viernes, 5 de febrero de 2010

El problema del Sultán

Creo que fue Diógenes, allá por el siglo IV a.C., el que iba por las calles de Atenas con una lámpara 'buscando un hombre'. Y cuando le decían que la ciudad estaba llena de ellos, respondía: 'yo busco uno de verdad'.

La historia de esta semana me ha recordado esta anécdota de Diógenes, pues trata precisamente sobre la búsqueda de una persona honesta. Cada vez que uno se asoma a las noticias de la prensa o la televisión me viene la misma pregunta: '¿pero no hay un hombre honrado en esta sociedad actual?'. Yo creo que sí los hay, y muchos más de lo que parece a primera vista, pero realizan su labor de forma callada y altruista, sin publicidad.

Y sin más aquí os dejo con El problema del Sultán. Espero que os guste.

==========================================
EL PROBLEMA DEL SULTÁN

El sultán estaba desesperado por no encontrar un nuevo recaudador.


-¿No hay ningún hombre honesto en este país que pueda recaudar los impuestos sin robar dinero? -se lamentó el sultán. Acto seguido llamó a su consejero más sabio y le explicó el problema.

-Anunciad que buscáis un nuevo recaudador, Alteza -dijo el consejero-, y dejadme a mí el resto. 

Se hizo el anuncio y aquella misma tarde la antecámara del
palacio estaba llena de gente. Había hombres gordos con trajes elegantes, hombres delgados con trajes elegantes y un hombre con un traje vulgar y usado. Los hombres de los trajes elegantes se rieron de él.

-El sultán, por supuesto, no va a seleccionar a un pobre como su recaudador -dijeron todos.
Por fin entró el sabio consejero.

-El sultán os verá a todos en seguida -dijo-, pero tendréis que pasar de uno en uno por el estrecho corredor que lleva a sus aposentos. 

El corredor era oscuro y todos tuvieron que ir palpando con sus manos para encontrar el camino. Por fin, todos se reunieron ante el sultán.

-¿Qué hago ahora? -susurró el sultán. 

-Pedid que bailen todos -dijo el hombre sabio. 


Al sultán le pareció extraña aquella medida, pero accedió, y todos los hombres empezaron a bailar. 

- Nunca en mi vida he visto unos bailarines tan torpes -dijo el sultán-. ¡¡Parece que tienen pies de plomo!!

Sólo el hombre pobre con su traje vulgar y usado pudo saltar mientras bailaba. 

- Este hombre es vuestro nuevo recaudador- dijo el hombre sabio-. Llené el corredor de monedas y joyas y él fue el único que no llenó sus bolsillos con las joyas robadas y por eso baila ligero. 

Y de esta manera, el sultán encontró un hombre honrado para llevar sus negocios.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Los prejuicios

Uno de los aspectos que más llaman la atención hoy día en nuestras sociedades globalizadas son los prejuicios con los que afrontamos la relación con el desconocido.

En el subconsciente de muchas personas habitan actitudes de rechazo, de lejanía,... que salen a la luz cuando se encuentran con otras personas que son diferentes por el color de su piel, por su religión, por su status social,... y que no tienen otra base que los pre-juicios, las ideas preconcebidas que nos hacemos de los demás sin otro fundamento que nuestra propia imaginación.

El video de esta semana es muy sencillo pero muy ilustrativo de esta situación, y por ello lo comparto. Y al final, después de verlo, unas cuestiones que me han interpelado.



Como me ha hecho pensar un poco, comparto mis impresiones en forma de preguntas, por si sirve para trabajar el tema de los prejuicios con los grupos de jóvenes con los que trabajamos:

- ¿Con quién me identifico más en mi vida cotidiana: con la madre o con el joven que ayuda? 
- ¿Y con quién me gustaría identificarme?
- ¿Qué haría yo en el caso del joven y en el caso de la madre?
- ¿Influye el hecho de que el joven sea de color?
- ¿Se desanima por la dificultad de la empresa de subir a por el globo? 
- ¿Yo dejo las cosas a medias?
- ¿Cómo interpreto que tenga su habitación con unos cuantos globos?
- ¿Por qué sigue ayudando a los demás?
- ¿Tendrán los colores de los globos algún significado?

viernes, 29 de enero de 2010

Imposible ser buen profesor

Estamos en período de exámenes en la universidad y no podía dejarlo pasar sin tributar un sentido y necesario homenaje a los sufridos y abnegados profesores, tan poco comprendidos en estos tiempos que corren.

Así que, en clave de humor, no exento de un fondo de verdad más grande que una pirámide de las grandes, comparto la historia de esta semana sobre la dificultad de ser un buen profesor. 


¡¡Y de paso incluimos un texto más relajado para que no todo sea siempre en plan serio !!
==========================

Imposible ser buen profesor

Si es simpático, es un confianzudo.
Si es serio, es un amargado.

Si es joven, es un inexperto.
Si es viejo, está pasado de moda.
Si bebe, es un borracho.
Si no lo hace, es un puritano aburrido.


Si concede permisos, tiene preferencias.
Si no los concede, es insensible e inhumano.
Si es estricto, no le satisface nada.
Si no lo hace, es un mediocre.
Si exige cumplimiento es un mandón.
Si no lo hace, es un incapaz.

Si defiende la moral, es moralista.
Si no lo hace, es un alcahuete.
Si busca mejoras, no le gusta nada de lo que hay.
Si no lo hace, es anquilosado e indiferente.
Si nombra sus títulos, es presumido.
Si no lo hace, es un analfabeto favorecido.
OJO: si el estudiante sobresale, es virtud del estudiante;
si a éste le va mal es culpa del profesor.

Si fomenta la investigación, acosa a los estudiantes.
Si no lo hace, le da miedo profundizar en los temas.
Si se expresa con propiedad, es un sabelotodo.
Si no lo hace, no es idóneo en su materia.

Conclusión: Ser Rector, Coordinador, Profesor, requiere:

La Sabiduría de SALOMÓN

La Paciencia de JOB

La Sordera de BEETHOVEN
La Sonrisa de GIOCONDA
La Mansedumbre de SAN FRANCISCO
La Astucia del ZORRO
La Actividad de una ABEJA
El Valor de un LEÓN.