Solemos soñar frecuentemente lo que nos gustaría ser y los logros que nos gustaría alcanzar en nuestra vida.
Cuando somos jóvenes no nos asustan los retos y estamos dispuestos a llegar hasta donde haga falta en pos de esos sueños, pero según nos vamos haciendo mayores nos vamos conformando con las situaciones, con el riesgo de caer en un conformismo que nos hace aun más mayores.
El video de esta semana es un recordatorio, tomando como excusa el vuelo de los pájaros, de que siempre hay que soñar, a pesar de los obstáculos, de las dificultades, de las soledades,... que puedan aparecer en el camino, pues como dijo el poeta pensar es bueno,... soñar es mejor.
La banda sonora que sirve de fondo musical es la canción The Champions del grupo Era.
Primero va el texto de los subtítulos y luego el video.
Así que ¡nunca dejemos de volar como los pájaros!
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¡Nunca dejes de volar!
Siempre vuela en la dirección de tus objetivos.
No importa lo alto que estén
Siempre podrás alcanzarlos.
A veces te sentirás sólo,
O simplemente uno más en medio de la multitud.
Pero recuerda... nunca dejes de volar.
Encontrarás obstáculos.
A veces tendrás que volver al principio
Y empezar todo de nuevo.
Tendrás ganas de desistir
Pero siempre habrá alguien para darte ánimo.
Alguien en quien puedes confiar
Cuando el camino sea largo.
Cuando haya disputas
Comprenderás la importancia del trabajo en equipo.
Y con cada logro
Podrán celebrar juntos cada victoria.
Por eso... nunca dejes de volar.
Atrévete.
No esperes ser llevado por el viento.
Sumérgete en tus objetivos,
Permanece atento a las oportunidades
Porque ellas te llevarán a alturas mucho mayores.
Por eso... ¡nunca dejes de volar!
La Historia de la Semana
El título es muy sugerente, JM.
ResponderEliminarEs una invitación a la vida, a la renovación continua en el interio que el SER alberba.
El contenido, precioso.
Gracias.
Isa
Me recuerda un sueño: Un día soñé que jugando y dando saltos con alborozo, en uno de ellos no pude bajar y me quedé suspendido volando y en el sueño veía que subía y giraba a voluntad, era inmensamente feliz. Y de pronto una ave compañera me dijo asustada pósate en aquel árbol que nos van a disparar. Me posé y me salvé. Desde entonces nunca volé sola
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