jueves, 10 de mayo de 2012

Tiempo de recuerdos

Corría el mes de mayo del año 1978, ¡hace ahora unos 34 años!, cuando un grupo de jóvenes con muchas ilusiones terminaban sus flamantes estudios de Matemáticas en la Universidad de La Laguna.

Después de cinco años de lucha sin cuartel contra asignaturas difíciles, profesores especiales y muchos días de fiesta que invitaban a las fugas, pellas o novillos, por fin consiguieron llegar a la ansiada meta: el título de licenciado que les abría las puertas del mundo más allá de las aulas.


Y 34 años después de tan magno acontecimiento, un buen grupo de ellos ha logrado reunirse de nuevo para recordar aquellos tiempos juveniles con sus anécdotas y sus batallitas, y recordar con mucho cariño a los dos compañeros que desde el cielo estarán seguramente acompañándonos y riéndose con nosotros.

El fin de semana del 5 y 6 de mayo nos reunimos casi todos los estudiantes de la sexta promoción de Matemáticas de la Universidad de La Laguna, coordinados magistralmente por  nuestra maestra de ceremonias Macu, a quien le rompimos todos sus esquemas organizativos gracias a nuesta peculiar percepción de los tiempos, haciendo realidad que lo más importante eran las personas y no tanto los lugares.



Han pasado 34 años y la vida nos ha hecho recorrer a cada uno muchos caminos, tanto físicos como interiores, pero me ha alegrado mucho constatar que, a pesar de los vaivenes de la vida, todos seguimos con el mismo sueño de nuestra juventud, que se podría resumir en construir un mundo mejor allí donde estamos y con los medios que tenemos a nuestro alcance.

Pasados estos años, al final todos hemos vuelto a las aulas, pero al lado de la pizarra como profes en lugar de en los pupitres como alumnos. Y todos con la ilusión de transmitir nuestros conocimientos a las nuevas generaciones (¡cuando se dejan!), conscientes de la gran importancia que tiene la educación (¡y no sólo la enseñanza!) de los jóvenes para mejorar la sociedad.


Y así, entre risas, bromas y recuerdos, visitamos lugares recónditos de Gran Canaria guiados nuestra anfitriona.

Paramos en Santa Lucía de Tirajana y subimos hasta la Fortaleza de Ansite, donde los últimos guanches resistieron hasta el final a los invasores peninsulares, y la presa de la Sorruela, para que quede constancia de que hay agua en la isla.

No podía faltar una buena comida canaria, que se alargó más de la cuenta, y un paseo por el típico pueblecito de Agüimes, un encanto para los que no lo conocíamos por lo bien cuidado y arreglado que está.

Ya en el hotel en la ciudad de Las Palmas, nos arreglamos un poco (más las chicas que los chicos, todo hay que reconocerlo) para ir a cenar a un tranquilo y buen restaurante, concluyendo la noche con un paseíto por la Playa de las Canteras.

Y ya sólo quedaba el domingo por la mañana para las últimas despedidas y el regreso a casa con la enorme satifacción de haber compartido un buen rato con unos buenos amigos.

Aquí van los grandes protagonistas de la historia de esta semana, en orden aleatorio estocástico polivalente multivaluado, ¡como no podía ser menos tratándose de ilustres matemáticos! 



Angeles, la angelical
Agustín, el artista












Macu, la anfitriona
Antonio, el tímido

Candelaria, la dulce
Joaquín, el responsable


Juan José, el viajero
Blanca, adalid de la justicia










Julia, la seria
Lolina, la fashion








Eusebio, el pelucón
Marcelo, el cañero




Mercedes, la detallista

Suso, el grande








José Mari, cronista y servidor
Pedro, pedrito de toda la vida







































Muchísimas gracias a todos. 
¡¡Y a ver si no hace falta esperar que pasen otros 34 años para volver a reunirnos!!


La Historia de la Semana

3 comentarios:

Antonio dijo...

Bonitos recuerdos. Sólo una pregunta: Antonio, el tímido... ¿no es mi primo Moreno?

José María dijo...

Bueno, depende de quien seas tú, pero creo que sí :-))

Beatriz dijo...

Perdona, pero el más elegante tú, ehhh