Día 22. Por la mañana tenemos una grata sorpresa: la visita al Parque Nacional de los Lagos de Plitvice, declarado patrimonio natural mundial por la Unesco, ¡y no es para menos!
Es una combinación majestuosa de lagos y cataratas que impresiona a primera vista, con una riqueza de flora y fauna muy considerable.
Realmente es una maravilla de la naturaleza por la que hay que dar gracias a Dios.
Realmente es una maravilla de la naturaleza por la que hay que dar gracias a Dios.
Después de disfrutar del paseo por el parque nos dirigimos a la ciudad de Zadar, también en la costa adriática y escenario, como no podía ser menos, de guerras y batallas desde tiempo inmemorial.
La influencia de la república de Venecia hasta el siglo XVI se deja notar en muchos edificios y en el león alado con que los adornan. ¿A que el campanario recuerda a las iglesias italianas del renacimiento?
Cuenta con una iglesia prerrománica del siglo IX dedicada a San Donato que tiene la peculiaridad de ser redonda y cuenta con tres ábsides. Llama la atención que para construirla utilizaron como cimientos los restos de otros edificios romanos y se pueden apreciar en la base de la iglesia.
También hay que descansar un poco, y nada mejor que una escaleras en la vía pública para reposar y esperar que se reúna el grupo.
Día 23. Hacemos una visita rápida a la catedral de Sibenik, dedicada al apóstol Santiago (a lo largo del viaje hemos podido comprobar que la devoción a Santiago, Jakov en croata, es muy común en estas tierras). Tiene la curiosidad de que a lo largo de la fachada hay una colección de cabezas en piedra de personajes célebres del pueblo de la época.
Nuestro siguiente destino es Trogir, cuyo centro histórico es considerado Patrimonio de la Humanidad. De nuevo se repite la historia: debido a su posición estratégica fue fundada por Grecia, luego conquistada por los romanos, los eslavos, los sarracenos, dependió de Venecia, se integró en Croacia, estuvo ocupada por Italia, formó parte de Yugoslavia y ahora de nuevo Croacia.
De sus edificios destaca la catedral, dedicada a San Lorenzo, obra del siglo XIII, y la plaza principal, donde nos obsequiaron con una audición de música popular (hay que decir que lo hacen con todos los turistas y luego venden el CD correspondiente...)
¡Y seguimos viajando! A estas alturas de la aventura ya se nos confunden los pueblos, las iglesias, los monumentos, los hoteles, .... pero los ánimos siguen altos esperando la llegada al santuario de la Virgen en Medjugorje.
Nuestro siguiente destino es la ciudad de Split, una de las más pobladas de Croacia y cuyo casco antiguo está declarado también Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Este lugar fue elegido por el emperador romano Diocleciano a principos del siglo IV para retirarse de la política. Aquí construyó un sencillo palacio fortificado de más de 30.000 m2 (sí habéis leído bien: basta ver la foto) donde vivió y fue enterrado.
En el siglo VII y a consecuencia de las invasiones bárbaras, la gente se fue refugiando en su interior, adaptándolo para dar cabida a muchas personas, reconstruyendo toda la parte superior y hoy día sólo se conserva de la primera época las bodegas, parte como museo y parte para tiendas.
La actual catedral se levantó sobre el mausoleo de Diocleciano, elevando un impresionante campanario de estilo románico-gótico, como se puede apreciar en la foto.
Y ya estamos cerca de nuestro destino: Medjugorje, en el siguiente artículo.