sábado, 26 de octubre de 2013

¿Cuánto pesa el vaso?

Muchas personas ocupan gran parte de su tiempo y sus pensamientos en los problemas y dificultades que van surgiendo cada día.

Por supuesto hay que afrontar todo esto, pero si no se sabe gestionar bien, se generan un montón de preocupaciones que a veces acaban convirtiéndose en auténticos y graves problemas.

¡Hay personas expertas en hacer tormentas en un vaso de agua!

El texto que comparto esta semana recuerda precisamente que cuando uno está mucho tiempo dando vueltas a las mismas preocupaciones es fácil perderse en ellas y no encontrar el mejor camino para superarlas, camino que pasa por ver la tierra desde el cielo.

Así que, como bien dice el relato, hay que tener la suficiente madurez para saber cuánto pesa el vaso, ¡y para saber soltarlo a tiempo!

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¿Cuánto pesa el vaso?

Un psicólogo en una sesión grupal levantó un vaso de agua. Todo el mundo esperaba la típica pregunta: ¿Está medio lleno o medio vacío? Sin embargo, preguntó: 

- ¿Cuánto pesa este vaso?

Las respuestas variaron entre 200 y 250 gramos. El psicólogo respondió: 

- El peso absoluto no es importante: depende de cuánto tiempo lo sostengo. Si lo sostengo 1 minuto, no es problema; si lo sostengo una hora, me dolerá el brazo; si lo sostengo 1 día, mi brazo se entumecerá y paralizará. 

El peso del vaso no cambia, pero cuanto más tiempo lo sujeto, más pesado, más difícil de soportar se vuelve.

Y continuó: 

- Las preocupaciones son como el vaso de agua: Si piensas en ellas un rato, no pasa nada. Si piensas un poco más empiezan a doler y si piensas en ellas todo el día, acabas sintiéndote paralizado, incapaz de hacer nada.

Por eso es importante saber soltar el vaso a tiempo ¡y también las preocupaciones! antes de que sean un verdadero problema.

La Historia de la Semana

jueves, 24 de octubre de 2013

Nuestro mayor miedo...

Coach Carter es una película americana estrenada el año 2005 basada en una historia real: 

un entrenador de baloncesto de un equipo de secundaria que intenta inculcar a sus chicos que su futuro en la vida va mucho más allá de las pandillas, de las drogas, de las peleas,... y no duda en clausurar el equipo por las bajas calificaciones de sus miembros.

A pesar de las críticas que recibió, consiguió alejar a los jóvenes de las calles y aumentar su rendimiento escolar.

Me ha parecido interesante compartir este momento de la película en que habla de superar los miedos personales para poder afrontar las circunstancias de la vida.

Este tema ya salió en otro artículo titulado Supera tu miedo. Espero que os guste y os sirva.



La Historia de la Semana

miércoles, 16 de octubre de 2013

Decálogo para sentirse mal

Ya hemos incluido varios decálogos en el blog, y el de esta semana, titulado Decálogo para sentirse mal, me ha parecido muy interesante para compartir.

Evidentemente ninguna persona quiere sentirse mal, salvo que esté mentalmente enferma. Pero, en ocasiones, en la búsqueda ansiosa del ‘sentirse bien’, de la búsqueda de la felicidad, no caemos en la cuenta de algunas cosas muy sencillas que podemos evitar y que repercutirán en un sentirse mucho mejor con uno mismo y con los demás.
 
Conviene por ello identificar estos errores frecuentes para poder superarlos, resolverlos y no caer en ellos. Por poner un ejemplo: el pensar de modo pesimista va haciendo que las cosas no se vean en su realidad objetiva.
 
Este decálogo es un resumen de los mismos que espero os sea de utilidad.
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Decálogo para sentirse mal

10 ideas que nos harán sentir mal y no nos dejarán madurar: 

1. Perfeccionismo desbordado. Estar sometido a la tiranía de los “debería”: “Debería hacer esto o lo otro. O “los demás deberían....”. El primer caso puede crear sentimientos de culpa exagerados en uno mismo y el segundo, rabia y frustración hacia los otros. 

 
2. No decir lo que hay que decir y decir lo que no se debe. Conviene decir lo que se siente para que no aumente la presión interna. Se pueden decir las cosas de modo sosegado, con respeto y directamente, siendo claro y conciso, pero no agresivo. 
 
3. Hacer juicios. Aun cuando es habitual enjuiciar y formar opiniones, como por ejemplo, tal persona es callada, se pueden obviar las conclusiones precipitadas de estas etiquetas como “es callada porque no tiene nada que decir”. 

4. Miedo a cometer errores. Una de las maneras de aprender es cometer errores. Proporcionan información valiosa y revelan áreas de crecimiento personal. La mejor es reconocer el error y evitarlo en lo sucesivo. 
 

5. Incapacidad de relajarse. La relajación no significa pereza. El humor y la recreación son tan necesarios como el sueño ya que restauran el equilibrio. La risa es un tonificante físico y psíquico, y un buen antídoto contra el estrés. 

 
6. No responsabilizarse de las propias acciones. Hacerse cargo de las propias decisiones y acciones, aunque sean equivocadas, confiere autoridad. Culpar a los demás y sentirse la “víctima de las circunstancias” es una posición de debilidad que impide ser el protagonista de la propia vida. 
 

7. Proponerse objetivos no realistas. No es realista pensar que siempre se puede obtener lo que se desea. Los objetivos deben estar a la altura de las capacidades. Hay factores que condicionan nuestros resultados. 
 

8. No poder olvidar los resentimientos. Los recuerdos del pasado que causan tristeza y rabia tendrían que ser expresados, resueltos y olvidados si no se quiere que influyan negativamente en nuestro presente. 


9. Incapacidad para tolerar las frustraciones de la vida. La vida puede ser muy triste si se tiene baja tolerancia a la frustración. Es mucho mejor fijarse en lo que se tiene y no en lo que se quiere o me falta. 

 
10. Pensar de modo pesimista. Hay que estar preparado para todo lo que pueda pasar, bueno o malo. Cuando sólo se ve lo negativo, se puede acabar en la tristeza, la frustración y la depresión.


La Historia de la Semana