Cada semana una breve historia y un relato que
nos ayude en la educación en valores
y en la madurez personal
viernes, 15 de mayo de 2009
15 consejos de un adolescente a sus padres
Hace tiempo me llegó este texto curioso: se trata de unos consejos de un adolescente a sus padres. Seguramente serán de un educador, pero merece la pena repasarlos pues aportan unas ideas claras y sencillas desde el punto de vista del educando que muchas veces solemos olvidar, pensando que el educador siempre lleva razón. Y es importante tenerlas en cuenta para que la acción educativa de padres y educadores logre su efecto: llegar al corazón de la persona que queremos de verdad.
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15 consejos de un adolescente a sus padres
1. Trátame con la misma cordialidad con la que tratas a tus amigos. Que seamos familia no quiere decir que no podamos ser amigos también.
2. No me des siempre órdenes. Si me pidieras las cosas en vez de ordenármelas, yo las haría antes y de buena gana.
3. No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer. Mantén tu decisión.
4. No me des todo lo que te pida. A veces pido para saber hasta dónde puedes llegar.
5. Cumple las promesas, tanto si son buenas como si son malas. Si me prometes un permiso, dámelo. Si es un castigo, también.
6. No me compares con nadie, especialmente con mis hermanas o hermanos. Si me ensalzas, el otro va a sufrir. Si me haces de menos, quien sufre soy yo.
7. No me corrijas en público. No es necesario que todo el mundo se entere.
8. No me grites. Te respeto menos cuando lo haces.
9. Déjame valerme por mí mismo. Si tú lo haces todo, nunca aprenderé.
10. No mientas delante de mí. Tampoco pidas que yo mienta por ti, para sacarte de un apuro.
11. Cuando haga algo malo, no me exijas que te explique por qué lo hice. A veces, ni yo mismo lo sé.
12. Cuando estés equivocado en algo, admítelo y crecerá mi estima por ti, y yo aprenderé a admitir mis equivocaciones.
13. No me pidas que haga una cosa que tú no haces. Aprenderé y haré siempre lo que tú hagas, aunque no lo digas.
14. Cuando te cuento un problema no me digas "ahora no tengo tiempo para tus tonterías" o "eso no tiene importancia". Trata de comprenderme y ayudarme.
15. Quiéreme y dímelo. Me gusta oírtelo decir, aunque tú no lo creas necesario. Me agrada mucho.
sábado, 9 de mayo de 2009
El halcón
En los campamentos de aprecia en toda su realidad: la experiencia de profesor, y no digamos ya la de jefe de campamento, es algo inolvidable que nos fuerza a sacar de nosotros mismos todo lo mejor en todos los sentidos: físico (yo lo de dormir poco lo llevo fatal!), educativo (siempre hay que estar enseñando) y espiritual (uno toma conciencia de que hay que dar ejemplo para mantener la autoridad).
Todo esto me ha recordado la sencilla historia de esta semana, aunque seguro que a vosotros os sugiere muchas más cosas. Espero que os guste.
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El halcón
Un rey recibió como obsequio dos pequeños halcones y los entregó al maestro de cacería para que los entrenara. Después de unos meses, el maestro le informó al rey que uno de los halcones estaba perfectamente pero que al otro no sabía que le sucedía, no se había movido de la rama en la que lo depositó el día que llegó.
El rey mandó llamar a curanderos y sanadores para que vieran al halcón, pero nadie pudo hacer volar al ave.
Encargó entonces la misión a miembros de la corte, pero nada sucedió. Al día siguiente, el monarca pudo observar desde la ventana de sus aposentos que el ave aún continuaba inmóvil. Entonces decidió comunicar a su pueblo que ofrecería una recompensa a la persona que hiciera volar al halcón. A la mañana siguiente vio, sorprendido, al halcón volando ágilmente por los jardines.
El rey le dijo a su chambelán que trajera a su presencia al autor de ese milagro. Al poco, apareció ante él un campesino. El rey le preguntó:
- "¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo hiciste? ¿Eres mago?"
Intimidado, el campesino le contestó: - "Fue fácil, mi Señor, sólo corté la rama y el halcón voló, se dio cuenta que tenía alas y se puso a volar".
viernes, 8 de mayo de 2009
Decálogo para formar un delincuente
Cada vez soy más consciente de lo difícil que es ser padre o madre hoy en día, con los hijos sometidos a todo tipo de información, ejemplos, relativismos,..... así que esta historia de la semana va dedicada a todos los padres y educadores de esta pequeña lista, con la esperanza de que sea de utilidad. ¡Animo y no desfallezcáis en vuestra bonita tarea.
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Decálogo para formar un delincuente
1. Comience desde la infancia dando a su hijo todo lo que pida. Así crecerá convencido de que el mundo entero le pertenece.
2. No se preocupe por su educación ética o espiritual. Espere a que alcance la mayoría de edad para que pueda decidir libremente.
3. Cuando diga palabrotas, ríaselas. Esto lo animará a hacer cosas más graciosas.
4. No le regañe ni le diga que está mal algo de lo que hace. Podría crearle complejos de culpabilidad.
5. Recoja todo lo que él deja tirado: libros, zapatos, ropa, juguetes. Así se acostumbrará a cargar la responsabilidad sobre los demás.
6. Déjele leer todo lo que caiga en sus manos. Cuide de que sus platos, cubiertos y vasos estén esterilizados, pero no de que su mente se llene de basura.
7. Riña a menudo con su cónyuge en presencia del niño, así a él no le dolerá demasiado el día en que la familia, quizá por su propia conducta, quede destrozada para siempre.
8. Dele todo el dinero que quiera gastar. No vaya a sospechar que para disponer del mismo es necesario trabajar.
9. Satisfaga todos sus deseos, apetitos, comodidades y placeres. El sacrificio y la austeridad podrían producirle frustraciones.
10. Póngase de su parte en cualquier conflicto que tenga con sus profesores y vecinos. Piense que todos ellos tienen prejuicios contra su hijo y que de verdad quieren fastidiarlo.
Emilio Calatayud