Navidad es tiempo de ilusión y de inocencia, tiempo de alegría y de generosidad. El nacimiento del Niño Jesús nos recuerda que es posible una sociedad más justa, donde reine la paz y la solidaridad. Es el tiempo adecuado para la ayuda generosa a los que lo necesitan; ayuda no sólo material sino también espiritual, llevando esperanza y consuelo a los que se encuentran solos y desamparados.
Desde la Dirección de Misiones Universitarias en colaboración con los misioneros y misioneras identes se han llevado a cabo en este tiempo de Navidad cuatro proyectos muy bonitos para acercarse a la realidad de algunas comunidades y aportar un granito de arena en la construcción de una sociedad mejor en nuestro contexto lojano. Ha sido posible gracias a la generosa aportación de muchas personas, incluso desde España, que se han sumado a estas iniciativas para llevar alegría, ilusión y esperanza a estos colectivos necesitados de alguna ayuda.
A continuación viene una breve descripción de estos proyectos y al final los agradecimientos correspondientes.
Una vez identificadas las familias de bajos recursos en el barrio de San Cayetano gracias a la familia de Dña. Olga, especialmente de personas mayores, se prepararon unas canastas de Navidad con artículos apropiados para repartir.
Me ha llamado mucho la atención ver algunas casas donde viven, como se puede apreciar en las fotos. Algunas ancianas no pudieron contener las lágrimas de agradecimiento, pues su único ingreso es lo que venden en el mercado de lo que cultivan en la huerta y esta cesta de Navidad la sintieron como un milagro.
Una problemática que tiene el municipio es la cantidad de niños que venden cosas en la calle para ayudar a la subsistencia familiar y que al final se quedan sin escolarizar. Tienen varias líneas de trabajo en este sentido y nos pidieron ayuda para organizar un festival con entrega de juguetes. ¡Y allí estuvimos!
Con nuestros voluntarios se preparó un festival con entrega de juguetes a cada niño. Previamente habían escrito una carta a los Reyes Magos pidiendo lo que querían y se consiguió todo, con lo que se quedaron muy felices. Aunque creo que lo que más les gustó fue la actividad de pintarse la cara con maquillaje. ¡Estaban contentísimos y con la ilusión a flor de piel!
Aquí les conseguimos un par de uniformes deportivos para que vayan todas iguales. A mí se me saltaron las lágrimas cuando una niña con parálisis cerebral recibió su regalo y cómo manifestaba con gestos su alegría.
4. Proyecto Niños de catequesis de la parroquia de Tierras Coloradas.
El barrio de Tierras Coloradas es una zona que con el tiempo se ha degradado socialmente, con un elevado índice de violencia intrafamiliar, alcoholismo, delincuencia,... y en colaboración con el párroco estamos trabajando para mejorar la calidad de vida por medio de talleres, materiales de construcción, charlas,...
El proyecto consistió también en conseguir un regalo para cada uno de los niños que participan en la catequesis parroquial y así animar a los que no se han apuntado todavía. Para ellos fue una fiesta que contó hasta con la banda de música de la policía. Me llamó la atención la cantidad de niños, que abarrotaron la iglesia.
En resumen, han sido unas actividades que nos han permitido acercarnos a las personas necesitadas en lo material y en lo espiritual, y se ha puesto de manifiesto la generosidad de muchas personas que han colaborado para hacer realidad estos proyectos.
Sería interminable nombrar a cada uno de los benefactores y voluntarios, pero sí quiero dejar constancia del agradecimiento de todo corazón a los integrantes de Misiones Universitarias, a los amigos y misioneros de España, a los voluntarios que han participado y a todas las personas de la comunidad universitaria utepelina que han aportado su granito de arena para construir esta montaña de alegría e ilusión. A todos ¡muchísimas gracias!
