martes, 5 de octubre de 2010

Merece la pena

¿Merece la pena desprenderse de algo que apreciamos mucho para ayudar a un amigo?

Para responder bien a esta cuestión seguramente habría que concretar casos, situaciones, momentos, ... pero en líneas generales yo creo que la respuesta es afirmativa. Y en la mayoría de las ocasiones no se trata de bienes económicos sino de los valores que llevamos en nuestro corazón esperando una oportunidad para salir.


El video de esta semana es muy breve, apenas llega al minuto, pero ilustra magistralmente esta idea de compartir lo poco o mucho que se tenga con el que lo necesita más, de la mano de la imaginación y creatividad de los niños, porque efectivamente, merece la pena.

Aquí va:



viernes, 1 de octubre de 2010

Dios y el zapatero

A menudo nos solemos quejar de nuestra suerte, envidiando a otras personas que parece tienen justo lo que a nosotros nos gustaría para ser plenamente felices.

Y entretenidos en esos pensamientos no caemos en la cuenta de todas las cosas buenas que tenemos, desaprovechando grandes ocasiones de vivir felizmente saboreando los pequeños -o grandes- detalles de la vida, desde la sonrisa de un niño a la compañía de esa amistad especial.

La historia de esta semana me ha hecho meditar más profundamente sobre este tema y, sobre todo, dar gracias a Dios por todas las cosas sencillas que me rodean y me ayudan casi sin darme cuenta en el vivir cotidiano. 

Se titula Dios y el zapatero, y espero que os guste.

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Dios y el zapatero


Un buen día Dios tomó forma de mendigo y bajó al pueblo.  Buscó la casa del zapatero y le dijo: “Hermano, soy muy pobre, no tengo ni una moneda en la bolsa, estas son mis únicas sandalias y están rotas, si me hicieras el favor...”. 

El zapatero le dijo: “Estoy cansado de que todos vengan a pedir y nadie a dar”. 

El Señor le dijo: “Yo puedo darte lo que tu necesitas”. 

El zapatero desconfiado, viendo a un mendigo, le preguntó: “¿Tu podrías darme el millón de dólares que yo necesito para ser feliz?”.

El Señor le dijo: “Yo puedo darte diez veces más que eso, pero a cambio de algo”.

El zapatero preguntó: “¿A cambio de qué?”  

El Señor le respondió: “A cambio... a cambio de tus piernas”. 

El zapatero dijo: “Para qué quiero yo diez millones de dólares si no voy a poder caminar”.

Entonces el Señor le dijo: “Puedo darte cien millones de dólares a cambio de tus brazos”. 

El zapatero dijo: “Para qué quiero yo cien millones de dólares si ni siquiera voy a poder comer solo”. 

El Señor le dijo: “Bueno, entonces puedo darte mil millones de dólares a cambio de tus ojos”.

El zapatero pensó un poco y dijo: “Para que quiero yo mil millones de dólares si no voy a poder ver a mi mujer, a mis hijos, a mis amigos...”. 

Entonces el Señor le dijo: “Hermano, hermano... ¡¡qué fortuna tienes y no te das cuenta!!”.

Facundo Cabral 

martes, 28 de septiembre de 2010

Cursillo para parejas

Uno de los aspectos más sorprendentes del campamento de jóvenes al que he ido este verano ha sido para mí la facilidad con que se hacen y deshacen parejas en tan solo 12 días.

Estaba meditando sobre las relaciones afectivas en edades tempranas cuando he recibido el video que comparto esta semana, donde nos viene a decir que el auténtico amor de pareja, el de verdad, es tan bonito que hay que saber vivirlo en toda la plenitud de entrega mutua que supone, y que pasa también por la propia abnegación.

El video son unas imágenes extraídas de la película de animación Up!, que narra las vicisitudes de Carl y Ellie, y que constituyen un resumen de la vida en pareja que me ha parecido formidable. El tema daría para escribir todo un tratado, pero mejor dejo simplemente las frases que aparecen, que son precisas y preciosas para compartir.

Aquí van:

- Perder el miedo al futuro: ¿Qué pasará mañana? Que intentaré quererte más.

- La austeridad, una buena aliada: La pantalla más entretenida de su casa, su mirada.

- Es una sociedad: Nunca pienses que tú eres más importante. Ni menos.

- Una cita sagrada en la agenda: Reservemos tiempo para hablar en un escenario diferente.

- ¿1, 2, 3…?: No nos arrepentiremos de ninguno. Serán un regalo.

- ¿Y cuando lleguen los malos rollos?: Leeremos ese texto que escribí con las razones por las que te quiero.

- Pequeños proyectos: Una familia con futuro piensa en el futuro.

- ¿No va a aprender nunca?: No, no aprenderá nunca. Acéptale como es. Acéptala como es.

- ¡Bailar y bailar!: Luchemos contra la rutina cuando ya no sintamos el impulso.

- Romper el saque: Sorprendámonos con pequeños detalles.

- El amor es entregarse: Sólo hay aventura cuando se apuesta todo a la otra persona.

- Hay alegrías, hay dolores…y con Dios es más fácil…