jueves, 17 de noviembre de 2011

Desconectar para conectar

Cada vez estamos más inmersos en las nuevas tecnologías, que aparecen en todas las facetas de nuestra vida y en todos los rincones del planeta: internet, móvil, redes sociales,... Y como ocurre con todas las herramientas que tenemos, se pueden usar bien o mal. 

Una de las consecuencias más evidentes de esta situación es la virtualidad de las relaciones: resulta más fácil chatear que hablar cara a cara con otra persona (¡nos compromete mucho menos!).

Reconozco que yo soy de la escuela antigua: he conocido cantidad de gente por este medio del blog, y mantengo buenos intercambios de mensajes, por lo que estoy muy agradecido a las nuevas tecnologías, pero daría cualquier cosa por 'poner cara' a estas amistades y poder compartir un rato con ellas tomando una cerveza, dando un paseo o bebiendo un vaso de agua.

El video de esta semana se titula precisamente Desconectar para conectar, y me parece que trata muy bien este tema de aparcar lo virtual y apostar por lo real. ¡A ver si os gusta!


 

La Historia de la Semana

miércoles, 9 de noviembre de 2011

La vida enseña

Siempre se ha hablado de la 'escuela de la vida', de cómo la vida nos va enseñando a movernos en esta sociedad en que estamos inmersos.

Basta tener un poco de sensibilidad para apreciar las situaciones del día a día en que podemos aprender y madurar personalmente.


Y una de las enseñanzas más importantes para mí es que nosotros podemos estar por encima de las circunstancias concretas e influir en el entorno, aunque a veces es ciertamente complicado.


Esta es la idea central de la historia de esta semana, en la que Mahatma Gandhi resume lo que son para él las enseñanzas de la vida.
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La vida enseña

La vida enseña 
que la gente es amable, si yo soy amable;
que las personas están tristes, si estoy triste;
que todos me quieren, si yo los quiero;
que todos son malos, si yo los odio;
que hay caras sonrientes, si les sonrío;
que hay caras amargas, si estoy amargado;
que el mundo está feliz, si yo soy feliz;
que la gente se enoja, si yo estoy enojado
y que las personas son agradecidas, si yo soy agradecido.
La vida es como un espejo:
si sonrío, el espejo me devuelve la sonrisa.
La actitud que tome frente a la vida es la misma que la vida tomará ante mí.

Por eso, "el que quiera ser amado, que ame".


Mahatma Gandhi


La Historia de la Semana

Recogiendo piedras

Uno de los valores que distingue específicamente al ser humano es el perdón y la compasión. Sólo las personas somos capaces de tener piedad y misericordia y ejercer el perdón.

Su contravalor se identifica también con claridad: el rencor y el resentimiento.

Por desgracia es muy frecuente encontrar personas que viven instaladas en el resentimiento por hechos pasados hace tiempo pero que son incapaces de olvidar y perdonar, con el resultado de no apreciar lo positivo de la vida humana.

Por eso, para crecer en la madurez y el desarrollo personal es imprescindible tener la grandeza de corazón de saber perdonar y 'pasar página' para no vivir anclados en temas que ya no aportan nada a la persona.

De esto trata la historia de esta semana titulada Recogiendo piedras. Espero que os guste.

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Recogiendo piedras

Un día el maestro les contó a sus discípulos esta historia:

- Un hombre que iba por el camino tropezó con una gran piedra. La recogió y la llevó consigo. Poco después tropezó con otra. Igualmente la cargó.

Todas las piedras con que iba tropezando las cargaba, hasta que aquel peso se volvió tan grande que el hombre ya no podía caminar.

- ¿Qué piensan ustedes de ese hombre?

- Que es un necio -respondió uno de los discípulos.
-¿Para qué cargar las piedras con que tropezaba? Es un esfuerzo inútil -dijo otro.

Y añadió el maestro:

-Eso es lo que hacen aquéllos que cargan las ofensas que otros les han hecho, los agravios sufridos, y aún la amargura de las propias equivocaciones...

Todo eso lo debéis dejar atrás, y no cargar las pesadas piedras del rencor y del resentimiento contra los demás o contra uno mismo.

Si haces a un lado esa inútil carga y no la llevas contigo, tu camino será más ligero y tu paso más seguro.