6ª etapa: Alto do Poio – Samos (23,2 km).
Monumento al peregrino |
Tras un tramo de carretera nos adentramos en la Galicia profunda: pequeños caseríos, vacas, campos de cultivo, bosques,...
Todo ello conforma un recorrido muy ameno que nos conduce a uno de los sitios más bonitos del Camino: el Monasterio de Samos.
Y aunque las camas donde nos alojamos son un poco incómodas (los somieres son de cuando se inventaron...), sin embargo el entorno, la visita guiada y una buena cena nos dejan más que satisfechos.
Monasterio de Samos |
Etapa larga que requiere madrugar un poco más de lo habitual para evitar los calores del mediodía.
Portomarín |
Monasterio de Samos |
El primer tramo hasta Sarria, resulta un poco pesado ya que se hace por carretera. Pero tras buen descanso estamos dispuestos para afrontar la siguiente parte hasta Portomarín, donde nos recibe la iglesia-fortaleza dedicada a San Nicolás.
Iglesia de San Nicolás |
Cristo de Furelos |
8ª etapa: Portomarín – Palas do Rei (22,4 km).
Un alto en el camino |
Y además una buena tortilla de patatas nos devuelve las energías para afrontar las últimas etapas que nos quedan.
De todas formas el cansancio acumulado se va notando de forma simpática: hay quien se despierta a las 2 de la madrugada para preparar el desayuno, hay quien se pierde a pesar de estar todo perfectamente señalizado,... pequeñas anécdotas que nos van alegrando la caminata.
9ª etapa: Palas do Rei – Melide (12,4 km).
Puente románico |
Palas do Rey |
Tras atravesar un puente románico muy bien conservado entramos en el pueblecito de Furelos, en cuya iglesia hay una imagen de Cristo crucificado muy original:
como se puede apreciar en la foto de más arriba, uno de sus brazos está tendido hacia abajo en actitud de ayuda a los peregrinos.
En Melide se encuentran en fiestas y nos invitan a ver una obra de teatro en la plaza principal, pero descubrimos que hablan en gallego, y al cabo de un tiempo prudencial (¡!) preferimos ir a tomar una cerveza y comentar los acontecimientos del día ...
10ª etapa: Melide – Arzúa (12,4 km).
Otra etapa que se nos hace un paseo comparada con las anteriores. Además hace temperatura magnífica para caminar y el entorno del paisaje acompaña.
Llegamos a nuestro destino, Arzúa, a media mañana con tiempo suficiente para visitar la feria local y probar el queso y el pulpo que preparan en esta tierra, y que nos sabe de maravilla.
Tras una entretenida velada nos vamos a descansar antes de que sea tarde, pues nos espera la etapa más dura de todas y hay que madrugar más de lo habitual, pero estamos a una jornada de Santiago y ya tenemos ganas de llegar.
11ª etapa: Arzúa – Santiago de Compostela (39 km).
Comenzamos nuestra andadura a las 5:40 de la mañana pues la etapa que nos espera es larga, ¡pero entusiasmo y buen ánimo no nos falta!
Gran parte del camino transcurre por un bosque de eucaliptus, lo que nos anima para llegar cuanto antes al Monte del Gozo, desde donde antiguamente se divisaba la catedral, pero ahora entre los edificios y los árboles no es posible verla.
Monumento a Juan Pablo II |
Tras un merecido descanso y la obligada foto frente al monumento a Juan Pablo II, continuamos ya sin parar hasta Santiago, después de más de 12 horas de camino desde que salimos de Arzúa.
Misión cumplida: en la Plaza del Obradoiro |
Por supuesto, aunque estamos cansados y agotados, la alegría es enorme por haber concluido la peregrinación y procedemos a dar el tradicional abrazo al Apóstol en señal de gratitud.
Y tras recoger la merecida compostela nos dirigimos al albergue con un único pensamiento: ¡descansar!
Credencial del peregrino. Imprescindible para obtener la compostela |
La Historia de la Semana
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