Seguramente podemos encontrar muchos ejemplos de amor filial, pero la historia que comparto este semana me ha emocionado de verdad.
Casi siempre aparece la madre como protagonista que se desvive por sus hijos, pues es lo más frecuente. Pero en la historia de esta semana sucede al contrario.
La madre ha perdido la memoria y no reconoce a las personas, sin embargo no está sola: un gesto de amor que no puede ser correspondido la acompaña. Porque el amor de verdad está en darse sin esperar recompensa alguna.
Se titula El tiempo y el amor, y espero que os guste tanto como a mí.
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El tiempo y el amor
- Buenos días, señora Carmen.
- Buenos días.
- ¿Qué hace ahí parada? Se va a quedar usted congelada.
- Estoy esperando a mi hijo. Se fue a comprar hace un rato, pero parece
que se retrasa –añadió la anciana, consultando su reloj.
- No se preocupe, seguro que no tardará. ¿Le importa que le haga compañía?
- Gracias, hijo, no te molestes. Seguro que tienes cosas mejores que
hacer que acompañar a una vieja como yo. Alguna moza afortunada te
estará esperando…
- No es ninguna molestia, se lo aseguro. Nos sentaremos en este banco y esperaremos…
Y Miguel, como cada mañana, se sentaba junto a su anciana madre, esperando a un hijo que jamás estuvo tan cerca…
Todos los que han visto la película de El Rey León recordarán la escena que viene más abajo y sobre todo la música que la acompaña, que es el tema elegido para esta semana.
Se trata de la canción Rain Dance, La danza de la lluvia, del grupo Adiemus, extraída de su álbum Danzas del Tiempo editado en 1998.
El impulsor de este grupo fue el galés Karl Jenkins, y presenta la peculiaridad de que las canciones no tienen letra reconocible, sino que son sonidos inventados por el compositor, inspirado en las lenguas africanas. Pero de una manera que no distrae la atención y logra una sonoridad muy conseguida.
Hace tiempo ya apareció por estas páginas otro tema suyo también muy sugerente y agradable de oir. El primer video contiene escenas de la vida africana; y el segundo, un pasaje de la película El Rey León. Espero que os guste.
Creo que nunca se reconocerá en su justa medida la gran tarea que realizan las madres. Basta mirar un poco para ver que son el pilar de muchas familias, llevando adelante todas las tareas domésticas y dejándose la vida en ello.
Hoy comparto este simpático texto en el que se pone de relieve todas las cosas que hace una madre, ¡y seguro que faltan algunas! Desde estas páginas vaya nuestra felicitación a todas esas madres que con su trabajo y tesón mantienen unidas a las familias y entregan día a día su vida con una generosidad admirable y pocas veces recompensada.
============== Solicitud de empleo Se solicita MADRE DE FAMILIA.
Para el puesto se requiere que la solicitante realice y coordine las siguientes funciones: acompañante, consejera, directora, administradora, agente de compras, maestra, enfermera, cocinera, decoradora, chófer, supervisora del cuidado de los niños, trabajadora social, psicóloga y organizadora de eventos. REQUISITOS: La solicitante debe tener una automotivación ilimitada y el más fuerte sentido de responsabilidad si quiere tener éxito en este trabajo. Debe ser independiente y con iniciativa, capaz de trabajar aisladamente y sin supervisión. Ser eficiente en el manejo de personas de todas las edades y apta para trabajar en condiciones de estrés durante largos periodos, si fuera necesario.
También debe contar con la flexibilidad suficiente para hacer un gran número de tareas conflictivas al mismo tiempo, sin cansarse y con la adaptabilidad para manejarse sin problemas en los distintos cambios del desarrollo de la vida del grupo, incluyendo emergencias y crisis serias.
Debe ser capaz de comunicarse acerca de un sin número de asuntos con gente de todo tipo, incluyendo: burócratas, maestros de escuela, médicos, dentistas, trabajadores, comerciantes, adolescentes y niños.
Ser competente en los oficios arriba mencionados, sana, creativa y extrovertida, para alentar y ayudar al desarrollo físico y emocional de los miembros del grupo. Tener imaginación, sensibilidad, calor, amor y comprensión, ya que será responsable del bienestar mental y emocional del grupo mencionado.
HORAS DE TRABAJO: Todo el tiempo en que permanezca despierta, así como turnos de veinticuatro horas cuando sea necesario. REMUNERACIÓN: Ningún salario o sueldo. El gasto será negociado de vez en cuando. Se le puede requerir a la solicitante que consiga un segundo trabajo además del que se anuncia ahora, para ayudar al sostenimiento del grupo.
Aunque vemos a nuestro alrededor muchas acciones malas, sigo creyendo que la tendencia al bien del ser humano es algo intrínseco en su espíritu, si bien por circunstancias varias a veces actúa de forma incorrecta.
La historia de esta semana, que lleva por título El circo, no sólo habla de hacer el bien, sino además hacerlo de la mejor forma posible: sin que el beneficiario se dé cuenta. De ahí la cita que ponía al inicio de la Madre Teresa.
Ésta suele ser la parte más difícil, pues se basa en una gran humildad personal y confianza en la Providencia. Por eso viene bien recordarlo como en esta ocasión.
Aquí va a continuación y espero que os guste. Hay también una versión inglesa en este enlace.
====== El circo Cuando yo era adolescente, en cierta oportunidad estaba con mi padre haciendo cola para comprar entradas para el circo. Al final, solo quedaba una familia entre la ventanilla y nosotros. Esta familia me impresionó mucho. Eran ocho chicos, todos probablemente menores de doce años.
Se veía que no tenían mucho dinero. La ropa que llevaban no era cara, pero estaban limpios. Los chicos eran bien educados, todos hacían bien la cola, de a dos detrás de los padres, tomados de la mano. Hablaban con excitación de los payasos, los elefantes y otros números que verían esa noche. Se notaba que nunca antes habían ido al circo. Prometía ser un hecho sobresaliente en su vida. El padre y la madre estaban al frente del grupo, de pie, orgullosos. La madre, de la mano de su marido, lo miraba como diciendo: Eres mi caballero de brillante armadura. Él sonreía, henchido de orgullo y mirándola como si respondiera: Tienes razón.
La empleada de la ventanilla preguntó al padre cuantas entradas quería. Él respondió con orgullo: Por favor, deme ocho entradas para menores y dos de adultos, para poder traer a mi familia al circo. La empleada le indico el precio. La mujer soltó la mano de su marido, ladeo su cabeza y el labio del hombre empezó a torcerse. Este se acerco un poco más y preguntó: ¿Cuánto dijo?
La empleada volvió a repetirle el precio. ¿Cómo iba a darse vuelta y decirle a sus ocho hijos que no tenía suficiente dinero para llevarlos al circo? Viendo lo que pasaba, mi papá puso la mano en el bolsillo, sacó un billete de veinte dólares y lo tiró al suelo.
Nosotros no éramos ricos en absoluto. Mi padre se agacho, recogió el billete, palmeó al hombre en el hombro y le dijo: Disculpe, señor, se le cayó esto del bolsillo".
El hombre se dio cuenta de lo que pasaba. No había pedido limosna, pero sin duda apreciaba la ayuda en una situación desesperada, angustiosa e incómoda.
Miró a mi padre directamente a los ojos, con sus dos manos le tomó la suya, apretó el billete de veinte dólares y con labios trémulos y una lágrima rodándole por la mejilla, replicó: Gracias, gracias señor. Esto significa realmente mucho para mi familia y para mí.
Un poco de humor y unas sonrisas nunca vienen mal en estos tiempos.
Esta es una historia simpática para ilustrar hasta dónde llegan los trucos de un abogado para salvar a su cliente. ¡Aunque no le sirvió!
Como les decía un profesor a sus alumnos de derecho en la última clase del curso: 'recuerden siempre que en el ejercicio de la profesión a veces se gana y a veces se pierde.... pero siempre se cobra! Y sin más, aquí va El truco del abogado... ============= El truco del abogado
En Inglaterra un reo estaba siendo juzgado por asesinato. Había evidencias indiscutibles sobre la culpabilidad del reo, pero el cadáver no había aparecido.
Casi al final de su alegato oral, el abogado, temeroso de que su cliente fuese condenado, recurrió a un truco:
- Señoras y señores del jurado, señor Juez: tengo una sorpresa para todos -dijo, mirando hacia su reloj-. Dentro de dos minutos, la persona que aquí se presume que ha sido asesinada, entrará en la sala de este Tribunal.
Y miró fijamente hacia la puerta. Los miembros del Jurado, el mismo Juez, sorprendidos, también ansiosos, se quedaron mirando a la puerta.
Transcurrieron dos largos minutos y nada sucedió. El abogado, entonces, finalizó, diciendo:
- Realmente dije eso y todos ustedes miraron hacia la puerta con la expectativa de ver a la supuesta víctima. Por lo tanto, quedó claro que todos tienen dudas en este caso de que alguien realmente haya sido asesinado. Por eso insisto para que ustedes consideren a mi cliente inocente.
Los jurados, visiblemente confundidos, se retiraron para la deliberar sobre su decisión final. Muy pocos minutos después, los jurados volvieron y el vocero pronunció su veredicto:
- ¡Culpable!
- Pero, ¿cómo? - preguntó el abogado- yo ví a todos ustedes mirar fijamente hacia la puerta.
¡Está claro que tenían serias dudas! Entonces, ¿cómo es que condenan a mi cliente si tienen dudas?
El juez replicó: - Sí, efectivamente todos nosotros miramos hacia la puerta, menos su cliente...
Aunque la historia de esta semana lleva por título La nuera y la suegra, yo creo que haría más justicia que se titulara ¡Quiero matar a mi suegra! Bromas aparte, este cuento nos recuerda algo importante: casi siempre, la actitud que uno tiene hacia las demás personas nos es devuelta en la misma medida. Cuando uno es amable, recibe amabilidad; cuando es egoísta, recibe egoísmo; cuando uno es generoso, recibe generosidad.
Practicar el bien es fácil con las personas con que tenemos afinidad, pero ¿y con las demás? Los prejuicios suelen jugar una mala pasada y condicionar nuestra forma de comportamiento. Es verdad que no podemos cambiar la forma de ser de las personas que están a nuestro lado (como la suegra del cuento), pero sí nuestra actitud y reacciones ante ellas, de manera que la convivencia sea buena. O dicho en otras palabras: hay más alegría en dar que en recibir, en mostrar amor y amabilidad que rencores. Por eso la historia de esta semana, de la tradición oriental, es muy ilustrativa y didáctica. Espero que os guste.
================= La nuera y la suegra
Hace mucho tiempo, una joven llamada Li se casó y fue a vivir con su marido y su suegra. Después de algunos días vio no se entendía con ella.
Sus personalidades eran muy diferentes y Li fue irritándose con los hábitos de la suegra, que frecuentemente la criticaba. Los meses pasaron y Li y su suegra cada vez discutían y peleaban más.
De acuerdo con una antigua tradición china, la nuera tiene que cuidar a la suegra y obedecerla en todo.
Li, no soportando más vivir con la suegra, decidió visitar a un amigo de su padre para que le ayudara a deshacerse de su suegra.
Después de oírla, éste tomó un paquete de hierbas y le dijo:
- Estas hierbas irán envenenando lentamente a tu suegra, pero no deberás usarlas de una sola vez para liberarte de ella, porque ello causaría sospechas. Cada dos días, pondrás un poco de estas hierbas en su comida.
Ahora bien, para tener certeza de que cuando ella muera nadie sospechará de ti, deberás tener mucho cuidado y actuar de manera muy amigable. No discutas con ella, mejor ayúdala a resolver sus problemas. Recuerda tienes que escucharme y seguir todas mis instrucciones.
- Sí, Sr. Huang, -respondió Li-haré todo lo que usted me indique.
Li quedó muy contenta, agradecida con el Sr. Huang y volvió muy apurada a su casa para comenzar el proyecto de asesinar a su suegra.
Pasaron las semanas y cada dos días, Li servía una comida especialmente preparada para su suegra.
Siempre recordaba lo que el Sr. Huang le había recomendado sobre evitar sospechas, y así controló su temperamento, obedecía a su suegra y la trataba como si fuese su propia madre.
Después de seis meses, la situación en la casa estaba completamente cambiada. Li había controlado su temperamento y ya casi no aborrecía a su suegra.
En estos meses, no había tenido una sola discusión con ella, y ésta ahora parecía mucho más amable y más fácil de lidiar.
La actitud de su suegra cambio radicalmente tanto que comenzó a amar a su nuera y empezó a tratarla como si fuera una verdadera hija, comenzó a decirles a sus mejores amigas y a sus parientes lo orgullosa que se sentía de su nuera.
El esposo de Li estaba realmente feliz de ver lo que estaba sucediendo entre ellas.
Un día Li fue nuevamente a ver al Sr. Huang, para pedirle ayuda y le dijo:
- Querido Sr. Huang, por favor ayúdeme a evitar que el veneno mate a mi suegra. Ella se ha transformado en una mujer agradable y la amo como si fuese mi madre. No quiero que ella muera por causa del veneno que le di.
El Sr. Huang sonrió y le dijo:
- Li, no tienes por qué preocuparte. Tu suegra no ha cambiado, la que cambió fuiste tú. Las hierbas que te di eran vitaminas para mejorar su salud. El veneno estaba en tu mente, en tu actitud, pero fue echado fuera y ha sido sustituido por el amor que pasaste a darle a ella.
Comparto esta semana un poco de música ambiental para esos momentos necesarios de relajación. En esta ocasión es de nuevo un tema del grupo alemán Tangerine Dream, que ya ha salido varias veces por estas páginas, titulado Alaskan Summer, Verano en Alaska, de su álbum Lily in the Beach.
Editado en 1989, es un buen exponente de la música electrónica, dentro de lo que se ha llamado rock progresivo, usando teclados, guitarra y batería, que estuvo de moda en los años 70 y 80.
A lo largo de la vida siempre hay momentos buenos y momentos malos, momentos felices y momentos tristes, que no dependen de uno mismo sino de las circunstancias que le rodean.
El cuento que comparto esta semana, titulado El anillo del Rey, nos recuerda un hecho importante: siempre hay que tener confianza en uno mismo y no creerse más cuando las cosas salen bien ni menos cuando salen mal.
Y para que no se olvide lo hace con una frase que es un recordatorio bien sencillo: esto también pasará. Efectivamente todo va pasando y lo importante es actuar en conciencia para poder afrontar las vicisitudes que nos suceden. En definitiva, saber vivir con sencillez para poder afrontar los retos de la vida diaria en paz y armonía. ============= El anillo del Rey Una vez un rey citó a todos los sabios de la corte y les informó:
- He mandado hacer un precioso anillo con un diamante, con uno de los mejores orfebres de la zona. Quiero guardar, oculto dentro del anillo, algunas palabras que puedan ayudarme en los momentos difíciles. Un mensaje al que yo pueda acudir en momentos de desesperación total. Me gustaría que ese mensaje ayude en el futuro a mis herederos y a los hijos de mis herederos. Tiene que ser pequeño, de tal forma que quepa debajo del diamante de mi anillo. Todos aquellos que escucharon los deseos del rey eran grandes sabios, eruditos que podían haber escrito grandes tratados… pero ¿pensar un mensaje que contuviera dos o tres palabras y que cupiera debajo de un diamante de un anillo? Muy difícil. Igualmente pensaron, y buscaron en sus libros de filosofía por muchas horas, sin encontrar nada en que ajustara a los deseos del poderoso rey.
El rey tenía muy próximo a él, un sirviente muy querido. Este hombre, que había sido también sirviente de su padre, y había cuidado de él cuando su madre había muerto, era tratado como la familia y gozaba del respeto de todos. El rey, por esos motivos, también lo consultó. Y éste le dijo: - No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje.
- ¿Como lo sabes?, -preguntó el rey. - Durante mi larga vida en palacio me he encontrado con todo tipo de gente, y en una oportunidad me encontré con un maestro. Era un invitado de tu padre, y yo estuve a su servicio. Cuando nos dejó, yo lo acompañe hasta la puerta para despedirlo y como gesto de agradecimiento me dio este mensaje.
En ese momento el anciano escribió en un diminuto papel el mencionado mensaje. Lo dobló y se lo entregó al rey. - Pero no lo leas, -dijo. Mantenlo guardado en el anillo. Ábrelo sólo cuando no encuentres salida en una situación. Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y su reino se vio amenazado. El rey estaba huyendo a caballo para salvar su vida mientras sus enemigos lo perseguían. Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. En un momento llegó a un lugar donde el camino se acababa, y frente a él había un precipicio y un profundo valle.
Caer por él sería fatal. No podía volver atrás, porque el enemigo le cerraba el camino. Podía escuchar el trote de los caballos, las voces, la proximidad del enemigo. Fue entonces cuando recordó lo del anillo. Sacó el papel, lo abrió y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso para el momento... Simplemente decía ESTO TAMBIEN PASARÁ. En ese momento fue consciente de que se cernía sobre él un gran silencio. Los enemigos que lo perseguían debían haberse perdido en el bosque o debían haberse equivocado de camino. Pero lo cierto es que lo rodeó un inmenso silencio. Ya no se sentía el trotar de los caballos.
El rey se sintió profundamente agradecido al sirviente y al maestro desconocido. Esas palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, volvió a guardarlo en el anillo, reunió nuevamente su ejército y reconquistó su reinado. Ese día en que estaba victorioso, en la ciudad hubo una gran celebración con música y baile…y el rey se sentía muy orgulloso de sí mismo. En ese momento, nuevamente el anciano estaba a su lado y le dijo: - Apreciado rey, ha llegado el momento de que leas nuevamente el mensaje del anillo.
- ¿Qué quieres decir?, -preguntó el rey. Ahora estoy viviendo una situación de euforia, las personas celebran mi retorno, hemos vencido al enemigo. - Escucha, -dijo el anciano. Este mensaje no es solamente para situaciones desesperadas, también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando te sientes derrotado, también lo es para cuando te sientas victorioso. No es sólo para cuando eres el último, sino también para cuando eres el primero. El rey abrió el anillo y leyó el mensaje... ESTO TAMBIEN PASARÁ.
Y nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba. Pero el orgullo, el ego había desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Lo malo era tan transitorio como lo bueno. Entonces el anciano le dijo: - Recuerda que todo pasa. Ningún acontecimiento ni ninguna emoción son permanentes. Como el día y la noche; hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de nuestra vida.
Hace unas semanas me comentó una persona que le encantaba leer decálogos sobre cualquier tema, pues da una visión resumida del estado del tema en cuestión, y que en particular le gustaban los del blog.
Así que haciendo una búsqueda rápida he comprobado que en estos años se han publicado muchos decálogos en La Historia de la Semana, y me ha parecido oportuno añadir una entrada con la colección de decálogos que han salido hasta ahora. Aquí van sin orden ni concierto, tal como me han salido en la búsqueda.
El resentimiento a causa de los celos y envidias forma, por desgracia, parte de muchas personas que no saben controlar sus emociones. Y puede llegar a ser un factor que desestabiliza y da lugar a otras emociones negativas como el odio, la venganza,... Y si no se pone un freno a tiempo crea una situación en la que todo se vuelve oscuro: se pierde la alegría y la espontaneidad, se alejan los amigos, se va aislando la persona y cayendo en la soledad,...
La historia de esta semana trata de dos hermanas pequeñas en la que una tiene éxito en el colegio y la otra no; y lo que ocurre cuando deja salir su envidia y rencor hacia ella. Se titula Hechizada, en inglés Spell Bound, y recuerda cómo el perdón y el amor es el mejor antídoto contra el rencor. Y es una buena fórmula para crecer en la amistad. Pero mejor es verlo directamente a continuación. Y con un pequeño guión al final por si se quiere utilizar en clase.
Para una dinámica en clase, se puede abrir un debate con los siguientes puntos: * ¿cuáles son las actitudes negativas? * ¿por qué se originan? * ¿cuáles son las actitudes positivas? * ¿qué efectos producen ambas? * ¿qué es preferible?