, 26 de septiembre de 2008

¿Buena suerte o mala suerte?

¿Cómo acogemos los sucesos cotidianos?
Aqui va una bonita historia para compartir.
Un fuerte abrazo, feliz finde y hasta la próxima semana!!

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¿Buena suerte o mala suerte?



Había una vez un hombre que vivía con su hijo en una casita del campo. Se dedicaba a trabajar la tierra y tenía un caballo para la labranza y para cargar los productos de la cosecha, era su bien más preciado. Un día el caballo se escapó saltando por encima de las bardas que hacían de cuadra. El vecino que se percató de este hecho corrió a la puerta de nuestro hombre diciéndole:


-Tu caballo se escapó, ¿que harás ahora para trabajar el campo sin él? Se te avecina un invierno muy duro, ¡qué mala suerte has tenido!


El hombre lo miró y le dijo:


-¿Buena suerte o mala suerte? Sólo Dios lo sabe.


Pasó algún tiempo y el caballo volvió a su redil con diez caballos salvajes con los que se había unido. El vecino al observar esto, otra vez llamó al hombre y le dijo:


-No solo recuperaste tu caballo, sino que ahora tienes diez caballos más, podrás vender y criar. ¡Qué buena suerte has tenido!


El hombre lo miró y le dijo:


-¿Buena suerte o mala suerte? Sólo Dios lo sabe.


Más adelante el hijo de nuestro hombre montaba uno de los caballos salvajes para domarlo y calló al suelo partiéndose una pierna. Otra vez el vecino fue a decirle:


-¡Qué mala suerte has tenido! Tu hijo se accidentó y no podrá ayudarte, tu eres ya viejo y sin su ayuda tendrás muchos problemas para realizar todos los trabajos.


El hombre, otra vez lo miró y dijo:


-¿Buena suerte o mala suerte? Sólo Dios lo sabe.


Pasó el tiempo y en ese país estalló la guerra con el país vecino de manera que el ejército iba por los campos reclutando a los jóvenes para llevarlos al campo de batalla. Al hijo del vecino se lo llevaron por estar sano y al de nuestro hombre se le declaró no apto por estar imposibilitado. Nuevamente el vecino corrió diciendo:


-Se llevaron a mi hijo por estar sano y al tuyo lo rechazaron por su pierna rota. ¡Qué buena suerte has tenido!


Otra vez el hombre lo miró diciendo:


-¿Buena suerte o mala suerte? Sólo Dios lo sabe.