miércoles, 13 de enero de 2010

Post número 100

Según los datos del blog hemos superado las 100 entradas con el post anterior, desde sus comienzos hace un año y pico, y todas ellas distintas. ¡¡Increíble!!

Ha supuesto todo un reto estar semana tras semana en contacto con todos los amigos de la lista, buscando una historia, un video, un relato que nos hiciera reflexionar -a mí el primero- y nos ayudara a crecer como personas y a mejorar nuestro entorno, pensando especialmente en los que trabajamos con niños y adolescentes.

Me encantaría poder estar personalmente con cada una de las personas que se han asomado a este blog y darles las gracias por su acompañamiento durante este tiempo. Simplemente para compartir un instante y mirar juntos el futuro en la misma dirección, sin más pretensiones que saberse amigos y compañeros de camino.

Como me resulta bastante difícil hacer realidad este sueño, me conformo con proponer un video que es maravillosamente intrascendente: una coreografía de agua, para resaltar el hecho de que lo más importante para mí en esta ocasión no es tanto el mensaje cuanto el saber que estamos juntos en el mismo barco de la vida.

El fondo musical es Time to Say Goodbye, interpretado por Andrea Bocelli y Sarah Brightman.

Y como sorpresa final, ¡una foto con el Rey Mago Gaspar, que ha sido muy bueno conmigo este año!

Gracias de nuevo a todos y un abrazo muy fuerte.






¡Y aquí va la foto!

domingo, 10 de enero de 2010

Sueño de Navidad

Termina la Navidad, pero los mejores deseos quedan vivos en nuestro corazón para hacerlos realidad a lo largo del año.

Este sencillo video con el que cerramos la navidad en el blog es muy ilustrativo del espíritu que impregna cada instante de la Navidad: el niño pobre que sueña lo que está más allá de su realidad, la madre que sufre y se esfuerza por su hijo, el entorno social en el que cada cual va a lo suyo, el amor de la madre ... y lo más bonito: eso que soñamos es el principio de la realidad que vamos a vivir. Como dejó escrito el poeta alemán Hölderling en uno de sus poemas: 

el hombre que piensa es todo un hombre; 
el hombre que sueña es casi un dios.

El fondo musical es la canción December Song - I Dreamed Of Christmas (algo así como Canción de diciembre - Soñé con la Navidad) interpretada por George Michael. La letra, como siempre, al final en inglés y español para practicar un poco (¡y muchas gracias a Reyes por la traducción!)






December Song - I Dreamed Of Christmas


Merry Christmas 
Merry Christmas 
May your every New Year dream come true 
 
Sweet December song 
The melody that saved me 
On those less than silent nights 
When snow would fall upon my bed 
White sugar from Jesus 
And take me to the day 
She could always smile 
The Virgin Child would always show, you see 
Just to save me 
(Just to save me) 
 
There was always Christmas time 
To wipe the year away 
I guess that morning theyd decided 
That the war would have to wait 
 
There was always Christmas time 
Jesus came to stay 
I could believe in peace on Earth 
And I could watch TV all day 
So I dreamed of Christmas 
 
Maybe since you’ve gone  
I went a little crazy 
God knows they can see (the child) 
But the snow that falls upon my bed 
That loving I needed 
Falls every single day 
For each and every child 
The Virgin smiles for all to see 
But you kept her from me 
 
There was always Christmas time 
To wipe the year away 
I guess that morning they’d decided 
That the war would have to wait 
 
There was always Christmas time 
Jesus came to stay 
I could believe in peace on Earth 
And I could watch TV all day 
And so I dreamed of Christmas 
Yes, I dreamed like you 
 
Merry Christmas 
Merry Christmas 
May your every New Year dream come true 
 
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Canción de diciembre - Soñé con La Navidad

Feliz Navidad
Feliz Navidad
Que cada uno de tus sueños de Año Nuevo se haga realidad.

Dulce canción de Diciembre,
La melodía que me salvó
En aquellas más que silenciosas noches
Cuando la nieve caía sobre mi cama,
Blanco azúcar de Jesús,
Y me recordaba el día
en que ella siempre podía sonreír.

El Niño de la Virgen siempre se mostraba, sabes,
Solo para cuidarme.
Siempre era tiempo de Navidad,
Para rehacer el año pasado.
Supongo que esa mañana decidieron
Que la guerra tendría que esperar.

Siempre era tiempo de Navidad.
Jesús vino a quedarse.
Podía creer en la paz sobre la tierra
Y podía ver la tele todo el día.
Y así soñé con Navidad.

Quizás como te has ido
Me volví un poco loco.
Dios sabe que pueden ver al niño.
Pero la nieve que cae sobre mi cama,
Ese cariño que necesitaba,
Cae cada día
Para todos y cada uno de los niños.
La Virgen sonríe para que todos la vean
Pero tú me la ocultaste .

Siempre era tiempo de Navidad,
Para rehacer el año pasado.
Supongo que esa mañana decidieron
Que la guerra tendría que esperar.

Siempre era tiempo de Navidad.
Jesús vino a quedarse.
Podía creer en la paz sobre la tierra,
Y podía ver la tele todo el día.
Y así soñé con Navidad.
Sí, soñé como tú.

Feliz Navidad
Feliz Navidad
Que cada uno de tus sueños de Año Nuevo se haga realidad.

viernes, 8 de enero de 2010

La susceptibilidad o Piensa bien y acertarás

Estamos iniciando el año y seguramente casi todos hemos hecho buenos propósitos para ser mejores que el año anterior.

La historia de esta semana quiere hacer pensar un poco sobre un aspecto que a veces nos pasa desapercibido: cómo encajamos las acciones de los demás respecto a nosotros, o sea, nuestro grado de susceptibilidad.

Decía Plotino algo así como que 'todo es bello para el que tiene el alma bella', lo que traduciría a nuestro lenguaje coloquial diciendo que es preferible pensar bien de los demás para hacer de nuestro entorno un lugar más agradable y acogedor.

El texto es un poco más largo de lo habitual pero creo que merece la pena, especialmente para los educadores. 


Espero que os guste.

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La susceptibilidad o Piensa bien y acertarás

Las personas susceptibles acarrean una pesada desgracia: la de ser retorcidos. Complican lo sencillo y agotan al más paciente. Viven siempre con la guardia en alto, a pesar de lo cansado que eso resulta.

Son capaces de encontrar secretas intenciones, conjuras o malévolos planteamientos en las cosas más sencillas. Imaginan en los ojos de los demás
miradas llenas de censura. Una pregunta cualquiera es interpretada como una indirecta o una condena, como una alusión a un posible defecto personal. Con ellos hay que medir bien las palabras y andarse con pies de plomo, para no herirles en el momento menos pensado.

La susceptibilidad tiene su raíz en el egocentrismo y la complicación interior. "Que si no me tratan como merezco..., que si ése qué se ha creído..., que no me tienen consideración..., que no se preocupan de mí..., que no se dan cuenta...", y así ahogan la confianza y hacen realmente difícil la convivencia con ellos.



Veamos algunos ejemplos de ideas para alejar ese peligro:

1) guardarse de la continua sospecha, que es un fuerte veneno contra la amistad y las buenas relaciones familiares;

2) no querer ver segundas intenciones en todo lo que hacen o dicen los demás;



3) no ser tan ácidos, tan críticos, tan cáusticos, tan demoledores: no se puede ir por la vida dando manotazos a diestro y siniestro;

4) salvar siempre la buena intención de los demás: no tolerar en la casa críticas sobre familiares, vecinos, compañeros o profesores de los hijos;

5) confiar en que todas las personas son buenas mientras no se demuestre lo contrario: cualquier ser humano, visto suficientemente de cerca y con buenos ojos, terminará por parecernos, en el fondo, una persona encantadora; es cuestión de verle con buenos ojos, de no etiquetarle por detalles de poca importancia ni juzgarle por la primera impresión externa;



6) no hurgar en heridas antiguas, resucitando viejos agravios o alimentando ansias de desquite;

7) ser leal y hacer llegar nuestra crítica antes al interesado: darle la oportunidad de rectificar antes de condenarle, y no justificarnos con un simple "si ya se lo dije y no hace ni caso...", porque muchas veces no es verdad.

y 8) soportarse a uno mismo, porque muchos que parecen resentidos contra las personas que le rodean, lo que en verdad les sucede es que no consiguen luchar con deportividad contra sus propios defectos.

Alfonso Aguiló