La última etapa del viaje se desarrolló en Iquitos, en el corazón de la selva peruana.
Visitar Iquitos por vez primera es como entrar en una nueva dimensión: todo resulta original y llama poderosamente la atención.
Es una gran ciudad situada en medio de la selva, y sólo se puede llegar en avión o en barco a través del Amazonas y tras varios días de viaje.
Tuvo una época de gran esplendor a finales del siglo XIX debido a la extracción de caucho natural de la selva.
Lo primero que llama la atención es el clima: más de 30º C, con una humedad alta y lluvias frecuentes.
Lo segundo los mototaxis: la ciudad está llena de ellos por todas partes y son ampliamente utilizados por todo el mundo para desplazarse.
Y lo tercero, el ruido a todas horas, ¡hasta que consigues acostumbrarte!
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Iglesia de Nuestra Señora del Amazonas |
La misión encomendada en Iquitos es la parroquia de Nuestra Señora del Amazonas, que incluye varios caseríos cercanos a los que se accede en canoa por el río Nanay.
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Religiosidad popular en las calles |
Es de destacar la religiosidad popular que se vive en el ambiente cotidiano.
La fundación de la ciudad fue obra de los jesuitas en el siglo XVIII y siguieron la técnica de las reducciones, de las que las más famosas y conocidas son las de Argentina y Bolivia. Y algo del espíritu inicial pervive todavía.
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Con la Pastoral Universitaria |
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Con Juventud Idente |
Como es habitual en toda américa latina, hay una gran cantidad de niños y jóvenes con los que trabajar, y la ocupación principal consiste en darles una buena formación humana y espiritual para hacerse su proyecto de vida. Llama la atención que hay muchas adolescentes que ya son madres antes de terminar el colegio.
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Camino de los caseríos |
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Vivienda en la selva |
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Otra vivienda |
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Perdido por la selva |
Me ha sido difícil seleccionar las fotos para incluir en esta entrada, ya que todas me parecen interesantes.
Pero al final me he decantado por las que vienen a continuación, que ilustran lo que más me ha llamado la atención de todo lo que he visitado en estos días.
Por un lado están las imágenes de la selva y por otro las construcciones en el río, los conocidos palafitos.
La primera impresión que uno se lleva es que hay bastante miseria en estos barrios.
Pero no deja de ser una impresión equivocada: lo que hay es suciedad (demasiada) y poca conciencia ciudadana.
Aunque existen focos de pobreza, todo el mundo tiene algo para comer; y no se suelen ver personas pobres pidiendo por las calles como en otras ciudades.
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Colegio |
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¿Haciendo o deshaciendo? |
Llama mucho la atención por su originalidad el barrio de Belén, a la orilla del río Amazonas, que se ha convertido en una atracción turística de la ciudad que merece la pena visitar.
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La Venecia del Amazonas |
Este barrio es conocido en la ciudad como 'la Venecia del Amazonas'.
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Calle al lado de la parroquia |
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Autobuses de madera... |
Y con esta última imagen concluimos este sencillo resumen del viaje por tierras americanas, con el grato recuerdo de los días transcurridos allí y con el deseo de volver a encontrar a todos los amigos que he conocido.
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Familia navegando por el Amazonas |