martes, 8 de junio de 2010

Usa protector solar

El video que comparto esta semana contiene unas reflexiones que me han parecido muy útiles para todos, y que se resumen en tres palabras: Usa protector solar.

Así comenzaba un artículo de Mary Theresa Schmich publicado en 1997 en el Chicago Tribune y que ha sido muy comentado en la red. Constituye un homenaje al sentido común a la hora de afrontar las vicisitudes de la vida cotidiana y se comenta por sí solo, sin necesidad de más añadidos.

Después del video añado el texto por si a alguien le interesa para leerlo más tranquilamente.







El texto completo del artículo a continuación:

"Si pudiera ofrecer sólo un consejo para el futuro, sería éste: Usa protector solar.

Los científicos han comprobado sus beneficios a largo plazo mientras que los consejos que voy a dar no tienen ninguna base fiable y se basan únicamente en mi propia experiencia. He aquí mis consejos:

Disfruta de la fuerza y belleza de tu juventud. No me hagas caso. Nunca entenderás la fuerza y belleza de tu juventud hasta que no se haya marchitado. Pero créeme, dentro de veinte años, cuando en fotos te veas a ti mismo comprenderás, de una forma que no puedes comprender ahora, cuántas posibilidades tenías ante ti y lo guapo/a que eras en realidad. No estás tan gordo, delgado, con granos, sin granos, con grasa, con "chichas", barriga, culo, etc. como imaginas. No te preocupes por el futuro. O preocúpate sabiendo que preocuparse es tan efectivo como tratar de resolver una ecuación de álgebra masticando chicle. Lo que sí es cierto es que los problemas que realmente tienen importancia en la vida son aquellos que nunca pasaron por tu mente, de ésos que te sorprenden a las cuatro de la tarde de un martes cualquiera.

Todos los días haz algo a lo que temas. Canta. No juegues con los sentimientos de los demás. No toleres que la gente juegue con los tuyos. Relájate. No pierdas el tiempo sintiendo celos. A veces se gana y a veces se pierde. La competencia es larga y, al final, sólo compites contra ti mismo. Recuerda los elogios que recibas. Olvida los insultos (pero si consigues hacerlo, dime cómo hacerlo). Guarda tus cartas de amor. Tira las cartas del banco. Estírate. No te sientas culpable si no sabes muy bien qué quieres de la vida. Las personas más interesantes que he conocido no sabían qué hacer con su vida cuando tenían quince, veinte, treinta y más años. Es más, algunas de las personas que conozco tampoco lo sabían a los cuarenta ni lo saben ahora. No te angusties, no quieras comerte todo, vivir lo que tengas que vivir más adelante, todo llega.

Toma mucho calcio. Cuida tus rodillas. Sentirás la falta que te hacen cuando te fallen. Quizá te cases, quizá no. Quizá tengas hijos, quizá no. Quizá te divorcies a los cuarenta, quizá no. Quizá bailes el vals en tu setenta y cinco aniversario de bodas. Hagas lo que hagas no te enorgullezcas ni te critiques demasiado. Optarás por una cosa u otra, como todos los demás.

Disfruta de tu cuerpo. Aprovéchalo de todas las formas que puedas. No tengas miedo ni te preocupes por lo que piensen los demás porque es el mejor instrumento que jamás tendrás. Baila, aunque tengas que hacerlo en el salón de tu casa. Lee las instrucciones aunque no las sigas. No leas revistas de belleza pues para lo único que sirven es para hacerte sentir feo.

Aprende a entender a tus padres. Será tarde cuando ellos ya no estén. Llévate bien con tus hermanos, son el mejor vínculo con tu pasado y, probablemente, serán los que te acompañen en el futuro o no. Entiende que los amigos vienen y se van pero hay un puñado de ellos que debes conservar con mucho cariño. Esfuérzate por no desvincularte de algunos lugares y costumbres porque, cuando pase el tiempo, más los necesitarás. Vive en una ciudad alguna vez pero múdate antes de que te endurezcas. Vive en un pueblo alguna vez pero múdate antes de que te ablandes.

Viaja. Acepta algunas verdades ineludibles: los precios siempre subirán, los políticos siempre mentirán y tú también envejecerás. Y, cuando seas viejo, añorarás los tiempos en que eras joven: los precios eran razonables, los políticos eran honestos y los niños respetaban a los mayores. Respeta a los mayores. No esperes que nadie te mantenga pues tal vez recibas una herencia o tal vez te cases con alguien rico pero nunca sabrás cuánto durará. No te hagas demasiadas cosas en el pelo porque cuando tengas cuarenta años parecerá el de alguien de ochenta y cinco.

Sé cauto con los consejos que recibes y ten paciencia con quienes te los dan. Los consejos son una forma de nostalgia. Dar consejos es una forma de sacar el pasado del cubo de la basura, limpiarlo, ocultar las partes feas y reciclarlo dándole más valor del que tiene.

Pero hazme caso en lo del protector solar."

Mary Theresa Schmich

viernes, 4 de junio de 2010

La vasija

¿Quien se puede considerar perfecto? Pues sinceramente creo que nadie.

Todos tenemos nuestras limitaciones consecuencia de la finitud de la persona humana. Pero ello no es obstáculo para que desarrollemos nuestra labor de la mejor forma que sepamos y podamos, y seguro que tiene sus frutos y su recompensa.

Esto es lo que me ha recordado la historia de esta semana, titulada La vasija, pero seguro que a los lectores les dice muchas más cosas.

Espero que os guste.

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La vasija

Un cargador de agua tenía dos grandes vasijas que colgaban a los extremos de un palo que él llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua al final del largo camino a pie desde el arroyo hasta la casa de su patrón. 

Cuando llegaba, la vasija rota sólo contenía la mitad del agua. Durante dos años completos esto fue así diariamente. Desde luego, la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta para los fines a los cuales fue creada. 

Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable, porque sólo podía hacer la mitad de lo que se suponía que era su obligación. 

Después de dos años, la tinaja quebrada le habló al aguador diciéndole: "Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo. Porque debido a mis grietas, sólo puedes entregar la mitad de mi carga y sólo obtienes la mitad del valor que deberías recibir".

El aguador, apesadumbrado, le dijo compasivamente: "Cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino." 

Así lo hizo la vasija. Y en efecto, vio muchísimas flores hermosas a todo
lo largo. Pero de todos modos se sintió apenada porque, al final, sólo quedaba dentro de sí la mitad del agua que debía llevar. 

El aguador le dijo entonces: "¿Te diste cuenta de que las flores sólo crecen en tu lado del camino? Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado positivo de ello. Sembré semillas de flores a todo lo largo del camino por donde vas y todos los días las has regado. Por dos años yo he podido recoger estas flores para decorar el altar de mi Maestro. 

Si no fueras exactamente como eres, con todo y tus defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza".

martes, 1 de junio de 2010

Evian Roller Babies

Esta semana quiero compartir algo divertido, para que no todo sea siempre en plan serio.

Es un video de un anuncio comercial que utiliza un montón de niños, y el resultado final es realmente simpático (¡¡pero no intentéis hacerlo con vuestros hijos!!!).
Siempre he tenido curiosidad por saber cómo se hacen este tipo de
anuncios, y he encontrado otro video donde se dan unas pinceladas del making of , que dicen los modernos, o sea, del cómo se hace. Y resulta
que al final es simplemente 'cortar y pegar' ¡¡como hacen muchos alumnos con sus trabajos de clase!!

Así que aquí va el anuncio y a continuación el making of.







Y para los que tienen curiosidad sobre cómo se hace: