martes, 8 de marzo de 2011

Escuela de Profesores

El verano está a la vuelta de la esquina y hay que ir pensando en prepararlo desde ya mismo.

Y una actividad importante dentro de Juventud Idente son los campamentos  que se celebran en Quintanabaldo (Burgos), en los que participan niños y jóvenes de toda España.

El pasado fin de semana del 5 y 6 de marzo se celebró en Los Molinos (Madrid) una Escuela de Profesores para ir formando a los futuros responsables de los campamentos de verano.

Nos juntamos casi 40 personas entre asistentes y ponentes y fue un momento de reencuentro para muchos amigos. 


Nos sorprendió la nieve (¡hubo quien la conoció por vez primera!) y no pudimos resistir la tentación de lanzarnos unas cuantas bolas, más que nada para entrar en calor.

La valoración final fue muy positiva para todos (incluso para los que rompieron el coche por culpa de la nieve y no pudieron regresar a su casa a la hora prevista...) 

 

Aquí van unas cuantas fotos de recuerdo para inmortalizar el evento. Me ha resultado difícil seleccionar unas cuantas para no ser muy pesado, pero espero que os gusten.

¡La representación de Pamplona fue la más alta!, aunque la del lugar más alejado fue de Chile.




Por lo menos las caras denotan un buen grado de satisfacción...



Y también de atención a todo lo que se decía....


Importantísimo el trabajo de la cocina... (aunque el café llegó un poco tarde y sin leche ni azucar ... :-)) Pero lo que cuenta es la sonrisa de todos y ¡que no nos quedamos con hambre...!


Aquí un par de angelitos...






 
Y otro par de angelitos un poco más serio...

Más sonrisas de satisfacción y diversas instantáneas para terminar...


Desde Palma, Pamplona, Sevilla.....
...a Madrid
¡¡Hasta la próxima!!!


La Historia de la Semana

viernes, 4 de marzo de 2011

El elefante encadenado

He rescatado del baúl de antiguas historias ésta de Jorge Bucay que me ha servido en ocasiones para ilustrar cómo vivimos encadenados a nuestros prejuicios de manera insconsciente.

A veces vivimos atados a estacas que pueden ser pequeñas e insignificantes, pero que suponen un lastre en nuestras relaciones con los demás y a la hora de iniciar nuevas empresas.

Por eso, aunque no demos importancia excesiva a los prejuicios, hay que estar muy atentos para que no nos impidan desarrollar todo lo bueno que llevamos en el corazón.

En Hamlet de W. Shakespeare una de las protagonistas exclama:  Sabemos lo que somos, pero ignoramos lo que podríamos llegar a ser. Para descubrirlo hay que ir rompiendo las estacas que nos atan y amordazan.

Esta historia de El elefante encadenado puede servir para reflexionar un poco sobre este tema. 



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El elefante encadenado

Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba eran los animales. Me llamaba poderosamente la atención el elefante. Después de su actuación, el elefante quedaba sujeto solamente por una  cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.

Sin embargo la estaca era un minúsculo pedazo de madera, apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que ese animal, capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría con facilidad arrancar la estaca y huir. 

¿Qué lo sujeta entonces? ¿Por qué no huye?

Cuando era chico, pregunté a los grandes. Algunos de ellos me dijeron que el elefante no escapaba porque estaba amaestrado.  Hice entonces, la pregunta obvia... 

- Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan?  

No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo, me olvidé del misterio del elefante y la estaca.

Hace algunos años descubrí que alguien había sido lo suficientemente sabio como para encontrar la respuesta: "El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño."

Cerré los ojos e imaginé al indefenso elefante recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que, en aquel momento, el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo.  La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Imaginé que se dormía agotado y al día siguiente lo volvía a intentar, y al otro día y al otro...
Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Este elefante enorme y poderoso que vemos  en el circo no escapa porque ¡CREE QUE NO PUEDE!

Tiene grabado el recuerdo de la impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese recuerdo. Jamás, jamás intentó volver a poner a prueba su fuerza.


Cada uno de nosotros somos un poco como ese elefante: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad. 

Vivimos pensando que "no podemos" hacer un montón de cosas  simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos. 

Hicimos entonces lo mismo que el elefante, y grabamos en nuestra memoria este mensaje: NO PUEDO, NO PUEDO Y NUNCA PODRÉ.

Jorge Bucay 



miércoles, 2 de marzo de 2011

Cuida el planeta!!

Un tema que no ha aparecido todavía por estas páginas es el de la conciencia medioambiental, el cuidado del entorno en que vivimos.

Es una realidad que nuestro medio ambiente se ve cada vez más degradado por múltiples influencias: sobre-explotacion forestal, vertidos incontrolados, residuos tóxicos,... Y no solemos darnos cuenta de que, al final, todo revierte de nuevo sobre nosotros.
 
Por eso no sólo hay que esperar que los demás  cuiden el planeta: cada uno de nosotros, en su parcela, tiene que hacerlo día a día.

La Naturaleza es una de las obras más perfectas de la creación y un motivo de éxtasis para los que tienen cierta sensibilidad (¡tampoco hace falta mucha para disfrutar de una puesta de sol o un paseo por la montaña!)

El video de esta semana, elaborado por la WWF, muestra una animación en la que se recrea la idea de que lo que hacemos individualmente repercute en los demás, y al final, en nosotros mismos.



La Historia de la Semana

lunes, 28 de febrero de 2011

Curiosidades del blog

La aventura de abrir este blog, que comenzó como una forma sencilla de mantener contacto con familiares y amigos, se está consolidando poco a poco y va creciendo en número de visitas desde los lugares más insospechados.

Por ejemplo, una de las bitácoras del diario El País de nombre Batiburrillo ha incluido entre sus enlaces el que mencionaba a San Juan de la Cruz:

No me resisto a incluir este gráfico del tráfico del blog de los últimos meses. Como se puede apreciar, despacio pero de forma constante va creciendo el número de visitas. 

Y todo gracias a vosotros, los lectores asiduos del blog, ya que no hay ningún apoyo ni ninguna otra fuente de difusión sino la que hacéis entre vuestros amigos cuando os gusta un artículo.

En los últimos tres meses, las páginas más visitadas han sido éstas:

¡lo que confirma que nuestra generación es más audiovisual que lectora, pues ganan los videos! 

Muchas gracias de corazón a tod@s los que se acercan a este rinconcito y seguimos adelante siempre con ilusión. 

La Historia de la Semana

jueves, 24 de febrero de 2011

Porcelain Unicorn

Comparto esta semana un corto que me acaban de enviar y que fue ganador del concurso Philips Parallel Lines 'Tell It Your Way', o sea, algo así como 'dilo a tu manera'.

Se titula Porcelain Unicorn (El unicornio de porcelana), y en 3 minutos condensa toda una historia de amor y amistad que reúne los más valiosos elementos que podemos desear en la vida: defensa del débil, justicia, generosidad, superación de dificultades, espera, reencuentro,...

Y especialmente una ternura que a mí me ha llamado mucho la atención. Pero seguro que a cada uno que lo vea le dirá mucho más.

Tiene un breve diálogo en inglés pero se entiende perfectamente. 

Y sin más aquí va Porcelaine Unicorn. ¡A ver si os gusta!




La Historia de la Semana

martes, 22 de febrero de 2011

Señor, ayúdame!

Mucha gente piensa que orar es repetir mecánicamente unas palabras, más o menos sentidas, dirigidas a Dios. A veces sí, pero su efecto va mucho más allá. Si esas palabras no tienen una clara repercusión en mi cotidianeidad, es que algo no va bien. 

La historia de esta semana es una oración de Gandhi que expresa magníficamente esta repercusión en los demás. 


De hecho ha sido utilizada en las escuelas de liderazgo para hacer ver a los futuros líderes cómo es la mejor manera de acercarse a los demás, cómo debe ser mi actitud frente a las situaciones que la vida nos va deparando, sin dejarse llevar por la corriente.

 
Y dicho de una forma que ya San Juan resumió sencillamente: no puedo amar a Dios a quien no veo si no amo a mi hermano a quien veo.

En definitiva, se trata de una apuesta por la superación personal en la dirección más bonita: la del amor. Aquí va esta magnífica y actual oración de Gandhi.

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Señor, ayúdame!
Señor,
Ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes 
y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.

Si me das fortuna, no me quites la razón.
Si me das éxito, no me quites la humildad.

Si me das humildad, no me quites la dignidad.

  
Ayúdame siempre a ver la otra cara de la moneda,
no me dejes culpar de traición a los demás por no pensar igual que yo.
Enséñame a querer a la gente como a ti mismo y a no juzgarme como a los demás.

 
No me dejes caer en el orgullo si triunfo, ni en la desesperación si fracaso.
Mas bien, recuérdame que el fracaso es la experiencia que precede al triunfo.


Si me quitas el éxito, déjame fuerzas para aprender del fracaso.
Si yo ofendiera a la gente, dame valor para disculparme
y si la gente me ofende, dame valor para perdonar.

¡Señor...si yo me olvido de ti, nunca te olvides de mí!

viernes, 18 de febrero de 2011

El mensaje del anillo

Una de las características de las personas grandes de corazón es el 'saber estar' en todo momento y lugar: tanto si las cosas van bien como si van mal, saben distinguir la parte que corresponde a la propia responsabilidad (y aceptar las consecuencias), como la parte que escapa al control de cada uno. 


De la misma manera, 'saben estar' en medio de cualquier tipo de personas, tanto si son cultas como ignorantes, ricas o pobres, viejas o jóvenes.

El cuento de esta semana trata precisamente de saber mantener la integridad personal en medio de cualquier circunstancia, tanto si es buena o agradable como si es mala o triste, sin dejar que se nos nuble la visión, y así poder tener una visión objetiva de las cosas.

Y es que en el camino de la vida hay que ir adquiriendo esta madurez personal para afrontar cualquier situación siempre con fe y esperanza en el futuro.

Y sin más, aquí va El mensaje del anillo.


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El mensaje del anillo

Hubo una vez un rey que dijo a los sabios de la corte: "Me están haciendo un precioso anillo, con un diamante extraordinario, y quiero guardar dentro de él un mensaje muy breve, un pensamiento que pueda ayudarme en los momentos más difíciles, y que ayude a mis herederos y a los herederos de mis herederos, para siempre".

Aquellos sabios podrían haber escrito grandes tratados sobre muchos temas, pero escribir un mensaje de sólo dos o tres palabras era bastante más complicado. 


Pensaron, buscaron en sus libros, pero no encontraban nada. El rey lo consultó entonces con un anciano sirviente por el que sentía un gran respeto. Aquel hombre le dijo: "Hace muchos años estuve unos días al servicio de un gran amigo de tu padre. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento, me entregó este diminuto papel doblado. Me insistió en que no lo leyera antes de necesitarlo de verdad, cuando todo lo demás hubiera fracasado. Ahora es tuyo. Tómalo y ponlo en tu anillo".
 
Aquel momento de necesidad no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió su reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos le perseguían. Llegó a un lugar donde el camino se acababa. No había salida. Frente a él había un precipicio. Tampoco podía volver, porque el enemigo le cerraba el paso. Ya escuchaba el trotar de los caballos de sus perseguidores. Cuando iba a rendirse, se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y leyó el misterioso mensaje. Tenía sólo tres palabras: "Esto también pasará".

Tuvo fuerzas entonces para resistir un poco más. Sus enemigos debieron de perderse en el bosque, pues poco a poco dejó de escucharse el trote de los caballos. El rey recobró el ánimo, regresó, reunió a sus ejércitos y reconquistó el reino. Hubo una gran celebración, con banquete, música y bailes. Se sentía muy orgulloso de su triunfo. 

El anciano estaba sentado a su lado, en un lugar preferente, y le dijo: "Ahora también es un buen momento para leer el mensaje". "¿Qué quieres decir?", preguntó el rey. "Ese mensaje no es sólo para cuando eres el último; también es para cuando eres el primero".
El rey volvió a leerlo, y nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba, pero su orgullo, su altivez, su egolatría, habían desaparecido.

Comprendió que todo pasa, que ningún éxito o fracaso son permanentes. Como el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza, y hay que aceptarlos como parte de la naturaleza, porque pertenecen a la misma esencia de las cosas.


(Las fotos son paisajes de los Picos de Europa, en Asturias) 


La Historia de la Semana

miércoles, 16 de febrero de 2011

Sometimes

Va siendo hora de intercalar un video musical para relajarse y descansar 5 minutos, que nunca viene mal.

En esta ocasión comparto un tema del grupo B-Tribe titulado Sometimes, grupo de origen alemán que se dio a conocer en los años 90. 
 
Me ha llamado la atención porque mezcla muy armoniosamente la guitarra española y los ritmos flamencos con la música ambiente, logrando una atmósfera muy especial y relajante.

El video está rodado sobre todo en Africa y tiene escenas muy bonitas y simpáticas.

Y la letra no tiene desperdicio:  de vez en cuando se oye sometimes y ole. (Será por la influencia española...)

¡Espero que lo disfrutéis! 

La Historia de la Semana

lunes, 14 de febrero de 2011

Una historia de amor

Aprovecho el día de San Valentín para felicitar a todos los enamorados que se asoman a este rinconcito de la web.

Y como no podía ser menos, hoy comparto una historia de amor sencilla y muy ilustrativa de una cualidad del amor auténtico: la donación generosa. Una relación en la que no haya generosidad y desprendimiento personal se podrá llamar de muchas maneras, pero nunca amor.

Y además, cuando se es generoso, de forma inexplicable, al final se recibe más de lo que se entrega.

De esto trata precisamente la historia de esta semana, Una historia de amor.

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Una historia de amor

Renato casi no vio a la señora en el auto parado al costado de la carretera. Llovía fuerte y era de noche. Pero se dio cuenta que necesitaba ayuda.

Así que paró su auto y se acercó. El coche de la señora olía a pintura, de tan nuevo. La señora pensó que pudiera ser un asaltante, pues no inspiraba confianza, parecía pobre y hambriento.

Renato percibió que ella tenía mucho miedo y le dijo: "Estoy aquí para ayudarla madame, no se preocupe. ¿Porque no espera en el auto que está más calientito? A propósito, mi nombre es Renato"...

Bueno, lo que pasaba es que ella tenía una rueda pinchada y para colmo era una señora de edad avanzada, algo bastante incómodo. Renato se agachó, colocó el gato mecánico y levantó el auto. Y con esfuerzo cambió la rueda. Pero quedó un poco sucio y con una herida en una de las manos.

Cuando apretaba las tuercas de la rueda ella abrió la ventana y comenzó a conversar con él. Le contó que no era del lugar, que sólo estaba de paso por allí y que no sabía cómo agradecer por la preciosa ayuda presatada. Renato apenas sonrió mientras se levantaba.

Ella preguntó cuanto le debía. Ya había imaginado todas las cosas terribles que podrían haber pasado si Renato no hubiese parado para socorrerla. Pero Renato no pensaba en dinero, le gustaba ayudar a las personas.

Este era su modo de vivir. Y respondió: "Si realmente quisiera pagarme, la próxima vez que encuentre a alguien que precise de ayuda, déle a esa persona la ayuda que precise y acuérdese de mí"...

Algunos kilómetros después la señora se detuvo en un pequeño restaurante, la camarera vino hasta ella y le trajo una toalla limpia para que secase su mojado cabello y le dirigió una dulce sonrisa.

La señora notó que la camarera estaba con casi ocho meses de embarazo, pero no dejaba que la tensión y los dolores le cambiaran su actitud.

La señora se preguntaba con curiosidad cómo alguien que tenía tan poco podía tratar tan bien a un extraño. Entonces se acordó de Renato. Después que terminó su comida, y mientras la camarera buscaba cambio, la señora se fue.

Al volver la camarera con el cambio y no verla se extrañó, y descubrió algo escrito en una servilleta, sobre la cual tenía 10 billetes de 100 dólares.

Le cayeron las lágrimas de sus ojos cuando leyó lo que la señora había escrito. Decía: "Tú no me debes nada, yo tengo bastante. Alguien me ayudó hoy y de la misma forma te estoy ayudando. Si tú realmente quisieras reembolsarme este dinero, no dejes que este círculo de amor termine contigo, ayuda a alguien..."

Aquella noche, cuando fue a casa, cansada se acostó en la cama, su marido ya estaba dormido y ella quedó pensando en el dinero y en lo que la señora dejó escrito.

¿Cómo pudo esa señora saber cuanto ella y el marido precisaban de aquel dinero? Con el niño que estaba por nacer el próximo mes todo se estaba complicando.

Quedo pensando en la bendición que había recibido, y esbozó una gran sonrisa. Le dio las gracias a Dios y se volvió hacia su preocupado marido que dormía a su lado, le dió un beso suave y susurró: 

"Todo estará bien; te amo Renato!"


viernes, 11 de febrero de 2011

El cielo

La amistad es uno de los valores más importantes que tenemos y debemos cultivar. Ya decía el clásico que Quien tiene un amigo tiene un tesoro, y es un tema que ha salido repetidamente en el blog.

La historia de esta semana es un cuento de Paolo Coelho que trata de la amistad y lleva por título El Cielo

Seguramente muchos ya lo conocerán, pero merece la pena incluirlo aquí porque nos recuerda que a un amigo de verdad no hay que dejarlo abandonado.

Y no sólo eso, sino que hay que cuidar y alimentar la amistad para que siga creciendo y echando raíces en lo más profundo del corazón. O dicho en palabras de Jesús: No hay mayor amor que dar la vida por el amigo.

Y con mi gratitud a todos mis amigos, de los que tanto he aprendido y me han enseñado, aquí va El Cielo, de Paulo Coelho. ¡Espero que os guste!

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El cielo

Un hombre, su caballo y su perro iban por una carretera. Cuando pasaban cerca de un enorme árbol, cayó un rayo y los tres murieron fulminados. Pero el hombre no se dio
cuenta de que ya había abandonado este mundo, y prosiguió su camino con sus dos animales; a veces los muertos tardan un cierto tiempo antes de ser conscientes de su nueva condición.

La carretera era muy larga, colina arriba; el sol era muy fuerte, estaban sudados y sedientos. En una curva del camino vieron un portal magnífico, todo de mármol, que conducía a una plaza pavimentada con adoquines de oro, en el centro de la cual había una fuente de donde manaba un agua cristalina. El caminante se dirigió al hombre que custodiaba la entrada. 
 - Buenos días.
- Buenos días -respondió el guardián.
- ¿Cómo se llama este lugar tan bonito?
- Esto es el Cielo.
- ¡Qué bien que hayamos llegado al Cielo, porque estamos sedientos!
- Usted puede entrar y beber tanta agua como quiera. -y el guardián señaló la fuente.
- Pero mi caballo y mi perro también tienen sed.
- Lo siento mucho -dijo el guardián- pero aquí no se permite la entrada a los animales. 



El hombre se levantó con gran disgusto, puesto que tenía muchísima sed, pero no pensaba beber solo; dio las gracias al guardián y siguió adelante. Después de caminar un buen rato cuesta arriba, exhaustos, llegaron a otro sitio, cuya entrada estaba marcada por una puertecita vieja que daba a un camino de tierra rodeado de árboles. 

A la sombra de uno de los árboles había un hombre echado, con la cabeza cubierta por un sombrero, posiblemente dormía.
- Buenos días -dijo el caminante. 
El hombre respondió con un gesto con la cabeza.
- Tenemos mucha sed mi caballo, mi perro y yo.
- Hay una fuente entre aquellas rocas -dijo el hombre, indicando el lugar.
- Podéis beber tanta agua como queráis.

El hombre, el caballo y el perro fueron a la fuente y calmaron su sed. El caminante volvió atrás para dar las gracias al hombre.
- Podéis volver siempre que queráis -le respondió.-
- A propósito ¿cómo se llama este lugar? -preguntó el hombre.

- El Cielo.
- ¿El Cielo? ¡Pero si el guardián del portal de mármol me ha dicho que aquello era el Cielo!
- Aquello no era el Cielo, era el Infierno.

El caminante quedó perplejo.
- ¡Deberíais prohibir que utilicen vuestro nombre! ¡Esta información falsa debe de provocar grandes confusiones! -dijo. 

- ¡De ninguna manera! En realidad, nos hacen un gran favor, porque allí se quedan todos los que son capaces de abandonar a sus mejores amigos.

Paulo Coelho

La Historia de la Semana

martes, 8 de febrero de 2011

El cazo de Lorenzo

Ha circulado estos días entre mis amigos el video que hoy comparto, titulado El cazo de Lorenzo, y me ha parecido muy apropiado para añadirlo al blog.

Decir que todos somos distintos es una trivialidad y un lugar común, pero en esa gama de distinciones hay quienes llevan, sin saberlo, la peor parte: los discapacitados. 

El video de esta semana nos da una cuantas pistas para ser conscientes de la situación y saber actuar de la forma apropiada. 

Con muy poco de nuestra parte podemos hacer un gran bien. Siempre recordaré la expresión de un niño con muchas dificultades de integración social la primera vez que actuó en un campamento de verano. Literalmente cambió de actitud y se produjo un pequeño milagro: a pesar de que objetivamente lo hizo fatal, todos valoraron su esfuerzo y se pudo integrar en el grupo y hacer amigos.

Y sin más, aquí va El cazo de Lorenzo, esperando que os sea tan útil como a mí.


La Historia de la Semana