jueves, 7 de julio de 2011

Viaje a Quintanabaldo

De nuevo como cada verano toca llevar un todoterreno a la zona de acampada en Quintanabaldo para realizar las labores de abastecimiento y transportes. 

En esta ocasión el trayecto es más corto que otras veces: desde La Cabrera (Madrid) hasta Quintanabaldo en Burgos. En total hay unos 300 km, y cuento con un copiloto estupendo importado de Chile: Raúl. 

Aprovechando el trayecto decidimos realizar también un recorrido cultural por tierras burgalesas, así que salimos a las 9 de la mañana del domingo con el famoso Land Rover por la autopista A1 y nos dirigimos hacia Burgos capital. 

La primera parada es en el puerto de Somosierra, donde tuvo lugar una famosa batalla en el año 1808 entre la caballería polaca de Napoleón y los soldados españoles (ganó Napoleón...). Allí hay una ermita poco conocida que recuerda la batalla y todos los que fallecieron en ella.


Hacia el mediodía llegamos a Burgos capital, donde una imponente estatua del Cid Campeador nos recibe a la entrada de la misma.

En Burgos hay dos visitas obligadas: la Catedral y la Cartuja de Miraflores. 

Dejamos la Catedral para la tarde y nos dirigimos a la Cartuja para contemplar dos obras de arte que impresionan: el retablo del altar y la sepultura de los padres de Isabel la Católica, obra del famoso escultor Gil de Siloé.

Las fotos intentan dar una visión de los mismos, pero nada como verlo en directo.

La siguiente parada es Orbaneja del Castillo, un pequeño pueblo a la orilla del río Ebro con una cascada muy curiosa que es la atracción del lugar. 

El pueblo no tendrá más de 50 habitantes, pero en verano está lleno de turistas. Hay una vista impresionante del cañón del Ebro y las esculturas naturales producto de la erosión con las tejas de las casas por debajo.

El valle es tan estrecho que muchas casas están sobre el precipicio, como la de la foto.

Y por fin llegamos a la zona del campamento y hacemos entrega del coche. Impresiona un poco ver las instalaciones vacías, y más pensando que dentro de unos días no habrá quien descanse con todos los niños corriendo sin parar por allí.


El regreso en autobús hasta Madrid se hace un poco pesado (¡llegamos pasadas las 12 de la noche!), pero aprovechamos la parada en Burgos para apreciar una vez más la hermosa catedral y rezar un poco para que todo salga bien.

Y la foto que aparece al final es del entorno donde se va a desarrollar el campamento durante los próximos días. ¡Impresionante!

¡Seguiremos informando!!

La Historia de la Semana

martes, 5 de julio de 2011

Viva el queso!

Con los calores del verano y la proximidad de las vacaciones dan pocas ganas de trabajar... así que no viene mal un video simpático.

El que va a continuación es un anuncio de una marca de queso para resaltar lo bueno que es y la vitalidad que proporciona... 

Pero no sólo eso: es un claro ejemplo de cómo superar las adversidades y sacar 'fuerzas de la flaqueza'.

La música acompaña muy bien las vicisitudes del ratón, y son extractos de los temas Top of the World
(The Carpenters), The End (The Doors) y Eye of the Tiger (Survivor).

¡Yo ya he empezado a comer más queso!!

Espero que os guste.



jueves, 30 de junio de 2011

Ata tu camello

Uno de los refranes españoles más típicos es el famoso A Dios rogando y con el mazo dando.

La historia de esta semana cuenta la versión oriental de esta idea, que se podría resumir de forma sencilla en cuatro palabras: no eludir nuestras responsabilidades.

En efecto, suele resultar bastante fácil escudarse en otras cosas, y muchas veces en Dios mismo, para no acometer lo que debemos hacer, dejándolo para más adelante o simplemente olvidándolo.

Esta historia nos recuerda que Dios no actúa sin nosotros, que somos sus manos, y que, en última instancia, se va a cumplir su voluntad aunque a veces no la entendamos. O dicho de otra manera: es muy fácil decir que se confía en Dios y luego dormirse en los laureles.

Y sin más, aquí va el relato Confía en Dios pero ata primero el camello.

==============================================
Confía en Dios pero ata primero el camello

Un maestro estaba viajando con uno de sus discípulos. El discípulo era el encargado de cuidar del camello.

Llegaron de noche, cansados, a la posada para caravanas. Era obligación del discípulo atar el camello, pero no se molestó en hacerlo y lo dejó fuera. En cambio, se dedicó a rezar. Le dijo a Dios: Encárgate del camello, y se durmió.

Por la mañana el camello no estaba: había sido robado, se había ido... podía haberle ocurrido cualquier cosa.
 

El maestro preguntó: 

-¿Qué ha pasado? ¿Dónde está el camello?

-No lo sé -dijo el discípulo-. Pregúntaselo a Dios, porque yo le dije a Él que lo cuidara ; y como yo estaba cansado, no tengo la menor idea. Yo no soy el responsable porque se lo dije muy claramente. No hay forma de que no lo entendiera: se lo repetí tres veces. Y como siempre enseñas que debemos confiar en Dios, he confiado. Ahora no te enfades conmigo.

El maestro dijo: 

-Confía en Dios, pero primero ata el camello, porque Dios no tiene otras manos que las tuyas. 

Si quiere atar el camello, tendrá que usar las manos de alguien; pues no tiene otras que las tuyas. ¡Y es tu camello! La mejor forma de hacerlo, el camino más sencillo y más fácil es usar tus manos. 

Y confía en Dios. No confíes sólo en tus manos; de otro modo estarás intranquilo. Ata el camello y después confía en Dios.

Preguntarás: ¿Para qué confiar en Dios si ya he atado el camello?; pues porque, aunque esté atado, el camello puede ser robado. 


Haz todo lo que puedas, pero eso no garantiza el resultado. Haz todo lo que puedas, y después acepta lo que ocurra.


La Historia de la Semana