lunes, 8 de julio de 2013

¡Feliz verano!

Entramos ya en la etapa vacacional, con nuevas actividades y viajes fuera de Madrid, comenzando por el Camino de Santiago, y las conexiones a la red no son tan fáciles de encontrar, por lo que las actualizaciones no serán tan regulares.

Así que es un buen momento para desconectar por unas semanas y darle un merecido descanso a La Historia de la Semana, que se lo ha ganado publicando fielmente una historia cada semana (¡tal como su nombre indica!) y a los amables lectores que se asoman fielmente a ella.

Aprovecho también para desear unas felices vacaciones a todos los que participan de este rincón de la web y, por supuesto, agradecer las constantes y entusiastas muestras de apoyo recibidas.

Comparto este video (titulado algo así como Traer a la vida) para que, allí donde nos encontremos estos días, recordemos que hay que cuidar la naturaleza y compartir los mejores momentos con los amigos, ¡y si es con una buena cerveza delante aún mejor!

¡¡Feliz verano a tod@s!!



La Historia de la Semana

viernes, 5 de julio de 2013

Las cosas no son como parecen...

Dice un clásico refrán castellano eso de 'piensa mal y acertarás'.

El video que comparto esta semana es para poner en cuarentena esta afirmación, pues, en muchas ocasiones, las cosas no son como parecen, y solemos dejarnos llevar por el prejuicio: una opinión previa desfavorable sin conocimento real de la situación. 

En el trabajo con jóvenes me ha ocurrido alguna vez ver a uno que no encaja en el tipo normal y pensar: éste me va a dar problemas de convivencia con el grupo. Y luego resulta que tiene un corazón de oro para tratar a los demás.


Este sencillo video me parece un buen ejemplo de que no hay que dejarse llevar por los prejuicios a la hora de pensar en los demás, porque muchas veces las cosas no son lo que parecen... (por cierto, ¿habéis descubierto la joven y la vieja en la foto de arriba?)


La Historia de la Semana

jueves, 4 de julio de 2013

El relojero


Uno de los valores menos mencionados en las historias es el de la perseverancia o la constancia.

Solemos destacar la amistad, la generosidad, la disposición,... pero la constancia en el deber se nos olvida.

La historia de esta semana sirve para ilustrar cómo la perseverancia da sus frutos en el momento adecuado, y la mejor perseverancia es la que está movida por el amor.

Cuando iniciamos una tarea con ilusión hay que cuidarla con amor y dedicación, y ser perseverantes para llevarla a feliz término. 

Todo esto es lo que nos enseña esta historia de El relojero.
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El relojero

Cuentan que el viejo relojero volvió al pueblo después de dos años de ausencia. El mostrador de su relojería recibió en una sola tarde todos los relojes del pueblo que se habían estropeado y habían quedado esperándolo en algún cajoncito de la casa de sus dueños.


El joyero revisó cada uno, pieza por pieza, engranaje por engranaje. Pero sólo uno de los relojes tenía arreglo, el que pertenecía al viejo maestro de la escuela pública; todos los demás eran ya máquinas inservibles.

El reloj del maestro era un legado de su padre; posiblemente por eso el día en que se detuvo marcó para ese hombre un momento muy triste. Sin embargo, en lugar de dejarlo olvidado en su mesita, el maestro cada noche tomaba su viejo reloj, lo calentaba entre sus manos, lo lustraba, daba apenas una media vuelta a la tuerca y lo agitaba deseando que recuperara su andar. 


El reloj parecía querer complacer a su dueño, que durante algunos minutos se quedaba escuchando el conocido tictac de la máquina. Pero enseguida volvía a detenerse.

Sin embargo, fue este pequeño ritual, este ocuparse del reloj, este cuidado amoroso, lo que evitó que ese reloj se trabara para siempre. 

Fue la suma de la motivación y la perseverancia del maestro lo que salvó a su reloj de morir oxidado.


La Historia de la Semana