viernes, 4 de febrero de 2011

El miedo

El miedo es una sensación que muchas veces nos paraliza y nos 'corta las alas', impidiendo que demos lo mejor de nosotros mismos.

Y lo peor es que en muchas ocasiones su origen está dentro de nosotros mismos, sin causas externas que lo justifiquen, debido a temores sin fundamento.

Por eso me parece oportuno recordar esta historia titulada El miedo, para tomar conciencia de que, aun sintiendo miedo como todo el mundo, somos capaces de superarlo, dar un paso al frente y atravesar las puertas que se nos pongan por delante, porque de eso va el cuento: de atravesar la puerta y alcanzar la libertad interior.

¡Espero que os guste!
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El miedo

Hace mucho tiempo, en una tierra en guerra, había un rey que causaba espanto. Siempre que hacía prisioneros, no los mataba, sino que los llevaba a una sala donde había un grupo de arqueros de un lado y una inmensa puerta de hierro del otro, sobre la cual se veían grabadas figuras de calaveras cubiertas de sangre.

En esta sala el rey les hacía formar un círculo y les decía entonces... "Ustedes pueden elegir entre morir atravesados por las flechas de mis arqueros o pasar por esa puerta misteriosa". 

Todos tenían tanto pavor al rey que elegían ser muertos por los arqueros. 

Al terminar la guerra, un soldado que por mucho tiempo había servido con lealtad al rey se dirigió al soberano y le dijo:

—"Señor, ¿puedo hacerle una pregunta?"

Le respondió el rey:

—"Dime soldado". 
—"¿Qué había detrás de la horrorosa puerta?".
—"Ve y mira tú mismo", respondió el rey. 

El soldado entonces abrió temerosamente la puerta, y, a medida que lo hacía, rayos de sol entraron y aclararon el ambiente... y, finalmente, descubrió sorprendido que la puerta se abría sobre un camino que conducía a la libertad.

El soldado, admirado, sólo miro a su rey, que le decía: 
—"Yo les daba a ellos la elección, pero preferían morir antes que arriesgarse a abrir esta puerta".

martes, 1 de febrero de 2011

Hay razones para creer en un mundo mejor

Las cosas buenas hay que reconocerlas vengan de donde vengan: esta semana ha lanzado CocaCola una campaña publicitaria de las de 'quitarse el sombrero', con el lema Hay razones para creer en un mundo mejor.

Normalmente tenemos la tendencia de fijarnos en lo negativo que ocurre a nuestro alrededor, y solemos pasar por alto las cosas buenas que acontecen. Es en esta realidad en la que se basa el anuncio de CocaCola, ilustrado con un
video que no nos puede dejar indiferentes. En él se compara lo negativo (corrupción, crisis, guerras,...) con lo positivo (amistad, donación de sangre, niños, ...). Cosas que parecen pequeñas pero que son efectivamente semilla de un mundo mejor.

Y como todo lo que sea promover el bien y la superación personal es bienvenido a este blog, aquí comparto esta pequeña muestra, porque, efectivamente, hay razones para creer y para crear un mundo mejor.


La música que sirve de fondo es el tema Whatever, de Oasis, y he encontrado la versión original, que también incluyo en este artículo. (¡Homenaje a los fans de Oasis que siguen el blog, que hay unos cuantos!)

Como siempre que es posible, después de cada video incluyo la letra del mismo. Y en el caso del tema de Oasis, en inglés y en español, para practicar un poco.


¡Espero que lo disfrutéis tanto como yo!

Aquí va el video



Y el texto:

Por cada tanque que se fabrica en el mundo... se fabrican 131 mil peluches.
Por cada Bolsa de Valores que se desploma... hay 10 versiones de "What a Wonderful World".
Por cada persona corrupta... hay 8 mil donando sangre.
Por cada muro que existe... se ponen 200 mil tapetes de "Bienvenido".
Mientras 1 científico diseña un arma nueva... hay 1 millón de mamás haciendo pasteles de chocolate.
En el mundo se imprime más dinero de Monopoly que dólares.
Hay más videos divertidos en internet... que malas noticias en todo el mundo.
AMOR tiene más resultados que MIEDO.
Por cada persona que dice que todo va a estar peor... hay 100 parejas buscando un hijo.
Por cada arma que se vende en el mundo... 20 mil personas comparten una Coca-Cola.




La música original:


Y la letra:

WHATEVER

I'm free to be whatever I
Whatever I choose
And I'll sing the blues if I want

I'm free to say whatever I
Whatever I like
If it's wrong or right it's alright

Always seems to me
You always see what people want you to see
How long's it gonna be
Before we get on the bus
And cause no fuss
Get a grip on yourself
It dont cost much

Free to be whatever you
Whatever you say
If it comes my way it's alright

You're free to be wherever you
Wherever you please
You can shoot the breeze if you want

It always seems to me
You always see what people want you to see
How long's it gonna be
Before we get on the bus
And cause no fuss
Get a grip on yourself
It don't cost much

I'm free to be whatever I
Whatever I choose
And I'll sing the blues if I want

Here in my mind
You know you might find
Something that you
You thought you once knew
But now it's all gone
And you know it's no fun
Yeah I know it's no fun
Oh I know it's no fun

I'm free to be whatever I
Whatever I choose
And I'll sing the blues if I want

I'm free to be whatever I
Whatever I choose
And I'll sing the blues if I want

Whatever you do
Whatever you say
Yeah I know it's alright

Whatever you do
Whatever you say
Yeah I know it's alright

LO QUE SEA

Soy libre de ser lo que sea
Lo que yo elija
Y cantar los blues que yo quiera

Soy libre de decir lo que sea
Lo que quiera
Si me equivoco o acierto, está bien

Para mí, siempre parece que
Tú solo ves lo que la gente quiere que veas.
Cuánto tiempo será así
Antes de que subamos al autobús
Sin causar escándalos.
Conseguir estar en aprietos por ti mismo
No cuesta mucho

Soy libre de decir lo que sea
Lo que digas
Si me gusta o no, está bien

Eres libre de ser lo que quieras
Lo que te plazca
Puedes dispararle a la brisa si quieres

Para mí, siempre parece que
Tú solo ves lo que la gente quiere que veas
Cuánto tiempo será así
Antes de que subamos al autobús
Sin causar escándalos
Conseguir estar en aprietos por ti mismo
No cuesta mucho

Soy libre de ser lo que sea
Lo que yo elija
Y cantar los blues que yo quiera

Aquí en mi mente
Sabes que quizá encuentres
Algo que tú
Creías que alguna vez supiste
Pero ahora todo se ha ido
Y sabes que no es divertido
Y sé que no es divertido
Sí, sé que no es divertido

Soy libre de ser lo que sea
Lo que yo elija
Y cantar los blues que yo quiera

Soy libre de ser lo que sea

Lo que yo elija
Y cantar los blues que yo quiera

Lo que sea que hagas

Lo que sea que digas
Sí, yo sé que está bien

Lo que sea que hagas

Lo que sea que digas
Sí, yo sé que está bien

domingo, 30 de enero de 2011

La felicidad

El tema de la felicidad siempre está presente en nuestras acciones: hemos nacido para ser felices, ¡no unos desgraciados!

Pero con mucha frecuencia buscamos la verdadera felicidad en los sitios donde difícilmente se encuentra, y nos contentamos con la felicidad efímera del instante. 

La historia de este semana nos recuerda un hecho bien sencillo: la felicidad está en nuestro corazón, dentro de cada uno de nosotros. 

¡Ya sólo nos queda llegar a ella!

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La felicidad


En el principio de los tiempos, se reunieron varios demonios para hacer una travesura. Uno de ellos dijo: "Debemos quitarles algo a los hombres, pero, ¿qué les quitamos?".

Después de mucho pensar uno dijo: "¡Ya sé!, vamos a quitarles la felicidad, pero el problema va a ser donde esconderla para que no la puedan encontrar".

El primero propuso: "Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo", a lo que inmediatamente repuso otro: "no; recuerda que tienen fuerza; alguna vez alguien puede subir y encontrarla, y si la encuentra uno, ya todos sabrán donde está".

Luego propuso otro: "Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar", y otro contesto: "No; recuerda que tienen curiosidad; alguna vez alguien construirá algún aparato para poder bajar y entonces la encontrará".

Uno más dijo: "Escondámosla en un planeta lejano a la Tierra". Y le dijeron: "No; recuerda que tienen inteligencia, y un día alguien va a construir una nave en la que pueda viajar a otros planetas y la va a descubrir, y entonces todos tendrán felicidad".

El último de ellos era un demonio que había permanecido en silencio escuchando atentamente las propuestas de los demás. Analizó cada una de ellas y entonces dijo: "Creo saber donde ponerla para que realmente nunca la encuentren".

Todos se volvieron asombrados y preguntaron al mismo tiempo: "¿Dónde?". El demonio respondió: "La esconderemos dentro de ellos mismos: estarán tan ocupados buscándola fuera, que nunca la encontrarán.

Todos estuvieron de acuerdo y desde entonces ha sido así:

el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la lleva siempre consigo.