lunes, 19 de noviembre de 2012

Visita a Tierra Santa - 1

Capilla aeropuerto
Entre el día 24 de octubre y el 1 de noviembre pasado tuve la suerte de participar en un viaje a Tierra Santa organizado por la Parroquia de San José de Las Matas (Madrid) en el que pudimos visitar la mayoría de los lugares donde transcurrió la vida pública de Jesús en Israel y los acontecimientos que narra la Biblia acerca de Moisés y Aarón antes de entrar en la tierra prometida.

Merece la pena dedicar unas entradas del blog para hacer una crónica viaje, relatando de forma sencilla y breve la historia y las impresiones personales que hemos vivido en esos días, y dejar así constancia para el recuerdo y la meditación.

Basílica de Caná de Galila
La verdad es que me ha resultado un poco difícil hacer una selección de fotos, vivencias y momentos especiales, así que me limitaré a dar una visión muy personal del viaje, con la esperanza de que sirva para recordar los momentos cruciales de nuestra fe en los sitios que se produjeron y se despierten los deseos de visitar los Santos Lugares a los que se asomen al blog.

Intentaré recoger en enlaces lo más destacado y la historia de cada lugar, y aquí me limitaré a hacer un resumen personal del día a día de este interesante y apasionante viaje.

Séforis, residencia de Herodes
Día 24 de octubre. Comienza la aventura. Y nada mejor que iniciarlo con una visita a la capilla del aeropuerto para encomendar el viaje a la Virgen. La compañía aérea israelí es bastante exhaustiva con los controles y entre unas cosas y otras llegamos a nuestro destino en Tiberíades ya de noche, así que el primer día se nos va entre avión y autobuses. 

Día 25 de octubre. La rutina que vamos a seguir todos los días es similar: levantarse temprano (lo más tarde a las 6:30 a.m.) y visitar lugares significativos hasta que se hace de noche y cierran los santuarios (sobre las 5 de la tarde), lo que hace que al final del día nos encontramos bastante cansados.

Gruta de la Anunciación
Basílica de la Anunciación
La primera visita que hacemos es a la Basílica de Caná de Galilea, donde se recuerda el primer milagro de Jesús, la conversión del agua en vino para la boda a petición de María. Es tradicional en este lugar que las parejas renueven sus promesas matrimoniales, y, aunque algunos se sonríen mirando a su cónyuge, todos las parejas lo hacen con ilusión.

Luego nos dirigimos a Séforis, ciudad importante de Galilea en tiempos de Jesús donde tenía una residencia Herodes Antipas. Destaca el trazado romano de la ciudad, aunque hoy día sólo se conservan las ruinas.

Casa de José
La siguiente visita es a Nazaret, con la Basílica de la Anunciación, donde conmemoramos el anuncio del ángel a la Virgen María. 

Aunque la basílica es relativamente reciente (se inauguró en el 1964), está edificada sobre restos de la época bizantina (siglo IV), y resulta especialmente emotivo ver la gruta de la anunciación, que se ha conservado así desde esa época. 

Muy cerca queda la iglesia de San José, también conocida como casa de la Sagrada Familia,  lugar donde se recuerda la casa en la que José donde vivió con María y el Niño. La escultura que hay a la entrada me llamó la atención por su serena expresión. 

En la calle que lleva estos lugares hay unos carteles enormes en inglés donde dice algo así como que 'Alá es el único Dios y los infieles se condenan', lo que nos da una idea del ambiente en el que viven los cristianos de esta zona.


Y como última visita del día nos acercamos al Monte Tabor para ver la Basílica de la Transfiguración. La basílica está construida sobre las ruinas de una fortaleza de los cruzados, y por eso el arquitecto le quiso dar una aspecto de fortaleza, como se puede apreciar. Es de señalar que este arquitecto, Antonio Barluzzi, ha sido el encargado de diseñar la mayoría de los templos que la Custodia de Tierra Santa tiene en estos lugares.

Monte Tabor
Interior de la basílica
Llama la atención que el Monte Tabor es la única elevación que hay en la zona, lo que es un indicio a tener en cuenta para situar geográficamente la transfiguración del Señor.

Como curiosidad, señalar que para subir a la cima del monte sólo se puede hacer caminando, en coche particular o en microbuses de una compañía árabe que tiene la exclusiva del servicio... 

Basílica de la Transfiguración

La Historia de la Semana

domingo, 18 de noviembre de 2012

La princesita y su amiga pobre

Un lugar común en el arte y la literatura a través de los tiempos es el aprecio y la búsqueda de la belleza.

Pero ¿de qué belleza hablamos?, ¿dónde está la auténtica belleza?, ¿cuál es la belleza que importa de verdad?

En estos tiempos que vivimos suele predominar lo superficial sobre lo profundo, lo externo sobre lo interior; y resulta difícil reconocer la verdadera belleza.

La historia de esta semana, La princesita y su amiga pobre, es un cuento al estilo clásico, que nos recuerda algo que decimos frecuentemente pero a veces nos cuesta creer: la belleza que de verdad importa es la que se ve con los ojos del corazón. Lo que constituye una gran verdad.

Y sólo buscando esa belleza interior se encuentra la verdadera y auténtica felicidad a la que aspiran todas las personas. ¡Espero que os guste! 

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La princesita y su amiga pobre

Erase una vez una princesita de ojos grandes y claros, tez blanca, mejillas como de porcelana y rosadas, rostro redondo y larga cabellera rubia que vivía en un precioso, grande, lujoso y acogedor castillo con unos reyes muy ricos que eran sus padres.

Justo al lado del castillo había una casa de piedra muy sencilla y pequeña, sin ningún lujo, donde vivía una niña de la misma edad que la princesa con la diferencia que ella era pobre como sus padres y su parecer no era tan hermoso. Su tez era morena como el té. Tenía el pelo negro pero enmarañado y rizado, y su aspecto era más andrajoso que elegante. 

Sin embargo la pequeña princesita, aún teniendo de todo, no era feliz; parecía estar enojada todo el tiempo y su irritabilidad se reflejaba en su rostro hermoso. A pesar de ser tan hermosa parecía que el pueblo no reparaba en su belleza. En cambio la niña de la casa de piedra tenía una enorme sonrisa dibujada en su cara y el pueblo sí parecía ser atraído por esta muchachita de ojos saltones y alegres. Allá por donde pasaba dejaba su huella en el corazoncito de la gente con su simpatía y su magnética personalidad. No había en el pueblo nadie que no la conociera por su cercanía y
todos la apreciaban. 

Un día esta niña se acercó movida por la curiosidad al castillo y allí conoció a la princesa. La niña saludó a la princesita y ésta reaccionó con la antipatía que la caracterizaba y la echó de su castillo. Lejos de ponerse triste, su pequeña vecinita le pidió disculpas alegremente y se fue de allí feliz como era habitual en ella.

Al día siguiente la princesita estaba aburrida en la torre de su habitación asomada a la ventana. Su ventana casualmente daba al patio de la pobre pero feliz muchacha. Mientras que ella lo tenía todo y su vecinita nada, era mucho más feliz corriendo detrás de los pollos con sus trapos andrajosos. 


De repente algo se inquietó dentro del corazón de la princesa cuando vio aquella escena y recordando las palabras amables del día anterior de la muchacha y el respeto frente a su actitud de rechazo, dejando a un lado el orgullo, decidió reconocer su error y movida por el arrepentimiento tomó el valor necesario para presentarse en casa de sus vecinos y pedirle disculpas a la muchacha alegre.

La muchacha lejos de enfadarse la recibió con una amplia sonrisa y aceptó sus disculpas. Desde aquel día fueron inseparables y compartieron juegos y amistad. Todos los días la princesita iba a buscar a su amiguita a la casa de piedra y viceversa y desde entonces todo el pueblo amó a la princesa y adoraban a las dos niñas.

Pero los años pasaron y las dos niñitas tuvieron que tomar sus respectivos caminos en la vida y dejaron de verse. La princesita creció y se convirtió en una hermosa joven que atraía todas las miradas de los muchachos. Los príncipes iban y venían a pedirla en matrimonio; éstos a su vez le ofrecían riquezas y regalos prometiéndole toda clase de presentes materiales pero ella no se interesó en ninguno.
Prefirió seguir los consejos que le dejó su amiga de la infancia y no fijarse en lo externo de los hombres sino en lo apuesto del corazón de aquel que iba a merecer su amor.


Pasados unos años un tímido y apuesto príncipe se armó de valor para ir a visitarla al castillo y pedir la mano de la joven, quien se fijó en la hermosura de su corazón y apreció algo diferente. Y se hicieron grandes amigos. El príncipe tenía un corazón magnánimo y la princesa se enamoró profundamente.

Después de dos años de noviazgo decidieron casarse, pero en lugar de vivir en el castillo de sus padres, regalaron a los más pobres del pueblo todas las riquezas que tenían y los regalos de su boda. Ellos decían que el mejor regalo que tenían era la felicidad y que también querían compartirlo con los demás.

Por eso el príncipe y la princesa vivieron humildemente y se fueron a residir a una casa de campo de una aldea cercana, dejando todas las comodidades de sus vidas pasadas y recorriendo el mundo entero juntos ayudando a los más necesitados.

Los años pasaron, y el príncipe y la princesa envejecieron como todo el mundo. Pero no les importó el paso del tiempo porque se dieron cuenta de que la mejor riqueza y la mayor hermosura las tenían en el interior de su corazón.


La Historia de la Semana

jueves, 15 de noviembre de 2012

Boundin'

La vida da muchas vueltas y tiene muchos altibajos. Unas veces nos salen bien la cosas y otras bastante mal.

Pero siempre hay que saber estar por encima de las vicisitudes concretas y hay que saber superar las dificultades que van apareciendo.

El video de esta semana es una simpática animación que trata precisamente de este tema, haciendo ver que no hay que dejarse vencer por las adversidades y no hay que perder la esperanza en el futuro. 

A mí me recuerda la importancia que tiene el soñar nuestro futuro y ponerse en camino para hacer realidad los sueños.

El protagonista es un conejílope (conejo + antílope), bastante cercano a nuestros gamusinos campamentales...

Se titula Boundin' (algo así como Brincando), y se estrenó en el 2003. Aquí va a continuación.