Siempre se dice que 'el león es el rey de la selva'.
Pero hay que tener mucho cuidado para que no se le suba a la cabeza y se olvide de la realidad...
La historia de esta semana trata en clave de humor, siempre tan necesario en la vida, esta misma idea.
Y la moraleja es clara: no hay que dejarse llevar por las adulaciones de los demás pues al final se tiene una visión distorsionada de la realidad.
Aquí va a continuación El rey de la selva.
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El rey de la selva
Un día el viejo león se despertó y conforme se desperezaba se dijo que no recordaba haberse sentido tan bien en su vida. El león se sentía tan lleno de vida, tan saludable y fuerte que pensó que no habría en el mundo nada que lo pudiese vencer.
Con este sentimento de grandeza, se encaminó hacia la selva, allí se encontró con una víbora a la que paró para preguntarle:
-Dime, víbora, ¿quién es el rey de la selva?
-Tú, por supuesto -le respondió la víbora, alejándose del león a toda marcha.
El siguiente animal que se encontró fue un cocodrilo, que estaba adormecido cerca de una charca. El león se acercó y le preguntó:
-Cocodrilo, dime ¿quién es el rey de la selva?
-¿Por qué me lo preguntas? -le dijo el cocodrilo- si sabes que eres tú el rey de la selva.
Así continuó toda la mañana. A cuanto animal le preguntaba todos le respondían que el rey de la selva era él.
Pero, hete ahí que de pronto, le salió al paso un elefante.
-Dime elefante -le preguntó el león ensoberbecido- ¿sabes quién es el rey de la selva?
Por toda respuesta, el elefante enroscó al león con su trompa levantándolo cual si fuera una pelota, lo tiraba al aire y lo volvía a recoger...hasta que lo arrojó al suelo poniendo sobre el magullado y dolorido león su inmensa pata.
-Muy bien, basta ya, lo entiendo -atinó a farfullar el dolorido león- pero no hay necesidad de que te enfurezcas tanto, ¡porque no sepas la respuesta!
La Historia de la Semana
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