lunes, 28 de febrero de 2011

Curiosidades del blog

La aventura de abrir este blog, que comenzó como una forma sencilla de mantener contacto con familiares y amigos, se está consolidando poco a poco y va creciendo en número de visitas desde los lugares más insospechados.

Por ejemplo, una de las bitácoras del diario El País de nombre Batiburrillo ha incluido entre sus enlaces el que mencionaba a San Juan de la Cruz:

No me resisto a incluir este gráfico del tráfico del blog de los últimos meses. Como se puede apreciar, despacio pero de forma constante va creciendo el número de visitas. 

Y todo gracias a vosotros, los lectores asiduos del blog, ya que no hay ningún apoyo ni ninguna otra fuente de difusión sino la que hacéis entre vuestros amigos cuando os gusta un artículo.

En los últimos tres meses, las páginas más visitadas han sido éstas:

¡lo que confirma que nuestra generación es más audiovisual que lectora, pues ganan los videos! 

Muchas gracias de corazón a tod@s los que se acercan a este rinconcito y seguimos adelante siempre con ilusión. 

La Historia de la Semana

jueves, 24 de febrero de 2011

Porcelain Unicorn

Comparto esta semana un corto que me acaban de enviar y que fue ganador del concurso Philips Parallel Lines 'Tell It Your Way', o sea, algo así como 'dilo a tu manera'.

Se titula Porcelain Unicorn (El unicornio de porcelana), y en 3 minutos condensa toda una historia de amor y amistad que reúne los más valiosos elementos que podemos desear en la vida: defensa del débil, justicia, generosidad, superación de dificultades, espera, reencuentro,...

Y especialmente una ternura que a mí me ha llamado mucho la atención. Pero seguro que a cada uno que lo vea le dirá mucho más.

Tiene un breve diálogo en inglés pero se entiende perfectamente. 

Y sin más aquí va Porcelaine Unicorn. ¡A ver si os gusta!




La Historia de la Semana

martes, 22 de febrero de 2011

Señor, ayúdame!

Mucha gente piensa que orar es repetir mecánicamente unas palabras, más o menos sentidas, dirigidas a Dios. A veces sí, pero su efecto va mucho más allá. Si esas palabras no tienen una clara repercusión en mi cotidianeidad, es que algo no va bien. 

La historia de esta semana es una oración de Gandhi que expresa magníficamente esta repercusión en los demás. 


De hecho ha sido utilizada en las escuelas de liderazgo para hacer ver a los futuros líderes cómo es la mejor manera de acercarse a los demás, cómo debe ser mi actitud frente a las situaciones que la vida nos va deparando, sin dejarse llevar por la corriente.

 
Y dicho de una forma que ya San Juan resumió sencillamente: no puedo amar a Dios a quien no veo si no amo a mi hermano a quien veo.

En definitiva, se trata de una apuesta por la superación personal en la dirección más bonita: la del amor. Aquí va esta magnífica y actual oración de Gandhi.

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Señor, ayúdame!
Señor,
Ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes 
y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.

Si me das fortuna, no me quites la razón.
Si me das éxito, no me quites la humildad.

Si me das humildad, no me quites la dignidad.

  
Ayúdame siempre a ver la otra cara de la moneda,
no me dejes culpar de traición a los demás por no pensar igual que yo.
Enséñame a querer a la gente como a ti mismo y a no juzgarme como a los demás.

 
No me dejes caer en el orgullo si triunfo, ni en la desesperación si fracaso.
Mas bien, recuérdame que el fracaso es la experiencia que precede al triunfo.


Si me quitas el éxito, déjame fuerzas para aprender del fracaso.
Si yo ofendiera a la gente, dame valor para disculparme
y si la gente me ofende, dame valor para perdonar.

¡Señor...si yo me olvido de ti, nunca te olvides de mí!