viernes, 6 de mayo de 2011

El monje y el jardín

El corazón tiene razones que la razón no entiende. Creo que esta frase de Pascal es bastante conocida e ilustra muy bien la historia de esta semana, titulada El monje y el jardín.

Con excesiva frecuencia intentamos meter todas las cosas que nos rodean en el molde de la razón, pero vemos a diario que muchas se nos escapan, como el amor. 

Este es para mí el mensaje de este cuento: que siempre hay un + en todas nuestras cosas y únicamente desde la perspectiva del maestro podemos contemplarlo y asumirlo.

¡A ver si os gusta!

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El monje y el jardín

Cuenta la leyenda que un anciano monje japonés pidió a su discípulo predilecto que arreglara el jardín del templo. 


Como todo el mundo sabe, los jardines japoneses nada tienen que ver con los occidentales: están cargados de simbolismo y cada detalle, cada planta, cada roca, cada riachuelo tiene un significado concreto.

Pues bien, el discípulo hizo lo que le pedía el maestro, pero éste no se mostró satisfecho:

–Aún falta algo –le dijo–.

Por tres veces trató el joven alumno de mejorar el jardín sin conseguir la aprobación del anciano. Hasta que, por fin, se rindió:

–Maestro, no logro saber qué es lo que falta. He cuidado cada uno de los detalles y no soy capaz de hacer más.

Entonces el maestro se inclinó, tomó una hojas secas de arce y las lanzó descuidadamente sobre el jardín.

–Ahora está bien –concluyó–.


La Historia de la Semana

1 comentario:

María Isabel Gómez Castillo dijo...

Me quedo con el dejarme llevar por el especialista. El maestro, con su experiencia abri la visión de experiencia de vida que pueda tener una persona. A mí me ha pasado y es un regalo.