Hace ya cinco años que falleció Fernando Rielo, maestro, poeta, guía, padre y amigo que nos enseñó el camino de la aspiración siempre al más que todos llevamos dentro de nuestro corazón y nos constituye en lo que somos.
Muchas obras nos ha dejado para que las continuemos con nuestra entrega y nuestro cariño: la institución religiosa de los Misioneros y Misioneras Identes para la vivencia de la santidad, la fundación cultural que lleva su nombre para la promoción de la cultura en todos sus ámbitos y la Fundación Juventud Idente para la promoción de los valores educativos más nobles en la infancia y juventud.
Muchas obras nos ha dejado para que las continuemos con nuestra entrega y nuestro cariño: la institución religiosa de los Misioneros y Misioneras Identes para la vivencia de la santidad, la fundación cultural que lleva su nombre para la promoción de la cultura en todos sus ámbitos y la Fundación Juventud Idente para la promoción de los valores educativos más nobles en la infancia y juventud.
Vaya desde este sencillo blog nuestro reconocimiento y gratitud por el ejemplo de su vida y su paternidad, que tanto ha influido en mí y en mucha gente de mi generación.
Y en homenaje a su ingente obra, me gustaría destacar la poesía con la que da comienzo a su libro Dios y Arbol y que lleva por título Qué es poesía:
Qué es poesía...Y en homenaje a su ingente obra, me gustaría destacar la poesía con la que da comienzo a su libro Dios y Arbol y que lleva por título Qué es poesía:
No lo sé.
Quizá sea ese ser que duerme
en la navecilla de todas las cosas...
Tú le llamas Dios.
Yo le llamo perfume de una rosa.
Quizá sea el vuelo
de las alas muertas...
O el rumor silencioso de otoño
que vive oculto en las frondas...
Qué es poesía...
No lo sé.
Quizá sea ese hilito de luz
que vibra en la lágrima de todos los seres...
Quizá seas tú...
cuando duermes.
La colección de proverbios recogida en su libro Transfiguraciones refleja una sabiduría de la vida pasada por el amor - por el éxtasis, solía decir siempre- que sintetiza en pocas palabras toda su experiencia personal de amor a Dios y su conocimiento del alma humana.
Es difícil extraer una selección porque todos son muy vitales y conun gran contenido, pero aquí van algunos que a mí personalmente me gustan:
"El mal gana batallas. El bien... guerras".
"Pensar es bueno; soñar, mejor".
"El niño es, sobre todo, un acierto de la vida".
"Comenzar un bien es hermoso;
consumarlo, sublime".
Y especialmente éste:
con la rutina de siempre.
Sorpréndelo.
Verás cómo entrega ojos dichosos
y, luego, lejos de ti...
recitará tu nombre."