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domingo, 1 de marzo de 2015

Viaje a Chiang Mai

La siguiente etapa del viaje por Asia fue la ciudad tailandesa de Chiang Mai, la segunda del país después de la capital Bangkok, y la más importante del norte de Tailandia.

Si Manila es una capital sorprendente, Chiang Mai no se queda atrás. Aunque el entorno es mucho más agrícola que aquélla, la diferencia cultural con occidente es aún mayor, pues nunca ha estado dominada por los estados occidentales.

Por otra parte en Tailandia prácticamente todo el mundo es de religión budista (menos del 1% de la población es cristiana), y se nota mucho en la vida cotidiana.

La puerta de entrada al país es el aeropuerto de Bangkok (de los más grandes del mundo) do,nde unas esculturas de gigantes te reciben en el inmenso hall de entradas y salidas, y que es una pequeña parte de todo el aeropuerto.
Gigante de la mitología tailandesa
Haciendo amigos con el gigante...



La misión en esta ciudad consiste en dirigir un centro pastoral donde se reúnen los católicos cada domingo para la misa y un encuentro con ellos al final de la misma para potenciar la convivencia.

Casa típica de la zona
Restaurante de carretera






También se acoge en régimen de internado a varios jóvenes que están estudiando y tienen interés por la religión católica.

La verdad es que tienen un mérito enorme los misioneros que están trabajando en estas tierras pues de entrada el idioma es muy complicado (los niños llegan a dominarlo a los 10 años...) y las costumbres no tienen nada que ver con las nuestras.


Comida típica: plato de arroz al que se le van añadiendo otros sabores
Un ejemplo es la comida. Se come a cualquier hora y donde te pille el hambre pues los restaurantes y los chiringuitos de comidas están abiertos todo el día. Y aunque el arroz se usa siempre, no les gusta el arroz con leche. ¡¡En cambio con las judías pintas hacen dulces y helados!!

Con el Obispo de la ciudad
Con la comunidad














Visitando un templo
Monjes budistas












Una tradición budista que me llamó la atención es la de poner un pequeño templo a la entrada de las casas para tratar bien a los espíritus de las personas que las han habitado y así evitar problemas. Cada día le ponen comida, bebidas, imágenes,...










Hay tiendas especializadas (tipo Leroy Merlin) donde venden una gran variedad según los gustos y las posibilidades de cada familia.

Reunión con un grupo de jóvenes catequistas
Una de las cosas que llama poderosamente la atención es la reserva de elefantes entrenados para hacer mil actividades, la más llamativa ¡pintar cuadros!

Y se lleva las herramientas
Pinta su cuadro












El comercio parece consustancial a los pueblos asiáticos. Muchas personas tienen su tiendecita y viven de lo que van vendiendo.

Tienda de artesanía
Calle de Baan Tawai








Pero la palma se la lleva una aldea llamada Baan Tawai, la ciudad de la artesanía, donde prácticamente todas las calles están dedicadas a la venta de artesanía, con los escaparates a pie de acera.

Monje recaudando donativos
Sala de espera especial








Ser  monje budista tiene muchos privilegios en esta zona (hasta sala de espera reservada en el aeropuerto), pues tienen gran autoridad, sobre todo los ancianos.


Interior de un templo budista
Monje bendiciendo













Otra cosa muy original son los trajes típicos de cada etnia, pues llaman mucho la atención.

Niña de la etnia Mon
Paisano de la etnia Mon
Un centro importante del budismo tailandés es el templo de Doi Suthep, que es muy visitado tanto por turistas como por los propios tailandeses. 



Frente al chedi de Doi Suthep






Impresiona mucho porque el dorado abunda por todas partes y está muy bien cuidado. Data del siglo XIV.

Aprendiendo a usar los palillos
Un poco de arroz azul...
Las frutas secas son muy apreciadas y hay supermercados enteros dedicadas a ellas, ¡a cuál más exótica!

Y aquí acaba el somero relato de la experiencia vivida en tierras asiáticas. Con un gran bagaje de cosas nuevas aprendidas y con ganas de regresar.

Supermercado con todo tipo de frutas secas


La Historia de la Semana

lunes, 23 de febrero de 2015

Viaje a Manila

El pasado mes de enero tuve la oportunidad de visitar las misiones que los misioneros identes llevan adelante en Filipinas y Tailandia, con un gran trabajo y entrega pues todos los parámetros sociales a los que estamos acostumbrados en nuestra sociedad occidental cambian radicalmente.

En esta entrada comparto mis impresiones del viaje a Filipinas junto con unas cuantas fotos ilustrativas para hacerse una idea del lugar, aunque siempre se quedará corto para describir los sentimientos que uno vive cuando está en estos lugares conviviendo con la gente, muy diferentes de si se va como turista en hoteles.

El viaje hasta Manila resulta un poco cansado pues entre vuelos y esperas suman más de 20 horas, pero al fin se llega. 

Parroquia de San Miguel Arcángel
La misión está situada en Quezon City, que junto con otras ciudades más pequeñas forman el Gran Manila, una megaurbe de más 12 millones de habitantes, con una densidad de población de unos 15.000 habitantes/km2 (para hacerse una idea: en Madrid la densidad es de unos 800 habitantes/km2), lo que hace que la sensación de aglomeración sea muy fuerte a todas horas.

Allí se atiende una parrroquia que tiene 5 capillas que hay que visitar, con todo el trabajo que supone de misas, visitas, bautizos,..., y la comunidad se desvive para atender a todas las personas que viven por allí.


Niños de Sitio Payong
Casa de Sitio Payong














Dentro de los límites de la parroquia hay un asentamiento humano de los más grandes de Manila: Sitio Payong. Mucha gente del interior de Filipinas llega a la capital y al no tener donde ir acaban en este lugar construyendo su pequeña chabola y sobreviviendo como pueden a base de beneficencia y pequeños trabajos.
 
Actividades con los niños de Sitio Payong




Es sorprendente comprobar cómo en medio de la pobreza los niños tienen una capacidad de ilusión y alegría contagiosa que es realmetne admirable. Gracias a la parroquia se ha conseguido llevar agua corriente hasta algunos puntos del poblado y además de paliar en lo posible las necesidades materiales se habilitó un aula para dar clase a los niños más pequeños.
Niñas de la escuela
Escuela de Sitio Payong





 








Manila es una ciudad de grandes contrastes para el que la visita por primera vez. Las personas son muy amables, se aprecian grandes diferencias sociales entre ricos y pobres pero cada cual ocupa su lugar y exteriormente no se observan crispaciones. 

Un lado de la calle
El otro lado de la calle
   














Por ejemplo las fotos anteriores son de la misma calle en un lugar céntrico cerca de la catedral. A un lado hay buenas casas y al otro viven hacinados detrás de las pequeñas tiendas que tienen en las que venden lo que pueden. Los niños juegan en la calle y todos conviven tranquilamente.


En algunos sitios de la ciudad es fácil encontrar lugares como el de la foto, asentamientos donde las familias sobreviven con algún trabajo esporádico y de lo que venden a la puerta de su casa. Es verdad que hay mucha pobreza, pero se ven pocos mendigos por las calles, muchos menos que en Madrid por ejemplo. ¡Viven la pobreza con dignidad!









Un misterio para mí irresoluble es el de la electricidad en las casas. Por toda la ciudad se ven postes como éstos de la foto, que a uno le hace pensar ¿cuál es el cable que va a mi casa?, ¿me estarán robando la luz...?














Llama la atención la cantidad de niños que hay en la calle, y uno se pregunta cómo pueden sobrevivir en ese ambiente. Estas fotos son de un grupo de niños de otro asentamiento en Antipolo, también dentro del Gran Manila.

Otra cosa que llama poderosamente la atención son los transportes públicos para desplazarse en una ciudad tan grande y con aglomeraciones a todas horas. 

Motociclo
Jeepney














Aparte de los taxis, que se ven pocos, para distancias cortas se utiliza el motociclo, con el que se ganan la vida muchas personas de bajos recursos. Aunque parece pequeño se montan hasta ¡5 personas! Para distancias medias se usa el jeepney, un jeep tuneado a gusto del conductor en el que entran hasta 15 personas y más si es necesario. Y para distancias largas, el autobús tradicional.

En definitiva, lugar sorprendente que no deja indiferente cuando se visita por vez primera.

En las afueras de un centro comercial (taxis, motociclos y jeepneys)
La Historia de la Semana

jueves, 9 de octubre de 2014

Viaje por Alemania

Hace unas semanas tuve la oportunidad de acompañar a un grupo de personas de la Parroquia de San José de Las Matas (Madrid) en un viaje a Alemania para visitar la Selva Negra y diversos santuarios de la zona. Como la memoria va flaqueando voy a dedicar este artículo a resumir el viaje, para que sirva de recuerdo en el futuro, y compartir esta experiencia con todos los amigos del blog.

Virgen Desatanudos
La duración de la visita fue de una semana, del 18 al 25 de septiembre y la cronología del viaje viene a continuación.

Día 18 de septiembre. Comenzamos el viaje con unas sencillas palabras en la capilla del aeropuerto de Madrid para encomendarnos a la Virgen y salimos con rumbo a nuestro primer destino: Munich.

Capilla del aeropuerto
Ayuntamiento de Munich























En Munich llama mucho la atención el Ayuntamiento, de estilo gótico, con muchas tiendas y comedores. En esta ciudad se encuentra el museo-tienda de la BMW, en el que por un módico suplemento te dejan sacar el coche desde el punto que marca el km 0. (¡Para todo hay gustos!)

Km 0 de BMW
Parte del grupo














Iglesia de St. Peter
Día 19 de septiembre. Nos dirigimos a Augsburgo para ver la principal atracción del día: la Virgen de los Nudos (que aparece más arriba), devoción que el Papa Francisco promovió en Argentina cuando estaba dando clase en un colegio jesuita, y que pronto fue acogida por los argentinos. 

Esta advocación de María tiene un bonito significado: desatar los nudos que se nos presentan en la vida.

El cuadro que la representa data del año 1.700 y está en una sencilla iglesia dedicada a San Pedro que es muy visitada por la gente del lugar.


Colonia Fuggerei
Iglesia reconstruida
En Augsburgo se encuentra la obra social más antigua conocida: una barrio de viviendas para pobres que viene del siglo XVI y aún se utiliza con el mismo fin, y que lleva el nombre de su fundador: colonia Fuggerei. La familia de Mozart vivió aquí antes de ser famoso.

Día 20 de septiembre. Antes de que comience el Festival de la Cerveza de Munich nos trasladamos de ciudad. Visitamos primero el pueblo de Oberammergau, al pie de las montañas, famoso por sus casas pintadas (y lo bien conservadas que están) y porque desde el siglo XVII representan la Pasión de Cristo cada 10 años, en agradecimiento por haberse salvado el pueblo de la peste.

Casa pintada
Casa pintada














Iglesia de Weiss

Yendo de camino hacia un pueblo de nombre casi impronunciable (algo así como Hohenschwagau) y en medio del campo cerca de los Alpes se encuentra una iglesia impresionante, dedicada a Cristo Flagelado, conocida como Iglesia de Weiss (algo así como iglesia en la pradera), que es una muestra del mejor arte rococó en Alemania. 

Ha sido declarada por la Unesco patrimonio cultural de la humanidad. 

Se construyó a mediados del siglo XVIII, y aunque pasó por momentos difíciles, siempre ha salido adelante gracias a los campesinos de la región.

En el pueblo de Hohenschwagau se encuentra un famosísimo castillo que ha inspirado a la factoría Disney: el castillo de Neuschwanstein, o como dicen algunos libros de historia, el castillo del Rey Loco, Luis II de Baviera, por sus ideas tan avanzadas para la época.
Castillo de Neuschwanstein
 
El castillo es enorme, con más de 80 habitaciones, pero solamente se enseñan 19, pues el resto está sin decorar, ya que el monarca falleció en extrañas circunstancias y todo se paró. 

Las vistas desde el castillo al pie de los Alpes son realmente espectaculares y dan ganas de perderse por esos caminos tan bonitos..



Catedral de Friburgo

Friburgo
Día 21 de septiembre. Nos dirigimos hacia la ciudad de Titisee, famosa por ser de los primeros lugares donde se contruyeron los relojes de cuco (¡hay muchos y muy caros!) y que tiene un lago muy apreciado donde suelen ir a veranear las familias alemanas. 

Triberg
Triberg
Durante todo el día vamos recorriendo la Selva Negra, bosque inmenso que impresiona por su densidad y su belleza. Dice la historia que era la frontera natural en tiempos de los romanos, ya que era impenetrable y no se atrevieron a cruzarla. Y llegamos a su capital Friburgo, con una impresionante catedral y varios edificios notables.


Terminamos el día visitando el pueblo de Triberg, famoso por sus saltos de agua, que son los más grandes de Alemania (aunque en España los tenemos más impresionantes) y por tener el reloj de cuco más grande del mundo.

Catedral de Stuttgart

Día 22 de septiembre.  Llegamos a Stuttgart, sexta ciudad de Alemania en número de habitantes. 

Prácticamente quedó arrasada durante la segunda guerra mundial y sólo se han reconstruido algunos edificios emblemáticos que dan una idea de cómo era anteriormente. 


Palacio, Stuttgart

Tiene una tradición vinícola importante y llama la atención que casi en el centro de la ciudad y en los alrededores se mantienen las explotaciones de vides. ¡Esto sería imposible en España!




Iglesia, Baden-Baden
Teatro, Baden-Baden
Relativamente cerca se encuentra la famosa ciudad de Baden-Baden, donde la gente bien de la época iba a pasar sus vacaciones y aun hoy día sale en la revistas del corazón. Es un sitio de turismo de lujo que tiene unos balnearios de aguas termales conocidos desde la época romana (se dice que el emperador Caracalla ya venía por aquí) y el inevitable casino como centro social de reunión. 
 
Ciudad de Mosbach
Día 23 de septiembre. La primera visita del día es al pueblo de Mosbach, famoso por sus construcciones típicas de madera y adobe, y porque todo el casco histórico está lleno de esculturas que reflejan la vida cotidiana del pueblo.

Aquí está una de las primeras iglesias que compartieron los cultos católico y evangélico desde el siglo XVII. Hoy día parece más natural, pero hace unos siglos era un gran avance.

Palacio de Heidelberg
Vista desde el palacio
Nos acercamos después a Heidelberg, ciudad en la que está la universidad más antigua de Alemania, del siglo XIV, y las ruinas de un esplendoroso palacio desde el que se domina todo el valle. 

Iglesia de los Jesuitas
En este palacio se encuentra el tonel más grande del mundo, ¡tan grande que en la parte superior pusieron una pista de baile! (Según dicen, en la época se bebía más vino que agua ...)

Estamos concluyendo la visita al sur de Alemania y a todos nos resulta llamativo el orden, la limpieza, la educación,... ¡Seguro que tenemos que aprender muchas cosas!

Rothenburg

Día 24 de septiembre.  Comenzamos la mañana visitando un pueblo medieval de nombre Rothenburg, uno de los más típicos de Alemania, que recuerda las imágenes de los cuentos. 

Su fundación se remonta al siglo XI y está dentro de la denominada Ruta Romántica, que es muy famosa en Alemania por su encanto y buena conservación, y atrae a muchos turistas.



Catedral, Würzburg
Palacio, Würzburg

Pero lo que nos dejó admirados fue la ciudad de Würzburg,  por sus edificios, su historia, su ambiente,... 

Realmente fue una pena no disponer de más tiempo para disfrutar de esta bonita ciudad y de sus afamados vinos, apreciados en todo el país.

Escalera del palacio
A la salud de todos
Al igual que la mayoría de los pueblos de Alemania, éste fue arrrasado durante la guerra; pero ha sido reconstruido fielmente. 

Especial notoriedad tiene el palacio episcopal (Würzburg era una ciudad regida por el obispo en lugar de por el noble de turno), que impresiona por su grandiosidad. De él dijo Napoleón (cuando destituyó al obispo-gobernador) que era 'la casa parroquial más bonita del mundo'.

Vista nocturna de Frankfurt
Día 25 de septiembre. Dice el refrán que todo lo que comienza también acaba. Y así ha sido con este viaje. 

Después de dar un paseo nocturno por Frankfurt, ciudad moderna con muy pocos edificios históricos, toca preparar las maletas para regresar a nuestros hogares.

Ha sido una semana que se ha pasado volando no sólo por los lugares tan bonitos que hemos visitado, sino también por la compañía y el buen ambiente que ha reinado durante todos estos días.

Por eso, la pregunta más repetida en el aeropuerto esperando la hora del embarque era siempre la misma: Paco, ¿y el año que viene a dónde iremos? Muchas gracias a todos ¡y a esperar al año que viene!


La Historia de la Semana