domingo, 14 de septiembre de 2014

El camello sabio

Un poco de humor nunca viene mal. Y si además tiene un poco de moraleja, pues mucho mejor.

La historia que comparto esta semana contiene ambas cosas: humor simpático y moraleja para pensar.

Y viene a responder a una pregunta que me parece muy interesante: ¿qué hago con las cualidadades y los valores que poseo?, ¿utilizo las capacidades que tengo o simplemente están de adorno?

Seguramente conocemos amigos que pueden dar mucho más de sí mismos, que por los motivos que sea se guardan para sí cualidades y valores que no ponen en práctica.

En esta historia, titulada El camello sabio, un simpático camello nos ilustra sobre la mejor respuesta...
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El camello sabio
 
Una madre y un bebé camello estaban descansando en la sombra debajo de un árbol, y de repente el bebé camello le pregunta a su madre…  

- Mamá, ¿puedo preguntarte algunas cosas?
 
- Claro que sí hijo mío, ¿hay algo que te preocupa? -le contestó la mamá camello. 

Entonces el bebé camello le preguntó a su madre:

- ¿Por qué los camellos tenemos joroba? 
 
- Hijo mío, nosotros necesitamos la joroba para guardar agua y poder sobrevivir cuando no hay agua. Nosotros somos animales del desierto y en el desierto es muy difícil encontrar agua- le contestó su madre.

El bebé camello, habiendo escuchado la respuesta, le volvió a preguntar a su madre:
 
- ¿Mamá, por qué son nuestras piernas largas y nuestros patas redondas?

 
- Hijo mío, con estas piernas nos podemos mover por el desierto mejor que nadie porque están adaptadas para andar por la arena -le contesto su madre con orgullo.



El bebé camello volvió a lanzarle otra pregunta a su madre:
 
- …¿Y por qué son nuestras pestañas tan grandes? A veces esto molesta a mi vista y muchas veces no me deja ver bien las cosas.
 
La madre mirando orgullosa a su hijito le contesta:
 
- Hijo mío, las pestañas largas y gruesas son la tapa protectora de tus ojos y las tenemos así para que nos protejan de la arena del desierto y de los vientos fuertes que soplan en el desierto, que a veces se convierten en fuertes tormentas de arena.


El bebé, después de haber escuchado las respuestas que le había dado su madre a todas sus inquietudes, le dice…   

- Ya entiendo, la joroba nos ayuda a poder tener agua almacenada para cuando estamos en el desierto ya que allí no hay agua, las forma de nuestras piernas son para andar por el desierto con mayor facilidad y estas pestañas nos protegen los ojos de la arena y el viento del desierto… 

Pero entonces ¡qué demonios estamos haciendo aquí en el zoológico! 


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