domingo, 29 de enero de 2012

Humor con Les Luthiers

A lo largo de los años (¡bastantes ya!) de trabajar con niños y adolescentes en campamentos, convivencias, reuniones,... me ha tocado muchas veces hacer reir para transmitir un toque de alegría y buen humor, tan necesario en todas las ocasiones.

Un recurso muy bueno para ello ha sido recurrir a las obras de los geniales e incomparables argentinos del grupo Les Luthiers para encontrar ideas e inspiraciones. ¡Creo que así nació mi gusto por el teatro!

Pero cada vez que quiero refrescarlas para volverlas a interpretar tengo que andar buscándolas por la red, por lo que he pensado ponerlas todas aquí juntas para mayor comodidad, y de paso para compartir un buen material humorístico con el que pasar unos ratos bien agradables.

Así que sin más comentarios, ya que los videos hablan por sí solos, aquí van las obras de Les Luthiers que he representado en alguna ocasión, para disfrute de todos mis amigos:


Perdónala



El Rey enamorado
 




Consejos para padres. La gallina dijo Eureka





Iniciación a las artes marciales

 


 

El poeta y el eco

Primera parte


Segunda parte


 
Cartas de color - Yogurthu Mghe

Primera parte



Segunda parte 

 

La hija de Escipión



 

Vals del segundo 




La Historia de la Semana 

miércoles, 25 de enero de 2012

Plus Rien Ne M'étonne

A pesar de que todo el mundo dice que quiere la paz, ¡qué difícilmente se consigue en la práctica!

Casi cada día nos vemos asaltados por conflictos en muchas partes del mundo, y en especial en Africa, gran continente explotado desde su descubrimiento.

El tema musical de esta semana es una canción de Tiken Jah Fakoly, cantante reggae de Costa de Marfil muy implicado en la crítica y denuncia de los abusos y manipulaciones que se dan en Africa por culpa de políticos y multinacionales. Lleva por título Plus Rien Ne M'étonne, algo así como Ya nada me asombra, y es del año 2004.

La letra, como siempre, va después del video y refleja en pocas palabras la cruda realidad de las relaciones internacionales. Va en español y francés, por si alguien está interesado.

El primer video toma imágenes reales de conflictos actuales, o sea, bastante duras, y hace que uno se pregunte cómo es posible que el ser humano llegue a estas situaciones de barbarie y explotación.

El segundo es la misma canción y está tomado de una actuación directo.

La lección personal para mí es clara: llevar la paz y la concordia en el ambiente en que me muevo y trabajar por la educación en los valores trascendentes para que nuestros niños y adolescentes vean que otra sociedad, donde brille el amor y la caridad, sí es posible.



(Gracias a Yoly y Juanjo por el video y por su compromiso con los que lo necesitan)

Y aquí en una actuación en directo: 



La letra en español:

Ya nada me asombra

Se han repartido el mundo
Ya nada me asombra.
Ya nada me asombra.
Ya nada me asombra.
Se han repartido el mundo.
Ya nada me asombra.
Ya nada me asombra.
Ya nada me asombra.

Si tu me dejas Chechenia,
Yo te doy Armenia.
Si tu me das Afganistán
Yo te entrego Pakistán.
Si no te vas de Haití,
Yo te embarco hacia Bangui.
Si tu me ayudas a bombardear Irak,
Yo te arreglo lo de Kurdistan.

Se han repartido el mundo
Ya nada me asombra.
Ya nada me asombra.
Ya nada me asombra.
Se han repartido el mundo.
Ya nada me asombra.
Ya nada me asombra.
Ya nada me asombra.

Si tu me dejas uranio,
Yo te dejo el aluminio.
Si tu me entregas tus yacimientos,
Yo te ayudo a perseguir a los talibanes.
Si tu me das mucho trigo,
Yo les hago la guerra a tus costes.
Si tu me dejas extraer tu oro,
Yo te ayudo a echar al general.

Se han repartido el mundo
Ya nada me asombra.
Ya nada me asombra.
Ya nada me asombra.
Se han repartido el mundo.
Ya nada me asombra.
Ya nada me asombra.
Ya nada me asombra.

Se han repartido África sin consultarlo.
Se sorprende de que estemos desunidos.
Una parte del imperio Mandiga,
Se encuentra donde los Wolof.
Una parte del imperio Mossi,
Se encuentra en Ghana.
Una parte del imperio Sousso
Se encuentra en el imperio Mandiga,
Una parte del imperio Mandiga
Se encuentra donde los Mossi.

Han partido África sin consultarnos,
Sin preguntarnos, sin advertirnos.

Se han repartido el mundo
Ya nada me asombra.
Ya nada me asombra.
Ya nada me asombra.
Se han repartido el mundo.
Ya nada me asombra.
Ya nada me asombra.
Ya nada me asombra.

Se han repartido el mundo
Ya nada me asombra.
Ya nada me asombra.
Ya nada me asombra.
Se han repartido el mundo.
Ya nada me asombra.
Ya nada me asombra.
Ya nada me asombra. 


Y la letra original en francés:

Plus rien ne m'étonne !

Si tu me laisses la Tchétchénie,

Moi je te laisse l'Arménie
Si tu me laisse l'afghanistan
Moi je te laisses le Pakistan
Si tu ne quittes pas Haïti,
Moi je t'embarque pour Bangui
Si tu m'aides à bombarder l'Irak
Moi je t'arrange le Kurdistan.

Si tu me laisses l'uranium,

Moi je te laisse l'aluminium
Si tu me laisse tes gisements,
Moi je t'aides à chasser les Talibans
Si tu me donnes beaucoup de blé,
Moi je fais la guerre à tes côtés
Si tu me laisses extraire ton or,
Moi je t'aides à mettre le général dehors.

Ils ont partagé Africa, sans nous consulter

Il s'étonnent que nous soyons désunis.
Une partie de l'empire Maldingue
Se trouva chez les Wollofs.
Une partie de l'empire Mossi,
Se trouva dans le Ghana.
Une partie de l'empire Soussou,
Se trouva dans l'empire Maldingue.
Une partie de l'empire Maldingue,
Se trouva chez les Mossi.

Ils ont partagé Africa, sans nous consulter !

Sans nous demander !
Sans nous aviser !

Ils ont partagé le monde, plus rien ne m'étonne !

Plus rien ne m'étonne !
Plus rien ne m'étonne !  

La Historia de la Semana 
 

lunes, 23 de enero de 2012

El tazón de madera

Uno de los aspectos donde más se nota la calidad humana de una sociedad es en el cuidado de los más débiles, en particular de los niños y los ancianos.  

La historia de esta semana incide en esta idea de que las personas mayores, y especialmente los que nos han dado la vida, merecen nuestras mejores atenciones y cuidados, a pesar de que en muchas ocasiones no responden como nos gustaría debido a múltiples circunstancias.

La ancianidad es más parecida a la niñez de lo que parece, y por eso hay que seguir estando atentos a sus necesidades tanto humanas como espirituales.

Y sin más, con ustedes, El tazón de madera.
 
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El tazón de madera
 
El viejo se fue a vivir con su hijo, su nuera y su nieto de cuatro años. Ya las manos le temblaban, su vista se nublaba y sus pasos flaqueaban.

La familia completa comía junta en la mesa, pero las manos temblorosas y la vista enferma del anciano hacían el alimentarse un asunto difícil. Los guisantes caían de su cuchara al suelo y cuando intentaba tomar el vaso, derramaba la leche sobre el mantel. 

El hijo y su esposa se cansaron de la situación.“Tenemos que hacer algo con el abuelo”, dijo el hijo. “Ya hemos tenido suficiente, derrama la leche, hace ruido al comer y tira la comida al suelo”.

Así fue como el matrimonio decidió poner una pequeña mesa en una esquina del comedor. Ahí, el abuelo comía solo mientras el resto de la familia disfrutaba la hora de comer. Como el abuelo había roto uno o dos platos, su comida la servían en un tazón de madera. 

De vez en cuando miraban hacia donde estaba el abuelo y podían ver una lágrima en sus ojos mientras estaba ahí sentado sólo. Sin embargo, las únicas palabras que la pareja le dirigía, eran frías llamadas de atención cada vez que dejaba caer el tenedor o la comida. 

El niño de cuatro años observaba todo en silencio. Una tarde antes de la cena, el papá observó que su hijo estaba jugando con trozos de madera en el suelo. Le preguntó dulcemente: “¿Qué estás haciendo hijito?”. 

Con la misma dulzura el niño le contestó: “Ahh, estoy haciendo un tazón para ti y otro para mamá para que cuando yo crezca, ustedes coman en ellos”. Sonrió y siguió con su tarea. 

Las palabras del pequeño golpearon a sus padres de tal forma que quedaron sin habla. Las lágrimas rodaban por sus mejillas. Y aunque ninguna palabra se dijo al respecto, ambos sabían lo que tenían que hacer. 

Esa tarde el esposo tomó gentilmente la mano del abuelo y lo guió de vuelta a la mesa de la familia. Por el resto de sus días ocupó un lugar en la mesa con ellos. 

Y por alguna razón, ni el esposo ni la esposa parecían molestarse cada vez que el tenedor se caía, la leche se derramaba o se ensuciaba el mantel.


La Historia de la Semana