martes, 1 de febrero de 2011

Hay razones para creer en un mundo mejor

Las cosas buenas hay que reconocerlas vengan de donde vengan: esta semana ha lanzado CocaCola una campaña publicitaria de las de 'quitarse el sombrero', con el lema Hay razones para creer en un mundo mejor.

Normalmente tenemos la tendencia de fijarnos en lo negativo que ocurre a nuestro alrededor, y solemos pasar por alto las cosas buenas que acontecen. Es en esta realidad en la que se basa el anuncio de CocaCola, ilustrado con un
video que no nos puede dejar indiferentes. En él se compara lo negativo (corrupción, crisis, guerras,...) con lo positivo (amistad, donación de sangre, niños, ...). Cosas que parecen pequeñas pero que son efectivamente semilla de un mundo mejor.

Y como todo lo que sea promover el bien y la superación personal es bienvenido a este blog, aquí comparto esta pequeña muestra, porque, efectivamente, hay razones para creer y para crear un mundo mejor.


La música que sirve de fondo es el tema Whatever, de Oasis, y he encontrado la versión original, que también incluyo en este artículo. (¡Homenaje a los fans de Oasis que siguen el blog, que hay unos cuantos!)

Como siempre que es posible, después de cada video incluyo la letra del mismo. Y en el caso del tema de Oasis, en inglés y en español, para practicar un poco.


¡Espero que lo disfrutéis tanto como yo!

Aquí va el video



Y el texto:

Por cada tanque que se fabrica en el mundo... se fabrican 131 mil peluches.
Por cada Bolsa de Valores que se desploma... hay 10 versiones de "What a Wonderful World".
Por cada persona corrupta... hay 8 mil donando sangre.
Por cada muro que existe... se ponen 200 mil tapetes de "Bienvenido".
Mientras 1 científico diseña un arma nueva... hay 1 millón de mamás haciendo pasteles de chocolate.
En el mundo se imprime más dinero de Monopoly que dólares.
Hay más videos divertidos en internet... que malas noticias en todo el mundo.
AMOR tiene más resultados que MIEDO.
Por cada persona que dice que todo va a estar peor... hay 100 parejas buscando un hijo.
Por cada arma que se vende en el mundo... 20 mil personas comparten una Coca-Cola.




La música original:


Y la letra:

WHATEVER

I'm free to be whatever I
Whatever I choose
And I'll sing the blues if I want

I'm free to say whatever I
Whatever I like
If it's wrong or right it's alright

Always seems to me
You always see what people want you to see
How long's it gonna be
Before we get on the bus
And cause no fuss
Get a grip on yourself
It dont cost much

Free to be whatever you
Whatever you say
If it comes my way it's alright

You're free to be wherever you
Wherever you please
You can shoot the breeze if you want

It always seems to me
You always see what people want you to see
How long's it gonna be
Before we get on the bus
And cause no fuss
Get a grip on yourself
It don't cost much

I'm free to be whatever I
Whatever I choose
And I'll sing the blues if I want

Here in my mind
You know you might find
Something that you
You thought you once knew
But now it's all gone
And you know it's no fun
Yeah I know it's no fun
Oh I know it's no fun

I'm free to be whatever I
Whatever I choose
And I'll sing the blues if I want

I'm free to be whatever I
Whatever I choose
And I'll sing the blues if I want

Whatever you do
Whatever you say
Yeah I know it's alright

Whatever you do
Whatever you say
Yeah I know it's alright

LO QUE SEA

Soy libre de ser lo que sea
Lo que yo elija
Y cantar los blues que yo quiera

Soy libre de decir lo que sea
Lo que quiera
Si me equivoco o acierto, está bien

Para mí, siempre parece que
Tú solo ves lo que la gente quiere que veas.
Cuánto tiempo será así
Antes de que subamos al autobús
Sin causar escándalos.
Conseguir estar en aprietos por ti mismo
No cuesta mucho

Soy libre de decir lo que sea
Lo que digas
Si me gusta o no, está bien

Eres libre de ser lo que quieras
Lo que te plazca
Puedes dispararle a la brisa si quieres

Para mí, siempre parece que
Tú solo ves lo que la gente quiere que veas
Cuánto tiempo será así
Antes de que subamos al autobús
Sin causar escándalos
Conseguir estar en aprietos por ti mismo
No cuesta mucho

Soy libre de ser lo que sea
Lo que yo elija
Y cantar los blues que yo quiera

Aquí en mi mente
Sabes que quizá encuentres
Algo que tú
Creías que alguna vez supiste
Pero ahora todo se ha ido
Y sabes que no es divertido
Y sé que no es divertido
Sí, sé que no es divertido

Soy libre de ser lo que sea
Lo que yo elija
Y cantar los blues que yo quiera

Soy libre de ser lo que sea

Lo que yo elija
Y cantar los blues que yo quiera

Lo que sea que hagas

Lo que sea que digas
Sí, yo sé que está bien

Lo que sea que hagas

Lo que sea que digas
Sí, yo sé que está bien

domingo, 30 de enero de 2011

La felicidad

El tema de la felicidad siempre está presente en nuestras acciones: hemos nacido para ser felices, ¡no unos desgraciados!

Pero con mucha frecuencia buscamos la verdadera felicidad en los sitios donde difícilmente se encuentra, y nos contentamos con la felicidad efímera del instante. 

La historia de este semana nos recuerda un hecho bien sencillo: la felicidad está en nuestro corazón, dentro de cada uno de nosotros. 

¡Ya sólo nos queda llegar a ella!

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La felicidad


En el principio de los tiempos, se reunieron varios demonios para hacer una travesura. Uno de ellos dijo: "Debemos quitarles algo a los hombres, pero, ¿qué les quitamos?".

Después de mucho pensar uno dijo: "¡Ya sé!, vamos a quitarles la felicidad, pero el problema va a ser donde esconderla para que no la puedan encontrar".

El primero propuso: "Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo", a lo que inmediatamente repuso otro: "no; recuerda que tienen fuerza; alguna vez alguien puede subir y encontrarla, y si la encuentra uno, ya todos sabrán donde está".

Luego propuso otro: "Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar", y otro contesto: "No; recuerda que tienen curiosidad; alguna vez alguien construirá algún aparato para poder bajar y entonces la encontrará".

Uno más dijo: "Escondámosla en un planeta lejano a la Tierra". Y le dijeron: "No; recuerda que tienen inteligencia, y un día alguien va a construir una nave en la que pueda viajar a otros planetas y la va a descubrir, y entonces todos tendrán felicidad".

El último de ellos era un demonio que había permanecido en silencio escuchando atentamente las propuestas de los demás. Analizó cada una de ellas y entonces dijo: "Creo saber donde ponerla para que realmente nunca la encuentren".

Todos se volvieron asombrados y preguntaron al mismo tiempo: "¿Dónde?". El demonio respondió: "La esconderemos dentro de ellos mismos: estarán tan ocupados buscándola fuera, que nunca la encontrarán.

Todos estuvieron de acuerdo y desde entonces ha sido así:

el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la lleva siempre consigo.


viernes, 28 de enero de 2011

¿Ser mejor o ser el mejor?

Esta semana toca tema de educación, tema que preocupa grandemente pues ahí se dirime el futuro de la sociedad.

Los que estamos inmersos en el mundillo educativo somos conscientes de las carencias de nuestros jóvenes y la dificultad de proporcionar una educación integral, conformándonos en muchos casos con la simple transmisión de conocimientos (¡y a veces hasta eso es complicado!)


Por eso me ha gustado el artículo de Aníbal Cuevas que resumo esta semana pues es muy interesante e instructivo, ya que intenta responder a la pregunta: ¿qué es preferible: educar para ser el mejor o para ser mejor? De su respuesta dependerá la felicidad futura del joven y su capacidad de análisis frente a las manipulaciones del entorno.


La respuesta, dentro del artículo!


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¿Ser mejor o ser el mejor?

  
     Existe una cierta confusión cuando se habla de educación, pues con relativa frecuencia se confunde con instrucción. Mientras la instrucción se refiere a la adquisición de conocimientos, la educación tiene más que ver con el crecimiento como persona y está relacionada con la adquisición de hábitos, virtudes y valores.

        Muchos padres se centran excesivamente en la instrucción: lo que más les preocupa es que sus hijos aprueben y saquen buenas notas.
         Esta visión de la educación aboca a muchos jóvenes al fracaso y crea problemas, enfrentamientos y frustración. No todos los hijos tienen las mismas capacidades intelectuales, no todos tienen la misma agudeza y vivacidad. 

       Hace falta dotarles de herramientas para que puedan dar lo mejor de sí, y esto debe ir acompañado de la exigencia cariñosa y motivadora. En el fondo subyacen dos visiones muy distintas de la educación: quién educa para ser el mejor y quién educa para dar lo mejor de sí.

         Lo que un padre debe desear para su hijo no es que sea el mejor, sino que dé lo mejor de sí mismo y acompañarle en ese camino. El éxito académico empieza por la educación de virtudes y hábitos, y ésa es tarea principal de la familia.

        Educar integralmente supone formar la inteligencia y la voluntad: la inteligencia para conocer la verdad y el bien, y la voluntad para llevar a cabo ese bien y esa verdad.

        No educar la voluntad supone huir del esfuerzo, de la superación personal, formar ciudadanos menos libres, esclavos de sus apetencias y de la "espontaneidad", y por tanto más vulnerables a la manipulación política y económica.







La Historia de la Semana