...mientras ella se había enfadado tanto, pensando que había tenido que compartir sus galletas con él.... y ahora ya no tenía ninguna posibilidad de explicarse ni de pedir excusas...
Cada semana una breve historia y un relato que
nos ayude en la educación en valores
y en la madurez personal
lunes, 27 de abril de 2009
El Paquete de Galletas
...mientras ella se había enfadado tanto, pensando que había tenido que compartir sus galletas con él.... y ahora ya no tenía ninguna posibilidad de explicarse ni de pedir excusas...
sábado, 25 de abril de 2009
Decálogo de la Solidaridad
Os reenvío un 'Decálogo de la Solidaridad' que resume en cosas muy sencillas cómo puedo ser solidario. Y abre la puerta al 'más' de la simple solidaridad: ser capaces de llegar a dar la vida por Amor a los demás sin esperar nada a cambio.
==============================
Decálogo de la Solidaridad
1. Solidaridad es sentirse una sola cosa con los demás: "Todos para uno y uno para todos".
2. Sentir la solidaridad llena el corazón de seguridad, estímulo y paz.
3. El interés por la gente debe ser genuino, sin intereses ocultos que puedan enturbiar la ayuda prestada.
4. La solidaridad implica comprensión, disponibilidad, colaboración. Lleva consigo involucrarse y compartir.
5. Las manifestaciones verbales de solidaridad son importantes, pues todos necesitamos sentir el apoyo moral. Además se necesitan acciones concretas de ayuda.
6. Ningún ser humano puede sernos indiferente. Siempre existirá alguna forma de manifestar nuestra solidaridad.
7. A veces es más fácil prestar nuestra ayuda a gente lejana a nosotros, que a esas otras con las que se convive a diario.
8. El egoísmo es pagado por los demás con frialdad, lejanía y aislamiento. Se recoge lo que se siembra.
9. Es bueno pedir ayuda cuando la necesitamos. No conviene suponer que se darán cuenta. Ni dejarse llevar por el orgullo del que piensa que solo saldrá adelante.
10. Cuando en un grupo humano se sustituye competir por cooperar, se produce la unión y el logro de los objetivos.
viernes, 24 de abril de 2009
El Príncipe y las semillas
Cuando uno se pone a pensar en las causas de la crisis social que padecemos, al final llegamos a que la raiz está en el propio ser humano: se desea el poder frente a la sencillez, la avaricia frente a la humildad, la apariencia frente a la realidad,... Y en definitiva, dentro de la crisis general de valores que hay, se diluye tremendamente algo tan clásico y sencillo como la honestidad y el honor personal.
La historia de esta semana es un cuento de Paulo Coelho bastante conocido que trata precisamente de eso, de mantener la honestidad por encima de las demás consideraciones sociales, por muy grandes que nos parezcan. ¡Espero que os guste!
==============================
El Príncipe y las semillas
Alrededor del año 250 aC, en la antigua China, un cierto príncipe de la región de Thing-Zda, estaba preparado para ser coronado emperador; pero antes, sin embargo, de acuerdo con la ley, tenía que casarse.
Como se trataba de escoger a la futura emperatriz, el príncipe tenía que encontrar a una joven en quien pudiese confiar plenamente. Aconsejado por un sabio, decidió convocar a las jóvenes de la región para elegir entre ellas a la más digna.
Una vieja señora, sierva del palacio desde hacía muchos años, al oír los comentarios sobre los preparativos para la audiencia, sintió una gran tristeza, pues su hija alimentaba un amor secreto hacia el príncipe.
Al llegar a su casa y comentar el hecho a la joven, se espantó al oír que ella también tenía intención de presentarse.
La señora se desesperó: –¿Hija mía, qué vas a hacer allí? Estarán presentes las más bellas y ricas candidatas de la corte. ¡Sácate inmediatamente esta idea de la cabeza! ¡Ya sé que debes estar sufriendo, pero no transformes el sufrimiento en una locura! Y la hija respondió: –Querida madre, ni estoy sufriendo, ni mucho menos me he vuelto loca; sé que jamás podré ser la escogida, pero es mi oportunidad de estar por lo menos algunos momentos cerca del príncipe, y esto ya me hace feliz, aún sabiendo que mi destino es otro.
Por la noche, cuando la chica llegó al palacio, allí estaban efectivamente las más bellas jóvenes, con las más bellas ropas y las más bellas joyas, dispuestas a luchar de cualquier modo por la oportunidad que se les ofrecía. Rodeado de su corte, el príncipe anunció el desafío:
–Daré una semilla para cada una de vosotras. Aquella que, dentro de seis meses, me traiga la flor más linda, será la futura emperatriz de la China.
La chica cogió su semilla, la plantó en una maceta y como no era muy hábil en las artes de jardinería, cuidaba la tierra con mucha paciencia y ternura, pues pensaba que, si la belleza de las flores surgiese en proporción a la intensidad de su amor, no tendría que preocuparse del resultado. Pasaron tres meses y nada brotó. La joven buscó soluciones, habló con labradores y campesinos que le enseñaron los más variados métodos de cultivo y no consiguió ningún resultado. Cada día se sentía más lejos de su sueño, aunque su amor continuase tan vivo como antes. Finalmente, los seis meses se agotaron y nada nació de su maceta. Aunque sabía que no tenía nada para mostrar, era consciente de su esfuerzo y dedicación durante todo aquel tiempo, de modo que comunicó a su madre que retornaría al palacio en la fecha y hora establecidas. Secretamente sabía que este sería su último encuentro con el bienamado, y no estaba dispuesta a perderlo por nada del mundo.
Llegó el día de la nueva audiencia. La chica apareció con su maceta sin planta y vio que todas las otras pretendientes habían conseguido buenos resultados: cada una tenía una flor más bella que la otra, de las más variadas formas y colores.
Por fin llegó el momento esperado: el príncipe entra y observa a cada una de las candidatas con mucho cuidado y atención. Después de pasar por todas, anuncia el resultado e indica a la hija de su sierva como su nueva esposa.
Todos los presentes empezaron a protestar, diciendo que cómo era posible que él hubiera escogido justamente a la única que no había conseguido cultivar ninguna planta. Entonces, serenamente, el príncipe aclaró la razón de su desafío:
–Esta fue la única que cultivó la flor que la hizo digna de ser emperatriz: la flor de la honestidad. Todas las semillas que entregué eran estériles, y no podían nacer de manera alguna.
Paulo Coelho
domingo, 19 de abril de 2009
El Sabio y el Rey
Seguro que alguna vez hemos tenido la experiencia de no saber transmitir un sentimiento o entender al revés lo que nos quieren decir, con los equívocos que se crean. De eso va la historia. ¡Espero que os guste!
==============================
El Sabio y el Rey
Un Rey soñó que había perdido todos los dientes. Después de despertar, mandó llamar a un Sabio para que interpretase su sueño.
- "¡Qué desgracia, mi señor!" exclamó el Sabio, "Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de vuestra majestad".
- "¡Qué insolencia!", gritó el Rey enfurecido, "¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡Fuera de aquí!".
Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos. Más tarde ordenó que le trajesen a otro Sabio y le contó lo que había soñado. Este, después de escuchar al Rey con atención, le dijo:
- "¡Excelso señor! Gran felicidad os ha sido reservada: el sueño significa que sobreviviréis a todos vuestros parientes".
Se iluminó el semblante del Rey con una gran sonrisa y ordenó que le dieran cien monedas de oro.
Cuando el Sabio salía del Palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado:
- "¡No es posible! La interpretación que habéis hecho del sueño es la misma que hizo el primer Sabio. No entiendo por qué al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro".
- "Muy sencillo, amigo mío", respondió el segundo Sabio, "recuerda bien que muchas veces todo depende de la forma como decimos las cosas... Uno de nuestros mayores retos es aprender a comunicarse".
sábado, 18 de abril de 2009
Dios y el barbero
El barbero dijo:
Fíjese caballero que yo no creo que Dios exista, como usted dice.
Pero, por qué dice usted eso? - pregunta el cliente.
Pues es muy fácil, basta con salir a la calle para darse cuenta de que Dios no existe. O...dígame, acaso si Dios existiera, habría tantos enfermos? Habría niños abandonados? Si Dios existiera, no habría sufrimiento ni tanto dolor para la humanidad. Yo no puedo pensar que exista un Dios que permita todas estas cosas.
El cliente se quedó pensando un momento, pero no quiso responder para evitar una discusión.
El barbero terminó su trabajo y el cliente salió del negocio.
Recién abandonaba la barbería, vio en la calle a un hombre con la barba y el cabello largo; al parecer hacía mucho tiempo que no se lo cortaba y se veía muy desarreglado.
Entonces entró de nuevo a la barbería y le dijo al barbero.
Sabe una cosa? Los barberos no existen.
Cómo que no existen? -pregunta el barbero-.
Si aquí estoy yo y soy barbero. - No! -dijo el cliente-, no existen, porque si existieran no habría personas con el pelo y la barba tan larga como la de ese hombre que va por la calle.
Ah, los barberos sí existen, lo que pasa es que esas personas no vienen hacia mi.
Exacto! -dijo el cliente-. Ese es el punto. Dios sí existe, lo que pasa es que las personas no van hacia él y no le buscan, por eso hay tanto dolor y miseria.
viernes, 17 de abril de 2009
El cuento como recurso educativo (3)
Segundo Método: Compartir restringida.
Introducción
* En este método el moderador decide de antemano el tópico que se usará en la discusión. No se deja al grupo elegir ninguno de los tópicos emergentes del cuento como el tema para las sesiones.
* Hasta que pueda preparar el tema para el día de la reunión con antelación y estar listo, este método es más fácil para el moderador que el método de compartir abierto, donde el grupo puede elegir el tema para la discusión donde el moderador puede sentirse incompetente o no familiarizado con él.
* Este método ahorra tiempo, pero tiene una dificultad: no da oportunidad de elegir el tópico a los participantes.
Procedimiento
Etapa 1. Antes de la presentación
* El moderador escogerá el tópico que intenta discutir en las sesiones.
* El moderador tendrá que elegir un tema que está relacionado directamente con el cuento/parábola. Evitará cualquier distorsión de la historia para encajarlo en el tópico que utilizará.
* El tópico escogido deberá ser uno que sea relevante al auditorio.
* Comenzando con el cuento presentado, el moderador preparará un cuestionario breve que presente las reacciones, ideas y pensamientos que desea discutir. Pistas para preparar un buen cuestionario pueden ser éstas:
Las preguntas deben ser
. Sencillas: concisas y al grano.
. Astutas: suficientemente para sacar de los participantes justo esas respuestas que ayudarán al desarrollo y discusión de los temas elegidos.
. Abiertas: (que no se contesten con un simple "sí" o "no", sino que provoquen en los participantes dar una respuesta personal y comprometedora, respuestas a través de las cuales descubran algo de ellos mismos).
. No prejuiciosas: que no se propongan las respuestas dentro de las preguntas.
. Estimulantes: que inciten a los participantes a pensar y reflexionar.
* Que hagan buen uso de las siguientes palabras clave: "Porqué", "cómo", "cuándo", "dónde".
Etapa 2. Presentación del cuento.
* Elija algunas de las formas de presentación sugeridas anteriormente.
Etapa 3. Después de la presentación.
* Ofrézcales el cuestionario que preparó.
* Dé a los participantes tiempo suficiente para la reflexión personal.
* Déjelos escribir sus reflexiones sobre el cuestionario.
* Pídales compartir sus reflexiones con el grupo.
* Inicie la discusión sobre sus reflexiones.
* Déles una aportación.
jueves, 16 de abril de 2009
El cuento como recurso educativo (2)
Primer método: "Compartir abiertamente"
Procedimiento
Etapa 1. Compartir
* Invita a los participantes a compartir sus reacciones al cuento/parábola presentada y lo que ellos piensan y sientan acerca de él.
* Puede ser muy útil, antes de que el compartir comience, animarlos a escribir sus reacciones, sentimientos y pensamientos. Las ventajas son las siguientes:
. Todos tendrán algo escrito para compartir.
. Aquellos del grupo que son tímidos o inseguros se sentirán más confiados a compartir si tienen algo escrito con lo que pueden contar.
. Los participantes tendrán oportunidad de compartir más algo más profundo, más reflexionado y más personal.
. Una vez que han anotado sus reacciones, sentimientos y pensamientos, serán influenciados en menor grado por lo que escuchen de parte de los demás.
* En esta etapa, puedes ayudar a los participantes a compartir mejor proponiéndoles algunas preguntas generales, como éstas:
i) ¿Qué sentiste? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde?
ii) ¿Qué aprendiste? enúmeralos y explícalos.
iii) ¿Alguno de los tópicos que surgieron del cuento te gustarías discutirlo? Menciónalo/s.
iv) ¿Qué aplicaciones del cuento puedes hacer a la vida en general? ¿Cómo? ¿Por qué? Enuméralos.
v) ¿Qué aplicación/es del cuento puedes hacer a tu vida personal? ¿Cómo? ¿Por qué? Enuméralo/s.
vi) ¿Concuerdas o no con el cuento? ¿Cómo? ¿Por qué?
vii) ¿Qué puedes hacer sobre ello? ¿Qué deberíamos hacer todos?
* A medida que el compartir avanza, el moderador u otro escribirá en el pizarrón/cartelón las ideas principales provenientes de los participantes.
Etapa 2. Centrarse en la discusión.
* Terminado el compartir, pide a los participantes utilizar la lista de temas anotados en el pizarrón/cartelón y reordenarlos según la jerarquización personal.
* A medida que cada uno menciona su listado pedirle que explique el porqué de su jerarquización. De esta forma puede aprender mucho acerca de sus intereses, valores, problemas y emociones.
* Finalmente, permite al grupo seleccionar del listado los tópicos que desea discutir a continuación.
Etapa 3. Discusión
* El moderador deberá solamente moderar la discusión. El es un facilitador. En esta etapa no deberá dar su opinión o decidir cualquier cuestión.
* Deberá crear una atmósfera de libertad, aceptación y respeto para todos los participantes y para todos sus puntos de vista y sus sentimientos.
Etapa 4. Después de la discusión.
* El moderador resumirá los hallazgos del grupo.
* Puede ofrecer un comentario basado en el feed back del grupo.
* Permita que se muestre cándido y agregue lo que sienta que falte o sea importante.
* Su aportación no deberá sonar "prédica", "moralización" o "manipulante".
(continúa aquí)
miércoles, 15 de abril de 2009
El cuento como recurso educativo (1)
sábado, 11 de abril de 2009
Dios está hablando contigo
Solemos quedar en empate pues Dios es más que un razonamiento, y difícilmente cambiamos por un discurso, pero siempre me viene a la mente un poema de Fernando Rielo que concluye: "tú le llamas Dios / yo perfume de una rosa".
Viene esto a cuento porque he recibido este canto de los indios cherokees que comparto con todos en esta historia de la semana y que me resulta muy ilustrativo para este tema.
==============================
DIOS ESTÁ HABLANDO CONTIGO!!!
Un hombre dijo una vez:
Dios, ¡habla conmigo!
Y un ruiseñor comenzó a cantar...
Pero el hombre no oyó.
Entonces el hombre repitió:
Dios, ¡habla conmigo!
Y el eco de un trueno se oyó,
Mas el hombre fue incapaz de oír.
El hombre miró alrededor y dijo:
Dios, ¡déjame verte!
Y una estrella brilló en el cielo,
Pero el hombre no la vio...
El hombre comenzó a gritar:
¡Dios, muéstrame un milagro!
Y un niño nació,
Mas el hombre no sintió el latir de la vida.
Entonces el hombre comenzó a llorar y a desesperarse:
¡Dios, tócame y déjame saber que estás aquí conmigo...!
Y una mariposa se posó suavemente en su hombro.
El hombre espantó la mariposa con la mano, y desilusionado
Continuó su camino, triste, solo y con miedo.
(Canto Cherokee- Traducido del Libro By San Etioy)
viernes, 10 de abril de 2009
Una leyenda noruega
Seguramente a casi todos nos ha pasado por la mente la eterna cuestión de por qué Dios permite tal o cual cosa, y lo que uno haría si estuviera en su lugar. Por eso me ha venido a la memoria esta leyenda noruega que me resulta muy ilustrativa de esta presencia de Dios en el mundo y su providencia sobre las personas, y que hoy quisiera compartir con vosotros.
Que tengáis unos felices días y la paz esté siempre presente en los corazones de todos.
======================
Una leyenda noruega
El viejo Haakón cuidaba una antigua ermita. En ella se conservaba un Cristo muy venerado que recibía el significativo nombre de “Cristo de los Favores”. Todos acudían a él para pedirle ayuda. Un día también el ermitaño Haakón decidió solicitar un favor y, arrodillado ante la imagen, dijo:
- Señor, quiero padecer por ti. Déjame ocupar tu puesto. Quiero reemplazarte en la cruz.
Y se quedó quieto, con los ojos puestos en la imagen, esperando una respuesta. De repente – ¡oh maravilla!- vio que el Crucificado comenzaba a mover los labios y le dijo:
- Amigo mío, accedo a tu deseo pero ha de ser con una condición: suceda lo que suceda y veas lo que veas, has de guardar siempre silencio.
- Te lo prometo, Señor.
Y se efectuó el cambio. Nadie se dio cuenta de que era Haakón quien estaba en la cruz, sostenido por cuatro clavos, y que el Señor ocupaba el puesto del ermitaño. Los devotos seguían desfilando pidiendo favores y Haakón, fiel a su promesa, callaba. Hasta que un día...
Llegó un ricachón y, después de haber orado, dejó allí olvidada su bolsa. Haakón lo vio, pero guardó silencio. Tampoco dijo nada cuando un pobre, que vino dos horas más tarde, se apropió de la bolsa del rico. Y tampoco dijo nada cuando un muchacho se postró ante él, poco después para pedir su protección antes de emprender un viaje. Pero ya no pudo contenerse cuando vio regresar al hombre rico quien, creyendo que era ese muchacho el que se había apoderado de la bolsa, insistía en denunciarlo. Se oyó entonces una voz fuerte:
- ¡Deténte!
Ambos miraron hacia arriba y vieron que era la imagen la que había gritado. Haakón aclaró cómo habían ocurrido realmente las cosas. El rico quedó anonadado y salió de la ermita. El joven salió también porque tenía prisa para emprender su viaje. Cuando por fín la ermita quedó sola, Cristo se dirigió a Haakón y le dijo:
- Baja de la cruz. No vales para ocupar mi puesto. No has sabido guardar silencio
- Señor – dijo Haakón confundido-, ¿cómo iba a permitir esa injusticia?
Y Cristo le contestó:
- Tú no sabías que al rico le convenía perder la bolsa, pues llevaba en ella el precio de la virginidad de una mujer. El pobre, en cambio, tenía necesidad de ese dinero e hizo bien en llevárselo. En cuanto al muchacho último, si hubiera quedado retenido en la ermita no habría llegado a tiempo de embarcar y habría salvado la vida, porque has de saber que en estos momentos su barco está hundiéndose en alta mar.
sábado, 4 de abril de 2009
Amigos
Y la amistad es lo que nos mantiene unidos y con ganas de hacer cosas unos por otros, aunque en ocasiones nos cueste un poco.
==============================
Amigos
Si tuviera un millón de amigos y le pidiera a cada uno una moneda, podría ser millonario.
Si tuviera 500 mil amigos les pediría tomarnos de las manos para rodear el país.
Si tuviera 200 mil amigos fundaría una ciudad donde todo el mundo se saludaría con una sonrisa.
Si tuviera 25 mil amigos, la empresa de teléfono me cortaría la línea cada vez que cumpliera años.
Si tuviera 6 mil amigos me gustaría ser el padrino de 6 mil niños.
Si tuviera mil amigos tendría dos mil manos para mí solo.
Si tuviera 365 amigos pasaría cada día del año con uno de ellos.
Si tuviera 100 amigos tendría 100 consejos.
Si tuviera 4 amigos tendría aseguradas las 4 manos que cargarían mi ataud.
Si tuviera 2 amigos sería 2 veces más feliz.
Pero si tuviera un solo amigo no necesitaría tener más.
Por eso, ¡¡¡gracias amigo!!
jueves, 2 de abril de 2009
La amistad
Por supuesto que todos tenemos amigos, pero ¿qué es un buen amigo de verdad?, ¿cómo se puede discernir si es amigo de corazón o amigo interesado? De esto trata esta breve historia.
Lo que sí está claro es que cuantos más amigos tengamos, ¡mucho mejor! Por eso nos insistía siempre Fernando Rielo en nuestro trabajo con jóvenes: ¡haced amigos!
=======================
La amistad
Hace mucho tiempo en una ciudad había un padre y un hijo que discutían siempre sobre quién tenía mejores amigos.
El hijo decía que tenía muchos y se burlaba del padre porque sólo tenía uno.
Un día cansado el padre de tantas burlas le dijo:
- Mira, mata un cordero, mánchate las manos de sangre, vete a casa de tus amigos y diles: "he matado un hombre y los alguaciles me persiguen"; luego ven y cuéntame lo que ha pasado.
El hijo así lo hizo, pero todos sus amigos le pusieron excusas, y ninguno le ayudó... Así que volvió a casa a decírselo a su padre.
Entonces el padre le dijo:
- Ahor vete a casa de mi amigo y dile lo mismo.
El hijo fue a casa del amigo de su padre y le dijo:
- He matado un hombre y los alguaciles me persiguen.
Entoces el amigo del padre le contestó:
- Rápido, ven y pasa dentro. Lávate las manos y ¡que no se entere tu padre!