domingo, 24 de marzo de 2013

Señales de Dios

Una de las grandes preguntas de la historia y de la filosofía de todos los tiempos es la de ¿existe Dios?, y si existe ¿dónde se encuentra?

Efectivamente es un enigma que sólo se puede resolver mediente la fe, pues no hay razonamientos que abarquen y expliquen esos interrogantes.

Pero a nuestro alrededor hay indicios y rastros de su existencia: las maravillas de la naturaleza, el orden del universo, la sed de amor,... son pistas que delatan su presencia para el observador inquieto.

La historia de esta semana, que lleva por título Señales de Dios, recoge una antigua leyenda que hace referencia a esta idea, y que recuerda que las cosas realmente importantes están más cerca de las personas sencillas que de las que se tienen por sabios.

También hay un conocido canto indio que hace referencia a este tema y que ya salió en estas páginas hace un tiempo.

¡Aquí va y espero que os guste!
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Señales de Dios

Se cuenta que un viejo árabe, analfabeto, oraba con tanto fervor y con tanto cariño cada noche que cierta vez el poderoso jefe de una gran caravana lo llamó a su presencia y le preguntó:

- ¿Por qué oras con tanta fe? ¿Cómo sabes que Dios existe cuando ni siquiera sabes leer?

El viejo respondió:
- Gran señor, conozco la existencia de Dios por las señales que nos muestra.

El jefe indagó con algo de sorpresa:
- ¿Cómo así?

El humilde siervo le explicó:
- Cuando usted recibe una carta de alguna persona ausente ¿cómo sabe quién la escribió?

El jefe respondió:
- Por la letra.

- Cuando usted recibe una joya, ¿cómo obtiene información acerca de la persona que la elaboró?

El jefe volvió a responder:
- Por la firma del orfebre.

El viejo sonrió y agregó:
- Cuando oye pasos de animales alrededor de la tienda ¿cómo sabe, después, si fue un carnero, un caballo o un buey?

Sorprendido, el jefe respondió:
- Por las huellas.

Entonces, el viejo creyente lo invitó a salir de la barraca y, mostrándole el cielo, donde la Luna brillaba rodeada por multitudes de estrellas, exclamó respetuosamente:

- Señor, aquellas señales, allá arriba, ¡No pueden ser de los hombres!

En ese momento, el orgulloso jefe de la caravana también comenzó a orar.

viernes, 22 de marzo de 2013

The Wind That Shakes The Barley

El tema musical de esta semana es una canción cantada 'a capela', sin acompañamiento instrumental, cuya letra es un poema épico irlandés titulado The Wind That Shakes The Barley, algo así como El viento que mece la cebada.


El poema es original de Robert Dwyer Joyce y ha inspirado la película dirigida por el famoso director Ken Loach que lleva el mismo título y que fue estrenada en el 2006, ganando varios premios.

La historia gira en torno a las penalidades que traen las guerras, en este caso la rebelión de Irlanda en el 1798, y narra la separación de dos amantes y la muerte de uno de ellos, mientras 'el viento mece la cebada'.

La cantante es Lisa Gerrard, integrante del grupo australiano Dead Can Dance, que tiene un timbre de voz impresionante. He encontrado un par de versiones que me encantan: la primera con imágenes de Irlanda, como no podía ser de otro modo, y la segunda de una actuación en directo.

La letra de la canción, en español y en inglés, va después de los videos. ¡Espero que os guste!

Aquí va la primera versión con imágenes de Irlanda:



Y la segunda, de una actuación en directo:


Letra en español

El viento que mece la cebada 

Dead Can Dance
Sentado frente al verdor del valle
tomé su mano entre las mías,
con un corazón dividido
por la lucha entre dos amores:
mi amor por ella y el otro, un nuevo amor,
por mi amada tierra Irlanda.

Mientras, el viento corría por el valle
creando olas en un mar dorado de cebada,
olas que reventaban en las orillas de un corazón
en busca de palabras para expresar
mi partida de su lado
y la indignación por la opresión extranjera

Y solamente logré decir:
mañana emprenderé el camino
hacia el valle y a la resistencia me uniré
cuando la brisa acaricie el campo.

Con la tristeza de mi corazón sequé sus lágrimas
y mientras en mis brazos la tenía
un ruido ensordecedor acalló el silencio;
y del bosque llegó un zumbido estremecedor:
una bala cruzó el valle
y el corazón de mi amada,
llevándose su vida en plena primavera

Gota a gota se desvanecía entre mis brazos
cuando la brisa acariciaba el campo .
Sangre por sangre sin remordimiento
será mi bandera de lucha por la resistencia.

He entregado mi amada a la tierra
pero sé que muy pronto a ella me uniré
Mañana, tarde y noche
alrededor de su tumba
con pesar he deambulado .

Y mi corazón se parte cada vez que escucho
como la brisa acaricia el campo.

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Letra en inglés

The Wind That Shakes The Barley
Dead Can Dance
I sat within the valley green
I sat me with my true love.
My sad heart strove the two between
The old love and the new love. 

The old for her the new
That made me think on Ireland dearly.
While soft the wind blew down the glade
And shook the golden barley. 

T'was hard the woeful words to frame
To break the ties that bound us.
But harder still to bear the shame
Of foreign chains around us.
And so I said the mountain glen
I'll meet at morning early. 

And I'll join the bold united men
While soft winds shook the barley.
T'was sad I kissed away her tears
My fond arm round her flinging.
When a foe, man's shot burst on our ears
From out the wild woods ringing. 

A bullet pierced my true love's side
In live's young spring so early.
And on my breast in blood she died
While soft winds shook the barley.
But blood for blood without remorse
I've ta'en at oulart hollow. 

I've lain my true love's clay like corpse
Where I full soon must follow.
Around her grave I've wandered drear
Noon, night, and morning early.
With breaking heart when e'er I hear 

The wind that shakes the barley.

martes, 19 de marzo de 2013

Javierada 2013

Un año más la Pastoral Universitaria de Madrid se ha unido a la tradicional Javierada 2013 (peregrinación cuyos inicios datan del año 1940) para honrar a San Francisco Javier, misionero jesuita y el santo navarro por excelencia.
Grupo de Pastoral Universitaria
En esta ocasión se aprovechó la convocatoria de la Delegación de Juventud de la diócesis de Madrid dentro del contexto de la Misión Madrid en el Año de la Fe. 


Atardecer en el camino
Comienza la caminata
En total, según informó el Diario de Navarra que estaba cubriendo el evento, unos 21.000 peregrinos acudieron al castillo de Javier el día 16 de marzo, de los que más de 3.000 eran procedentes de Madrid.

En lo que sigue haremos un breve relato de las vivencias de ese fin de semana, que ha sido para todos muy enriquecedor tanto en lo espiritual como en la convivencia con nuevos amigos, terminando con un ambiente de gran camaradería.

Día 15, viernes.
Presentaciones
Salimos de Madrid por la tarde con rumbo a la localidad navarra de Marcilla, a unos 60 Km de Javier, donde vamos a pasar la noche en el polideportivo municipal. 

Y lo primero es presentarnos y conocernos, ya que vamos a convivir durante los próximos días y la mayoría, salvo el grupo de la Escuela de Industriales que arrasó, no nos conocíamos.

Día 16, sábado.
Salimos temprano del polideportivo y el autobús nos deja en la carretera, a unos 24 Km de Javier, para iniciar nuestra caminata. 
 
La Venta de Judas
Una sonrisa típica
Ya se ven numerosos grupos de peregrinos que van caminando por la carretera, algunos desde Pamplona, y, aunque hay nieve a los lados de la carretera y hace frío, la alegría es la nota predominante.


Instrucciones para la marcha
Una parada obligada para reponer fuerzas es en La Venta de Judas, clásico lugar de avituallamiento donde voluntarios reparten comida y bebida a todos los que se acercan. ¡Y nosotros no fuimos menos que los demás! 


¡Comida!
¡Siga la flecha!
Con el tiempo un tanto inestable continuamos caminando hasta llegar a Sangüesa, lugar elegido para comer y donde comienza el tradicional Via Crucis, comida que está animada con un poco de lluvia y otro poco de frío, pero que en vez de asustarnos nos anima aún más. 
  
El grupo en Javier

En Sangüesa se van concentrando los peregrinos, que llegan desde todos los lugares, para iniciar juntos el Via Crucis hasta el castillo de Javier. Además de jóvenes universitarios y colegiales, también se ven familias enteras, personas mayores, madres con niño en el carrito,... lo que da idea de la importancia que tiene este día para las personas del lugar y de toda Navarra.
  
Via Crucis
Misa multitudinaria
Salimos de Sangüesa a las 3 de la tarde y recorremos los 8 Km que nos separan de Javier en casi 2 horas, llegando justo a tiempo para la celebración de la misa. Es realmente impresionante ver el río de gente por la carretera hasta llegar a Javier.
  
Basílica de Javier
La explanada del castillo está llena a rebosar para la misa presidida por el Cardenal de Madrid, y aunque el tiempo no es el ideal, debido al frío y la lluvia, todo el mundo la sigue con mucha atención. 

Una vez concluida la misa podemos visitar el castillo donde nació San Francisco Javier, la iglesia donde fue bautizado y la Basílica que se construyó en su honor, todo muy bien conservado. 


Cristo de la Sonrisa
En el castillo se conserva una talla del siglo XIII en madera conocida como el Cristo de la Sonrisa, que es muy venerado porque, según la tradición, la escultura sudaba sangre cuando San Francisco Javier estaba agonizando, y es el único que está sonriendo en la cruz.

Ya se hace tarde y regresamos al polideportivo de Marcilla, que a estas alturas nos parece nuestra segunda casa, para cenar, y tras una velada que nos hace pasar un rato muy agradable nos disponemos a iniciar un merecido sueño reparador.

Día 17, domingo.
Misa en el polideportivo
Después de un rato de oración en la capilla del convento de las madres concepcionistas de Marcilla tomamos el bus y nos dirigimos a Pamplona para participar en la misa que se ha organizado a las 12h. para los peregrinos que han venido desde Madrid. Somos tantos que hay que celebrarla en el polideportivo de la Universidad de Navarra, que está totalmente abarrotado.  

Puesta en común
Pero antes de comenzar la eucaristía aprovechamos para hacer una puesta en común de las impresiones que hemos tenido durante este fin de semana, en las que el denominador común es la alegría de la fe compartida y vivida con otras personas de la misma edad, hecho que en las circunstancias habituales de la vida cotidiana de la universidad no se suele dar.
  
Convento Clarisas de Belorado
Y nada más terminar la misa emprendemos el camino de regreso hacia Madrid... pasando por el pueblecito burgalés de Belorado, donde nos espera una sorpresa muy agradable: visitar el monasterio de clausura de las hermanas clarisas y departir un rato con ellas para intercambiar impresiones. Nos llama la atención su alegría y espontaneidad, reflejo de su vida entregada a Dios entre los muros del monasterio.

Y ya por fin emprendemos rumbo a casa, con la satisfacción de haber pasado un fin de semana estupendo y esperando volver a vernos en próximas actividades de la Pastoral Universitaria. 

¡Muchas gracias a todos y cada uno!

Grupo con la bandera
La Historia de la Semana