Con esta entrada concluyo los recuerdos de las actividades del verano, que como se puede ver por los artículos anteriores han sido múltiples y variadas (¡y ha habido otras que no aparecen en el blog :-))
El campo de trabajo es una de las actividades de verano que más me gusta, ya que combina muy bien el esfuerzo del trabajo diario con la convivencia, el conocer nuevos lugares y hacer una obra beneficiosa para los que irán el próximo año al campamento.
Y sin olvidar una velada improvisada donde fuimos aportando cada uno nuestros mejores recuerdos artísticos y habilidades, desde la txalaparta hasta Beethoven, con juegos y canciones y hasta el estrafalario Yogurthu Mghe.
Comenzamos con una iglesia románica tradicional y luego
encontramos una 'iglesia rupestre' excavada totalmente en una roca,
donde en su tiempo vivieron algunos eremitas. Es una pena que esté un
poco abandonada y sea desconocida.
Continuamos nuestra excursión visitando un observatorio astronómico y un yacimiento petrolífero en Sargentes de Lora, que fue muy famoso en los años 80 pero ahora anda de capa caída.
Y después de una buena comida en plan campestre nos dirigimos hacia el impresionante Cañón del Ebro, un poco del cual se puede apreciar en esta última foto (los de la esquina superior derecha somos nosotros, ¡casi nada!).
La Historia de la Semana
No hay comentarios:
Publicar un comentario