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lunes, 2 de abril de 2012

Decálogo del buen líder

Hace unos meses leí un artículo de economía dedicado a explicar cómo debería ser un empresario ideal en estos tiempos de crisis.

Las ideas eran muy sencillas y claras y me recordó inmediatamente cómo tiene que ser un buen líder en el trabajo con los suyos.

Así que hice un resumen rápido y aquí lo comparto bajo la forma de este Decálogo del buen líder.

Creo que es muy necesario tener en mente estas ideas sencillas cuanto se tiene que trabajar en equipo y dirigir grupos de jóvenes, pues así se facilita enormemente la tarea y sobre todo se logra crear un clima de amistad que redunda en beneficio de las personas y de la actividad.

¡Espero que os sea de utilidad!

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Decálogo del buen líder

1.- Escucha: Dedica más tiempo a escuchar que a hablar.

2.- Confía: Se deja asesorar por personas con entusiasmo.

3.- Delega: Crea un clima de confianza y responsabilidad delegando el poder en colaboradores.

4.- Comunica: Promueve la comunicación fluida entre el grupo.

5.- Relaja: No pierde nunca la calma ni levanta la voz.

6.- Se atreve: No se ata a ideas preconcebidas, automatismos ni temores infundados.

7.- Cuida: Presta atención especial a la salud física, mental y espiritual de su gente.

8.- Optimiza: Organiza racionalmente el tiempo y el trabajo.

9.- Motiva: Sabe mantener motivados a los suyos.

10.- Responsabiliza: Procura que cada persona se responsabilice de su propia tarea y no esté sólo pendiente de lo que hacen los demás.



La Historia de la Semana

domingo, 24 de abril de 2011

12 reglas para el éxito

Después de unos días de retiro, recargando baterías, me ha parecido oportuno compartir un artículo que trata sobre las claves del éxito según el famoso gurú de la informática Steve Jobs, en el que condensa en 12 ideas lo que considera importante para un líder empresarial. 

Ya incluí hace un tiempo en esta entrada el discurso que pronunció en la Universidad de Stanford y que es una pieza maestra sobre la motivación.

Me he tomado la libertad de resumirlo y de hacer algunas adaptaciones para aplicarlo al desarrollo personal en cualquier ámbito. 

Y es el texto que comparto esta semana. El artículo completo está aquí por si alguien lo quiere ver.

¡¡Espero que sirva y sea útil!!

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12 reglas para el éxito 


1. Haz lo que te gusta hacer. Encuentra tu verdadera pasión. La única manera de hacer un gran trabajo es hacer lo que te gusta.

2. Sé diferente. Piensa diferente.

3. Esfuérzate al máximo. Aplica tu mayor esfuerzo en cualquier trabajo. ¡No te duermas!

4. Haz un análisis DAFO. O sea, medita sobre las fortalezas y debilidades en la responsabilidad encomendada.

5. Sé emprendedor. Busca lo próximo que viene. A veces el primer paso es el más difícil. Ten el coraje de seguir a tu corazón y tu intuición.

6. Comienza en pequeño, piensa en grande. No te preocupes de demasiadas cosas a la vez. Toma un puñado de cosas simples para comenzar. No pienses solo en el mañana, sino también en el futuro distante.

7. Aspira a ser líder. Ser el primero en tu campo y el que da ejemplo de todo lo que dice es fundamental.

8. Esfuérzate en el resultado. Sé un patrón de calidad. Algunas personas no están acostumbradas a un ambiente donde se espera la excelencia.

9. Pide la opinión. Pide la opinión de personas con distintas ideas. Cada una de ellas te dirá algo útil.

10. Innova. La innovación distingue a un líder de los seguidores. Delega, deja que otros hagan el trabajo rutinario para poder pensar en cosas nuevas.

11. Aprende del fracaso. Algunas veces, cuando innovas cometes errores. Es bueno admitirlos rápidamente y seguir mejorando tus otras innovaciones.

12. Aprende continuamente. ¡Siempre hay “algo más” para aprender! Aprende de amigos, competidores, socios, compañeros,... de todo el mundo.


La Historia de la Semana

viernes, 2 de julio de 2010

La obra del Rey

Cuando estamos inmersos en un proyecto, o incluso en el trabajo cotidiano, tenemos habitualmente dos opciones: hacer las cosas como siempre se han hecho o intentar mejorarlas con creatividad e ilusión.

Evidentemente el camino más fácil es el primero: necesita poco esfuerzo. En cambio el segundo requiere profundizar en las situaciones, imaginar alternativas y aportar un trabajo personal.

La historia de esta semana, titulada La obra del Rey, es un sencillo cuento que pone de manifiesto esta doble vía de afrontar los retos que la vida nos va poniendo en el camino, resaltando algunas ideas importantes. Entre ellas, las cualidades que hacen de una persona un auténtico líder: iniciativa, valentía, compromiso, autoridad moral, creatividad,...

¡Espero que os guste!

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La obra del Rey

Cierto rey ordenó a sus dos hijos construir dos grandes acueductos que llevaran agua a los maltrechos campos reales, muy castigados por una gran sequía. 

El primero tomó parte de las riquezas y ejércitos del padre y con ellos fue al Norte, donde ordenó a los habitantes de aquellas tierras trabajar duro en la construcción de la gran obra. El hijo del rey dirigió la obra diligentemente, pagando justamente a los aldeanos y terminándola en el tiempo previsto de dos años.

Orgulloso de su trabajo, se presentó en palacio, donde se encontró con las celebraciones por la próxima coronación de su hermano como rey. Le contaron que había tardado sólo un año en construir el acueducto del Sur, y que lo había hecho sin apenas soldados ni dinero.

Aquello le pareció tan extraño que comenzó a investigar la obra de su hermano, llegando a descubrir no pocas irregularidades. Volvió entonces alarmado a informar a su padre el rey para evitar la coronación de su hermano.

- ¿Por qué dices eso?, ¿hay algo que deba saber? - respondió el rey.

- Sabes cuánto quiero a mi hermano, pero debe haberse vuelto loco, pues ha manchado nuestro nombre mil veces. Construyó el acueducto desviándose de los

planos. Creó salidas de agua que llegan a otros campos antes del tuyo, al que apenas llega la mitad del agua. Desafió al primer ministro en presencia de los aldeanos, se fue sin pagar nada a quienes trabajaron, y hasta utilizó a tus soldados como obreros. Y quién sabe si esto es sólo el principio...

El rey, mirando a su hijo con cariño, respondió:

- Hijo mío, todo lo que dices es cierto: tu hermano tuvo la iniciativa de modificar la obra para mejorarla; la sabiduría para proponer algo que mejoraría las vidas de todos y así convencer a los aldeanos de trabajar rápido y gratis; la valentía
para enfrentarse al primer ministro por defender la justicia; y la autoridad moral para poner a sus soldados a trabajar en la obra más horas que los aldeanos. Su compromiso fue tan grande, que él mismo fue quien más tiempo dedicó a trabajar, olvidando su condición de príncipe. ¿Sabes, hijo? Es por estas cosas que todo el mundo adora a tu hermano y harían lo que él les pidiera.


El príncipe se marchó pensativo, reconociendo en las palabras de su padre la grandeza de su hermano. Y sin dudarlo un instante, corrió a felicitarle.