viernes, 20 de noviembre de 2009

Los globos

La anterior entrada del blog con el video de Steve Jobs trata sobre la motivación y la superación personal.

Meditando sobre este tema he encontrado la historia de esta semana, que ilustra la otra cara de la moneda: normalmente la motivación nos viene 'de fuera', pero al final es tarea personal de cada uno acogerla y desarrollarla 'desde dentro'.

Para crecer en todos los ámbitos de la vida, desde el personal al profesional, desde el individual al social, es preciso prepararse interiormente, estar dispuestos a superar las dificultades que se nos presenten y afrontar los retos con ilusión y esperanza, sin desanimarse. Aquí os dejo con Los globos, que me ha recordado todo esto y espero os guste.

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Los globos

Hace varios años, un vendedor de globos vendía su producto en las calles de Nueva York. Casi siempre estaba rodeado de niños.



Cuando las ventas bajaban, soltaba un globo; al flotar en el aire se reunía una nueva multitud de compradores y su negocio se fortalecía por unos minutos, alegrando a los niños que paseaban con sus madres.

Alternaba los colores: primero uno blanco, luego uno rojo y después uno azul, para recordar los colores de la bandera como buen ciudadano americano. Al cabo de un tiempo, un pequeño niño negro que llevaba mucho rato observándole le tiró de la manga del traje, miró al vendedor a los ojos y le preguntó:


"Señor, y si suelta un globo negro, ¿también subiría?"

El vendedor de globos miró al pequeño y con ternura, sabiduría y comprensión le dijo:


Hijito, lo que hace subir a los globos no es el color: ¡es lo que está dentro de ellos!".

¡Y cuánta razón tiene el vendedor de globos!: Lo que está dentro de uno es lo que le hace subir en la vida.


miércoles, 18 de noviembre de 2009

Sobre la motivación

Uno de los temas más actuales en el mundo educativo y profesional es el de la motivación.

Todos tenemos experiencia personal de que cuando estamos motivados por algo, no nos cuesta prácticamente nada hacer lo que sea. Por ello, saber motivar a los jóvenes, a los hijos, a los alumnos, a las personas sobre las que uno tiene responsabilidad,... es una tarea a veces complicada pero necesaria y que facilita la 'educación en el éxtasis', la mejor forma de transmitir valores y conocimientos.

El video que viene a continuación corresponde al discurso que Steve Jobs, gran gurú de la informática y creador de los famosos Macintosh, iPod, iPhone..., dio en la Universidad de Stanford durante la apertura delcurso 2005-06. Trata precisamente de la motivación y de luchar por cumplir los sueños que uno tenga por difíciles que nos parezcan. 

A mí me ha resultado muy ilustrativo y por eso lo comparto. Es en inglés con subtítulos en español. Espero les guste.



sábado, 14 de noviembre de 2009

El pozo y sus secretos

El tema de Dios es una constante que aparece en muchas conversaciones. Especialmente cuando queremos hallar una explicación a lo inexplicable o no encontramos maneras de entender ciertas situaciones de la vida. Esos momentos en que nos surge de lo más íntimo de nosotros: '¡porqué Dios mío'! Lo que nos lleva a la pregunta básica: '¿existe Dios?', '¿dónde está Dios?'.

No voy a dar argumentos teológicos ni filosóficos a favor ni en contra. La experiencia de muchos años me ha enseñado que estas discusiones no sirven para mucho, y que Dios, como el verdadero amor, es como una chispa que anida en el corazón y sencillamente se experimenta, se vive intensamente ¡y hasta se está dispuesto a dar la vida por El!

La historia de esta semana es un cuento breve de Paulo Coelho que aporta un granito de arena (¡en realidad toda una montaña!) a este tema. Se titula El pozo y sus secretos, y no añado nada más para que lo leáis hasta el final.


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El Pozo y Sus Secretos (de Paulo Coelho)

En una pequeña aldea de Marruecos, un hombre contemplaba el único pozo de la región. De repente se acercó un niño, y le preguntó:

- ¿Qué hay dentro del pozo?

- Dios, le contestó el hombre.

- ¿Dios está escondido dentro de ese pozo?

- Sí, niño.

- ¡Quiero verlo! --dijo el niño, desconfiado.

El hombre lo levantó y le ayudó a apoyarse sobre el borde del pozo. Reflejado en el agua, el niño pudo ver su propio rostro.

- ¡Pero si ése soy yo! --gritó.

- Así es, --dijo el hombre, volviendo a colocar delicadamente al niño en el suelo-- Ahora, ya sabes dónde está escondido Dios.