domingo, 25 de noviembre de 2012

Virtuality II

Esta semana comparto un poco de música relajante de la que los americanos denominan 'elevator music', algo así como música de ascensor, o lo que simplemente denominamos música ambiental.

Es un tipo de música que me resulta muy agradable de escuchar sobre todo cuando camino o paseo tranquilamente de vuelta a casa.

El autor es David Caballero, Ingeniero de Montes de profesión, que compone él solo en el estudio que aparece en la foto. El tema se titula Virtuality II, y está sacado de su álbum Ethereality.

Es conocido en el mundillo musical con el nombre de Gnomusy, el gnomo de la música, y alguna de sus composiciones ya han aparecido en el blog: Dolmen Ridge y Ballerina, también muy buenas para mi gusto.

El video que acompaña es un poco soso, pero lo más importante es la música. ¡Espero que la disfrutéis!




La Historia de la Semana

viernes, 23 de noviembre de 2012

Visita a Tierra Santa - y 4

El Tesoro
Día 31 de octubre. Nos espera una jornada muy interesante con una visita a un famoso lugar: Petra, ciudad esculpida en la montaña y conocida a través de numerosas películas y documentales. 

Y lo primero que hay que decir es que realmente impresiona encontrar una ciudad excavada en la roca en medio del desierto, donde menos se espera.


El Desfiladero
El principal acceso a la ciudad es a través de un estrecho desfiladero que la convierte en un lugar fácilmente defendible del acoso de los enemigos, y tal vez por ello fue elegida por el pueblo de los nabateos para hacerla su capital, ya en el siglo II a.C.  

Los nabateos comenzaron siendo un pueblo nómada, pero rápidamente supieron controlar las rutas comerciales entre Arabia y Siria y tuvieron una gran importancia, aunque con la expansión del imperio romano se fue perdiendo su influencia.

Vista general
Llama poderosamente la atención cómo supieron utilizar el terreno para aprovechar el agua de la lluvia mediante canales en las montañas y grandes cisternas, con las que abastecían a la población, haciendo posible que el lugar fuera una buen refugio para las caravanas comerciales de la época, lo que supuso una gran riqueza económica, alcanzando su máximo esplendor en el siglo I d.C. 
Su decadencia comienza cuando los romanos construyen nuevas vías para el intercambio comercial.
 
Interior de una casa
Tumba funeraria
La ciudad de Petra es mundialmente famosa por las edificaciones construidas aprovechando que la roca de las montañas es fácilmente trabajable, con grandes edificios y monumentos funerarios, aunque también hay muchas ruinas de la época romana y bizantina. 
Vista general de Petra

Antes de ser cristianizados representaban a sus dioses con figuras geométricas (cubos, esferas,...) hechas en piedra, y para dar culto a los muertos construían al lado de la tumba una especie de sala de visitas (vamos, como los tanatorios actuales).

A partir del siglo VIII, con la expansión árabe unida a un terremoto que asoló la zona y la desintegración de la piedra caliza de los edificios, fue considerada ciudad maldita y poco a poco se abandonó, quedando totalmente olvidada hasta su redescubrimiento en el siglo XIX. 

Plaza Ovalada, Jerash
Templo de Artemisa, Jerash
Los habitantes actuales son beduinos, que se dedican a la venta de artesanía y transportar a los turistas en caballos, asnos, camellos,... 

Nos hubiera gustado permanecer más tiempo en Petra para recorrer sus monumentos, pero nuevas visitas nos aguardaban.

Calle columnada
Día 1 de noviembre. Nos espera otra gran sorpresa histórica: la ciudad de Jerash o Gerasa. Pero antes, aprovechando que el hotel se encuentra al lado del Mar Muerto hacemos una pequeña travesura: bañarnos en sus aguas a las 7:30 de la mañana.

Aunque es tan temprano, el agua está templada y el clima es agradable ¡estamos a 400 metros bajo el nivel del mar! La experiencia de flotar sobre el agua sin esfuerzo es muy curiosa y agradable, y de buena gana habríamos seguido allí.

Fuente de Moisés
Calle de Jerash
Visitamos la Fuente de Moisés, donde, según cuenta la tradición, Moisés hizo brotar agua de la roca con su bastón para dar de beber al pueblo en su travesía del desierto. Lo cierto es que el agua sale de la roca desde tiempo inmemorial, y a su alrededor creció la ciudad de Wadi Musa.

Jerash es una ciudad localizada al norte de Jordania donde se han encontrado restos arqueológicos del período neolítico, aunque lo más relevante hoy día son las ruinas grecorromanas. Alcanzó su máximo esplendor alrededor del siglo III, y destaca sobre todo el Arco de Adriano, en honor del emperador romano, y el teatro, con una acústica muy buena.
Teatro de Jerash

Para darse cuenta de su importancia, basta decir que durante el imperio bizantino (entre los siglos IV al VIII) llegó a tener más de diez iglesias. 

Su decadencia comenzó, como en otros lugares de esta zona, con la conquista árabe en el siglo VIII, lo que unido a un fuerte terremoto por esa época hizo que se abandonase la ciudad, quedando en el olvido y enterrada por la arena. Se iniciaron las excavaciones arqueológicas para sacarla a la luz ya en el siglo XX.

Aunque sólo se ha excavado una pequeña parte, son tantas las cosas que han descubierto que ya han paralizado las investigaciones. Realmente con lo que está a la vista ya se hace uno a la idea de la magnificencia que tuvo en su momento.

En Israel
En Israel
Una de las cosas que más sorprende en general de Israel y Jordania es la diversidad cultural, social y religiosa. Son sociedades con hábitos tan distintos que cada cual tiene que realzar sus costumbres para afirmar su identidad frente al otro y no desvanecerse. 

En Jordania
En Jordania
Incluso entre las confesiones cristianas que compartimos la misma fe (católicos, ortodoxos, coptos, armenios y etíopes), se guardan las distancias y se defiende el terreno propio. Se cumple lo que decimos de 'juntos pero no revueltos'. En este sentido, los católicos, en un gesto de acercamiento y hermandad, celebran la Semana Santa en Jerusalén junto con los ortodoxos en la fecha que éstos marcan. Y uno recuerda lo que nos dijo el francisco resumiendo su experiencia en Tierra Santa: 'hace mucho más el amor que la espada'.

Concluimos el día regresando a Jerusalén para la cena de despedida ya que esta misma noche tenemos que estar en el aeropuerto.

Día 2 de noviembre. Después de pasar los exhaustivos controles aeroportuarios habituales nos disponemos a embarcar a eso de las 3 de la mañana. Estamos cansados y agotados, pero contentos y con la impresión de que el viaje ha sido fugaz y necesitamos más días para conocer y comprender mejor el país.

Y tras echar una buena cabezada en el avión retornamos a Madrid, nuestro punto de partida.  Momento de despedidas y abrazos, y con un enorme deseo de compartir nuestras vivencias y experiencias y poder participar todos juntos en el próximo viaje que se organice... ¡¡Hasta la próxima amigos!!

Arco de Adriano, Jerash
 (Visita a Tierra Santa - 3)                                          (Visita a Tierra Santa - 1)

La Historia de la Semana

jueves, 22 de noviembre de 2012

Visita a Tierra Santa - 3

Iglesia de la Agonía
Día 29 de octubre. Nos espera otra jornada muy interesante visitando santuarios en Jerusalén. Hay que reconocer que Jerusalén tiene algo especial que la hace una ciudad única y apreciada por las tres religiones monoteístas (cristianos, judíos y musulmanes). Y ha sido objeto de numerosas guerras y litigios: está documentado que a lo largo de la historia ha sido destruida 17 veces y otras tantas reconstruida.

Huerto de los Olivos
Comenzamos la mañana dirigiéndonos a Getsemaní para celebrar la Eucaristía en la Iglesia de la Agonía o Basílica de las Naciones, momento muy emotivo espiritualmente pues el altar se encuentra situado enfrente de la roca donde se conmemora que Cristo oró la última noche antes de su arresto. 

Al lado está el Huerto de los Olivos, con un cuidado jardín en recuerdo de los acontecimientos que allí tuvieron lugar.

Puerta Dorada
Desde aquí se aprecia la Puerta Dorada, en la muralla de la Ciudad Vieja de Jerusalén. Según la tradición judía, el Mesías entrará a Jerusalén por ella, y por esta razón Solimán en el siglo XVI ordenó tapiarla y poner un cementerio musulmán enfrente, terreno impuro para los judíos, de manera que no se atreviera a entrar por allí.

Altar y roca
Con la emoción del lugar nos dirigimos a Betfagé, donde tradicionalmente se inicia la procesión del Domingo de Ramos para recordar la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Llama la atención que se trata de una sencilla iglesia en medio de un barrio musulmán atendida por un solo franciscano.

Iglesia de Betfagé
Capilla de la Ascensión
El lugar donde se conmemora la Ascensión de Jesús a los Cielos está señalado por una capilla, Capilla de la Ascensión, que ha sufrido numerosas reconstrucciones. El terreno es propiedad musulmana y está encomendado a una familia que cobra por entrar a verlo, en recuerdo de los impuestos que pagaban los cristianos en la época de Saladino para visitar los Santos Lugares.

Iglesia de la Asunción
Después llegamos a la Gruta del Prendimiento, donde se conservan pinturas de la época de las cruzadas, y a la iglesia de la Asunción de María, dirigida por los ortodoxos griegos. Fue reconstruida por los cruzados en el siglo XII y se venera en la cripta interior una tumba atribuida a María, desde donde ascendió al cielo.   

Iglesia del Pater Noster
Cerca se encuentra la iglesia del Pater Noster, levantada sobre una gruta donde Jesús enseñó el Padrenuestro a los discípulos. Se quiso levantar una nueva iglesia pero los cimientos afectaron a la gruta y quedó inconclusa.

Desde allí nos dirigimos al lugar conocido como Dominus Flevit, el lugar donde Cristo lloró por Jerusalén, donde se han encontrado restos de tumbas cristianas de los primeros siglos, lo que avala su importancia.

Cementerio judío
A lo largo del recorrido pasamos al lado del cementerio judío más importante, desde donde se divisa el Templo de Jerusalén, y cuyas tumbas están orientadas hacia el mismo, para estar más cerca del templo el día de la resurrección. Sobre las tumbas se depositan piedras, ya que son más duraderas que las flores.

Cementerio
Cruz de Jerusalén
Por la tarde de este día accedemos a la Ciudad Vieja por la Puerta de las Ovejas, para visitar la piscina de Bethesda, donde se lavaban las ovejas antes del sacrificio y donde Cristo curó a un paralítico. También se conoce como Puerta de San Esteban, pues según la tradición fue lapidado cerca.

Tras la visita al Pretorio, cuyos restos se encuentran dentro del convento de las Hermanas de Sión, iniciamos el Via Crucis por las calles siguiendo las estaciones marcadas en la Vía Dolorosa, para acceder finalmente a la Basílica del Santo Sepulcro. Una buena descripción del mismo se puede ver aquí

Via Crucis
Via Dolorosa
Recorrer las calles de Jerusalén rezando el Via Crucis entre las tiendas árabes y visitar el Santo Sepulcro es una experiencia única para cada cristiano. Se queda uno con ganas de repetir y poder dedicar más tiempo a este momento especial.

Y terminamos el día visitando la Custodia de Tierra Santa, encomendada a los franciscanos desde el siglo XIII, quienes han realizado y realizan una labor impagable para mantener vivos y abiertos al culto los Santos Lugares. Nos atendió el Vicecustodio, P. Artemio Vitores, quien nos explicó de primera mano las dificultades que han atravesado y atraviesan actualmente. 

Día 30 de octubre. Otra jornada intensa nos espera. La primera visita es al Muro de las Lamentaciones, donde tenemos ocasión de  orar y depositar nuestras peticiones en las ranuras de las piedras, como es la costumbre. Después nos dirigimos a Betania, al santuario donde se recuerda la resurrección de Lázaro y la casa de Marta y María. 

Muro de las Lamentaciones
Basílica de Betania
Betania está al lado de Jerusalén pero separada por el tristemente famoso muro. Como la población es musulmana los judíos no están en ella, pero tampoco la han transferido a los palestinos como Belén o Jericó, resultando una ciudad sin autoridades: no hay ayuntamiento ni policía, bomberos, ... pero externamente no hay problema, salvo el aspecto de la limpieza pública.

Cruz en el Monte Nebo
Y damos un buen salto para pasar a Jordania, a través de un paso fronterizo lleno de controles, y llegar al Monte Nebo, desde donde Moisés divisó la tierra prometida y murió antes de entrar en ella. 

En la cima del monte hay un santuario llevado por los franciscanos donde se han encontrado mosaicos de iglesias de la época bizantina. La cruz que preside el santuario es una alegoría de las serpientes que atacaron al pueblo de Israel en el desierto y la solución que Dios dió a Moisés.

En esta zona de Jordania, que es mayormente un desierto, se han encontrado restos de numerosas iglesias bizantinas repartidas por el mismo, pero para evitar su deterioro y facilitar su conservación se vuelven a enterrar y se señala el lugar. 

Esto da una idea de que toda esta zona también se consideró Tierra Santa y lugar de peregrinación de la cristiandad durante muchos siglos.

Vista del desierto desde el Monte Nebo
Terminada la visita, tomamos una autopista sumamente transitada para dirigirnos a nuestro próximo destino, Wadi Musa, que sigue la senda de las antiguas caravanas de camellos que recorrían la ruta de la seda intercambiando mercancías y que hoy día la recorren enormes camiones cargados de todo tipo de productos. Además es utilizada por los peregrinos árabes para ir de Palestina a La Meca, y por los peregrinos cristianos para ir de zonas de Egipto a Jerusalén, lo que da una sensación de enorme movimiento, donde los antiguos oasis donde paraban las caravanas se han convertido en zonas de reposo y recreo de la autopisa (aunque nada que ver con las de Europa).

Grupo de la Parroquia San José en el Santo Sepulcro
(Visita a Tierra Santa - 2)                         (Visita a Tierra Santa - y 4)

La Historia de la Semana