Día 24. Por fin llegamos a Medjugorje.
Medjugorje es un pequeño pueblo situado en Bosnia Herzegovina, aunque la mayoría de la población se considera croata. Se accede por carreteras de segundo orden y hay que pasar varios puestos fronterizos entre ambos países (para ciudadanos de la UE no hace falta pasaporte sino que basta con el DNI).
Colina del Via Crucis |
Como muchos pueblos de la zona ha sufrido inmunerables conflictos desde sus inicios y siempre ha mantenido una fuerte tradición católica.
Desde hace 30 años se ha convertido en un punto de atracción debido a las apariciones de la Virgen María que tuvieron lugar a partir de junio de 1981 a un grupo de seis adolescentes. Una historia detallada se puede leer aquí y los mensajes de la Virgen y otros testimonios aquí.
Lo primero que llama la atención nada más llegar es el ambiente de oración y fe que se vive. Hay muchas personas acompañando a enfermos y desvalidos que acuden implorando una curación milagrosa, de las que ya hay muchas ampliamente documentadas.
Virgen de Medjugorje- Reina de la Paz |
El lugar de la primera aparición dentro de la colina está señalado con una cruz de color azul, y hay también una escultura de la Virgen y varias cruces, así como los misterios del rosario en bronce.
Posteriormente celebramos la Eucaristía y nos acercamos a un gran Cristo al que profesan gran devoción.
Los mensajes de la Virgen se pueden sintetizar en cuatro ideas fundamentales:
1) ser fuente de paz;
2) no tener miedo;
3) orar y creer en todo momento;
y 4) que los sacerdotes den ejemplo con su vida.
Y nos despedimos de Medjugorje con ganas de regresar otra vez para vivir más plenamente el ambiente de paz y oración que se nota en cada esquina.
Día 25. El penúltimo día del viaje lo pasamos en Dubrovnik, importante centro turístico del Adriático y con un casco antiguo de los mejor conservados en Europa que ha sido declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.
Los mensajes de la Virgen se pueden sintetizar en cuatro ideas fundamentales:
1) ser fuente de paz;
2) no tener miedo;
3) orar y creer en todo momento;
y 4) que los sacerdotes den ejemplo con su vida.
Y nos despedimos de Medjugorje con ganas de regresar otra vez para vivir más plenamente el ambiente de paz y oración que se nota en cada esquina.
Día 25. El penúltimo día del viaje lo pasamos en Dubrovnik, importante centro turístico del Adriático y con un casco antiguo de los mejor conservados en Europa que ha sido declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.
Casco antiguo amurallado de Dubrovnik |
De nuevo estamos en una ciudad que ha conocido todos los avatares de la historia, incluidos terremotos (se puede leer ampliamente aquí) y que continuamente se ha levantado a sí misma.
La época dorada de la ciudad fue entre los siglos XIV al XIX, en que tenía el estatus de república independiente, dedicada completamente al comercio y la navegación, compitiendo con Venecia y Florencia en riqueza y en cultura.
La primera farmacia que se conserva de Europa está precisamente aquí, y es nada menos que del siglo XIV.
Hay un funicular que sube a lo alto de la colina, coronada por una cruz, desde la que se aprecia una vista increíble de la ciudad, y desde la que se ve que casi todos los tejados están recientemente reparados: la ciudad fue bombardeada durante la última guerra pero ya está todo el centro rehabilitado. Pasear por sus calles tiene un sabor antiguo especial pues todo está muy bien conservado.
La primera farmacia que se conserva de Europa está precisamente aquí, y es nada menos que del siglo XIV.
Hay un funicular que sube a lo alto de la colina, coronada por una cruz, desde la que se aprecia una vista increíble de la ciudad, y desde la que se ve que casi todos los tejados están recientemente reparados: la ciudad fue bombardeada durante la última guerra pero ya está todo el centro rehabilitado. Pasear por sus calles tiene un sabor antiguo especial pues todo está muy bien conservado.
Tampoco se puede dejar de hacer un recorrido por toda la muralla que rodea la ciudad, que está en óptimas condiciones, y vas encontrando lugares como el de la foto, donde han montado una cafetería con acceso al mar al pie de la muralla.
Es de justicia destacar la labor del guía turístico que tuvimos todos estos días y del chófer del bus. Además de los conocimientos propios de unos profesionales se unió un saber estar y una atención constante hacia todos que nos resultó muy gratificante, ¡y muy necesaria en algunos momentos con el idioma!
Día 26. Y para nuestra pena, llegó el día de la despedida. No queda más remedio que cargar las maletas en el bus y regesar a Madrid.
El sentir unánime era de una gran satisfacción por el viaje, y la pregunta más repetida fue: ¿...Y dónde será la próxima peregrinación?
¡Y esperamos seguir contándola desde aquí!
El sentir unánime era de una gran satisfacción por el viaje, y la pregunta más repetida fue: ¿...Y dónde será la próxima peregrinación?
¡Y esperamos seguir contándola desde aquí!