jueves, 30 de agosto de 2018

Conectados pero incomunicados...

Un tema importante en estos tiempos es el abuso de las nuevas tecnologías para integrarse en las redes sociales y estar conectado con los demás.

Pero la pregunta importante es: ¿se consigue realmente una comunicación efectiva con otras personas? En la práctica, los hechos están demostrando que la realidad va por otro camino. 

A pesar de que un perfil tenga muchos likes o muchas visitas, la incomunicación y el aislamiento es cada vez mayor, creando una ilusión de realidad que acaba siendo perniciosa.

Y así se va entrando en un mundo cada vez más reducido y aislado con unas consecuencias sociales negativas. Por eso, como dice la foto de arriba, no hay que dejar la costumbre de tomarse un café con los amigos de siempre ¡y con los nuevos!

El video que incluyo esta semana trata precisamente de esta situación y me ha parecido importante para compartir y estar atentos a esta problemática.



La Historia de la Semana

jueves, 23 de agosto de 2018

Ruta Jacobea 2018

Hacer el Camino de Santiago siempre es una experiencia nueva, por mucho que se haya realizado varias veces. Tiene algo especial que 'engancha' y lleva a repetirlo. Y aunque hay momentos de agotamiento, las vivencias positivas superan con creces a las dificultades.

Museo del Camino, en Astorga
 Las ermitas, iglesias, ríos, piedras,... no cambian con el tiempo, pero las personas siempre son -¡somos!- una novedad por descubrir que nos abren a nuevos horizontes y amistades.

En la Cruz do Ferro
Crucero en O Cebreriro

Este año hemos caminado los casi 300 km entre Astorga y Santiago de Compostela con un tiempo admirablemente bueno que nos ha permitido disfrutar de cada etapa y admirar los paisajes que hemos recorrido.

El grupo estaba formado por 28 peregrinos de varias nacionalidades, principalmente de Brasil, que han aportado una riqueza cultural y de convivencia muy bonita. 


Puerta del Perdón. Villafranca del Bierzo
Cada etapa del camino tiene sus peculiaridades y sería largo e inacabable comentar todas ellas. Se juntan las vivencias espirituales, comunitarias, culturales, físicas,... y se van acumulando a la experiencia personal. Así que aquí van sólo algunas impresiones con sus respectivas fotos.

La Taberna de Gaia
La Taberna de Gaia en Foncebadón es nuestra primera parada, donde nos reciben nuestros amigos desde hace muchos años y nos deleitan con una estupenda cena medieval que nos sabe de maravilla.


Molinaseca
Se llega a Molinaseca después de un largo y cansado sendero por la montaña, a veces un poco complicado, y un momento para descansar y refrescar los pies y tomar un refresco viene muy bien.

Un momento muy emotivo es el encuentro con las hermanas clarisas del Convento de la Anunciada, en Villafranca del Bierzo. Es sorprendente y admirable su alegría y sencillez, y se ganaron el corazón de todos los peregrinos, más sabiendo que llevan toda la vida en la clausura del monasterio y solamente salen en casos extraordinarios. Una vez terminada la misa tuvimos unos momentos de conversación muy amena, animándonos a ser buenos peregrinos.


Feria de Arzúa
Siempre hay momentos para la distensión y para saborear un buen pulpo a la gallega en la tradicional feria que se celebra en Arzúa. ¡Estaba riquísimo!

El año pasado encontramos en O Cebreiro la Oración del Peregrino. Y este año, en Triacastela, un poema de Rudyard Kipling que encaja perfectamente con el espíritu de la peregrinación y de la vida y que puede ser muy útil en toda ocasión. Aquí va a continuación:

Entrando en Lavacolla
Si piensas que estás vencido, lo estás.
Si piensas que no te atreves, no lo harás.
Si piensas que te gustaría ganar pero no puedes, no lo lograrás.
Si piensas que perderás, ya has perdido,
porque en el mundo encontrarás
que el éxito comienza con la voluntad del hombre.


Frente a la Catedral
Porque muchas carreras se han perdido antes de haber comenzado,
y muchos cobardes han fracasado,
antes de haber su trabajo empezado.
Piensa en grande y tus hechos crecerán.
Piensa en pequeño y quedarás atrás.
Piensa que puedes y podrás.
Todo está en el estado mental.
Si piensas que estás aventajado, lo estás.
Tienes que estar seguro de ti mismo,
antes de intentar ganar un premio.
La batalla de la vida no siempre la gana
el hombre más fuerte, o el más ligero,
Tarde o temprano, el hombre que gana,
es aquél que cree poder hacerlo.

La llegada a Santiago y el abrazo al Apóstol son momentos de intensa alegría interior con la satisfacción de haber superado una prueba personal que es reflejo de la manera de afrontar la peregrinación de la vida. 

Aunque no pudimos ver el Botafumeiro en directo, aquí he encontrado un video ilustrativo:



Y por fin, con la Compostela en la mano, posamos felices en el último de nuestros cruceros. ¡Hasta el año que viene peregrinos!
Santiago de Compostela. En el último crucero
Y para los que tengan más curiosidad, en este enlace están las fotos del día a día de la peregrinación... ¡¡Ánimo amigos!!

La Historia de la Semana 

miércoles, 11 de julio de 2018

Los tres ciegos

Creo que fue el famoso Kant el que afirmaba que 'no vemos la realidad como es, sino como somos'. Y es difícil no estar de acuerdo con esta afirmación.

En efecto, solemos estar convencidos que nuestras ideas son las mejores y damos por sentado que llevamos siempre la razón. Todo ello llevados por los prejuicios que por educación, cultura, costumbres,... nos impiden pensar con objetividad.

La historia de esta semana es muy ilustrativa de esta situación, y es muy aplicable a la realidad actual dominada por los medios de comunicación, que intentan presentarnos la realidad de la forma que más les conviene a sus intereses.

La verdadera sabiduría pasa por darse cuenta que hay que aceptar con humildad nuestras limitaciones y estar abiertos a aprender cosas nuevas aunque a veces nos sorprendan.

Pero seguro que de la lectura de Los tres ciegos vais a sacar más ideas prácticas y útiles para la vida diaria. 
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Los tres ciegos


Había una vez tres sabios. Y eran muy sabios. Aunque los tres eran ciegos. Como no podían ver, se habían acostumbrado a conocer las cosas con solo tocarlas. Usaban de sus manos para darse cuenta del tamaño, de la calidad y de la calidez de cuanto se ponía a su alcance.

Sucedió que un circo llegó al pueblo donde vivían los tres sabios. Entre las cosas maravillosas que llegaron con el circo venía un gran elefante blanco. Y era tan extraordinario este animal que toda la gente no hacía más que hablar de él.

Los tres sabios, que eran ciegos, quisieron también conocer al elefante. Se hicieron conducir hasta el lugar donde estaba y pidieron permiso para poder tocarlo. Como el animal era muy manso, no hubo ningún inconveniente para que lo hicieran.

El primero de los tres estiró sus manos y tocó a la bestia en la cabeza. Sintió bajo sus dedos las enormes orejas y luego los dos tremendos colmillos de marfil que sobresalían de la pequeña boca. Quedó tan admirado de lo que había conocido que inmediatamente fue a contarles a los otros dos lo que había aprendido. Les dijo:

- El elefante es como un tronco, cubierto a ambos lados por dos mantas, y del cual salen dos grandes lanzas frías y duras.

Pero resulta que cuando le tocó el turno al segundo sabio, sus manos tocaron al animal en la panza. Trató de rodear su cuerpo, pero éste era tan alto que no alcanzaba a abarcarlo con los dos brazos abiertos. Luego de mucho palpar, decidió también él contar lo que había aprendido. Les dijo:


- El elefante se parece a un tambor colocado sobre cuatro gruesas patas, y está forrado de cuero con pelo para afuera.


Entonces fue el tercer sabio, y agarró el animal justo por la cola. Se colgó de ella y comenzó a balancearse como hacen los chicos con una soga. Como esto le gustaba al elefante, estuvo largo rato divirtiéndose en medio de la risa de todos. Cuando dejó el juego, comentaba lo que sabía. También él dijo:

- Yo sé muy bien lo que es un elefante. Es una cuerda fuerte y gruesa, que tiene un pincel en la punta. Sirve para balancearse.

Resulta que cuando volvieron a casa y comenzaron a charlar entre ellos de lo que habían descubierto sobre el elefante, no se podían poner de acuerdo. Cada uno estaba plenamente seguro de lo que conocía. Y además tenía la certeza de que sólo había un elefante y de que los tres estaban hablando de lo mismo. Pero lo que decían parecía imposible de concordar.

Tanto charlaron y discutieron que casi se pelearon.
Pero al fin de cuentas, como eran los tres muy sabios, decidieron hacerse ayudar, y fueron a preguntar a otro sabio que había tenido la oportunidad de ver al elefante con sus propios ojos.


Y entonces descubrieron que cada uno de ellos tenía razón. Una parte de la razón. Pero que conocían del elefante solamente la parte que habían tocado.


Y le creyeron al que lo había visto y les hablaba del elefante entero.


La Historia de la Semana