lunes, 21 de noviembre de 2011

Voy a seguir

Estoy plenamente convencido de que la mayoría de las personas tienen lo que se dice un buen corazón: anhelan hacer el bien y ser una ayuda para los demás.

Las dificultades llegan cuando hay que poner en práctica esas buenas ideas, pues en ocasiones las dificultades y desengaños de la vida frenan las iniciativas y van endureciendo poco a poco el corazón.

La personalidad de cada uno se va forjando en los momentos difíciles que es cuando más falta hace. Por eso me gustaría dedicar la entrada de esta semana a todos los que perseveran día a día en hacer el bien a los demás, muchas veces de forma anónima y a pesar de que no sea reconocido ni correspondido.  

Se titula Voy a seguir y me ha parecido muy interesante para no desfallecer en esta tarea tan bonita de "pasar por la vida haciendo el bien".
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Voy a seguir

Voy a seguir creyendo, aun cuando la gente pierda la esperanza.
Voy a seguir dando amor, aunque otros siembren odio.
Voy a seguir construyendo, aun cuando otros destruyan.
Voy a seguir hablando de paz, aun en medio de la guerra.
Voy a seguir iluminando, aun en medio de la oscuridad.

Y seguiré sembrando, aunque otros pisen la cosecha.
Y seguiré gritando, aun cuando otros callen.
Y dibujaré sonrisas en rostros con lágrimas.
Y transmitiré alivio cuando vea dolor.
Y regalaré motivos de alegría donde sólo haya tristezas.


Invitaré a caminar al que decidió quedarse.
Y levantaré los brazos a los que se han rendido.


Porque en medio de la desolación, 
siempre habrá un niño que nos mirará esperanzado,
esperando algo de nosotros.

Porque, aun en medio de la tormenta, 

por algún rinconcito sale el sol
y aun en medio del desierto crece una planta,
simplemente para demostrarnos
que para Dios nada es imposible ni definitivo.

Siempre habrá un pájaro que nos cante,
un niño que nos sonría 
y una mariposa que nos brinde su belleza.


La Historia de la Semana

jueves, 17 de noviembre de 2011

Desconectar para conectar

Cada vez estamos más inmersos en las nuevas tecnologías, que aparecen en todas las facetas de nuestra vida y en todos los rincones del planeta: internet, móvil, redes sociales,... Y como ocurre con todas las herramientas que tenemos, se pueden usar bien o mal. 

Una de las consecuencias más evidentes de esta situación es la virtualidad de las relaciones: resulta más fácil chatear que hablar cara a cara con otra persona (¡nos compromete mucho menos!).

Reconozco que yo soy de la escuela antigua: he conocido cantidad de gente por este medio del blog, y mantengo buenos intercambios de mensajes, por lo que estoy muy agradecido a las nuevas tecnologías, pero daría cualquier cosa por 'poner cara' a estas amistades y poder compartir un rato con ellas tomando una cerveza, dando un paseo o bebiendo un vaso de agua.

El video de esta semana se titula precisamente Desconectar para conectar, y me parece que trata muy bien este tema de aparcar lo virtual y apostar por lo real. ¡A ver si os gusta!


 

La Historia de la Semana

miércoles, 9 de noviembre de 2011

La vida enseña

Siempre se ha hablado de la 'escuela de la vida', de cómo la vida nos va enseñando a movernos en esta sociedad en que estamos inmersos.

Basta tener un poco de sensibilidad para apreciar las situaciones del día a día en que podemos aprender y madurar personalmente.


Y una de las enseñanzas más importantes para mí es que nosotros podemos estar por encima de las circunstancias concretas e influir en el entorno, aunque a veces es ciertamente complicado.


Esta es la idea central de la historia de esta semana, en la que Mahatma Gandhi resume lo que son para él las enseñanzas de la vida.
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La vida enseña

La vida enseña 
que la gente es amable, si yo soy amable;
que las personas están tristes, si estoy triste;
que todos me quieren, si yo los quiero;
que todos son malos, si yo los odio;
que hay caras sonrientes, si les sonrío;
que hay caras amargas, si estoy amargado;
que el mundo está feliz, si yo soy feliz;
que la gente se enoja, si yo estoy enojado
y que las personas son agradecidas, si yo soy agradecido.
La vida es como un espejo:
si sonrío, el espejo me devuelve la sonrisa.
La actitud que tome frente a la vida es la misma que la vida tomará ante mí.

Por eso, "el que quiera ser amado, que ame".


Mahatma Gandhi


La Historia de la Semana