lunes, 21 de diciembre de 2015

Feliz Navidad

Un año más llegamos a estos entrañables días de Navidad cargados de alegría e ilusión.

El nacimiento del Niño Jesús nos recuerda de nuevo que una sociedad más justa es posible; que un mundo donde no haya guerras y violencias está al alcance de la mano; que la generosidad es más fuerte que el egoísmo;...

La adoración de los pastores (Antoine Le Nain)
Y nos indica también el camino para lograrlo: el Amor desinteresado. Un amor que no tiene en cuenta el mal, el odio, la venganza; que es capaz de dar lo mejor de uno mismo aunque a veces sea costoso.


Llegar a ese convencimiento no es fácil; pero cuando se alcanza se tiene una visión de la vida que da sentido a todo lo que se hace. Santa Teresa de Jesús lo recoge muy bien en su célebre poema Nada te turbe, que viene a continuación.

Con mis mejores deseos de Paz, Amor y Felicidad para todos los amigos del blog me despido con un fuerte abrazo.


Nada te turbe

Nada te turbe,
nada te espante,
todo se pasa,
Dios no se muda;
la paciencia
todo lo alcanza;
quien a Dios tiene
nada le falta:
Sólo Dios basta.

Eleva tu pensamiento,
al cielo sube,
por nada te acongojes,
nada te turbe.

A Jesucristo sigue
con pecho grande,
y, venga lo que venga,
nada te espante.

¿Ves la gloria del mundo?
Es gloria vana;
nada tiene de estable,
todo se pasa.

Confianza y fe viva
mantenga el alma,
que quien cree y espera
todo lo alcanza.

Del infierno acosado
aunque se viere,
burlará sus furores
quien a Dios tiene.

Vénganle desamparos,
cruces, desgracias;
siendo Dios tu tesoro
nada le falta.

Id, pues, bienes del mundo;
id dichas vanas;
aunque todo lo pierda,
sólo Dios basta.

La Historia de la Semana

domingo, 13 de diciembre de 2015

El oso y el amigo

La amistad es uno de los valores más importantes y necesarios que podemos y debemos potenciar para nuestro desarrollo personal.

Dice un antiguo refrán que Quien tiene un amigo tiene un tesoro. Y es completamente cierto cuando es un 'amigo de verdad'. 


Por eso hay que cuidar las amistades con detalles concretos que refuercen los lazos de amistad, evitando las cosas que estropean las relaciones.

En la historia de esta semana, en clave de humor nos muestra que la confianza es fundamental entre los amigos. 

Se titula El oso y el amigo, y espero que os guste.

=============

El oso y el amigo

Dos amigos atravesaban un bosque intrincado y salvaje en el que no había vestigio alguno de la civilización. De pronto apareció entre ellos un oso hambriento que les salió al encuentro con actitud amenazadora. 

Uno de los dos amigos, atropellando al otro, huyó rápido, sin preocuparse del compañero. Procurando su propia sal­vación se encaramó rápidamente a un árbol. 

El otro, para salvarse, no encontró fórmula mejor que ti­rarse en tierra, quedándose inmóvil y sin respirar, como si estuviera muerto. Llegó el oso, le lamió durante un buen rato y, creyéndole muerto, se fue. 

Cuando el oso desapareció, el amigo que había subido al árbol, todavía temblando, preguntó:

-Cuando el oso se ha acercado, parecía que te estaba hablando. ¿Qué te ha dicho?

-Me ha dicho una sola cosa: que no me fíe nunca de los amigos como tú



La Historia de la Semana

domingo, 6 de diciembre de 2015

El plato de oro

Muchas personas centran su interés en las cosas materiales y no acaban de apreciar el valor de lo inmaterial.

La historia de esta semana es un cuento budista sobre la sencillez de la vida  y cómo el bien se impone al mal, aunque a veces no sea apreciable a primera vista.


Cuando se alcanza la paz interior, tan buscada por todos, uno es capaz de renunciar hasta de los platos de oro y regalarlos con total desprendimiento. 

La paz interior es un bien mucho más valioso que el oro, y se manifiesta en la sencillez y el bien que se hace cuando se vive.

A continuación El plato de oro, que espero os guste.

===========

El plato de oro

El gran monje budista solía andar cubierto únicamente con un taparrabos. Vivía siempre de forma austera y muy pobre. Aunque parezca absurdo, llevaba siempre consigo un pequeño plato de oro que le había regalado el rey, el cual había sido su discípulo. 



Lo llevaba como recuerdo, pero su corazón no era esclavo de aquel pedazo de oro.
 
Una noche, estaba a punto de acostarse para dormir entre las ruinas de un antiguo monasterio cuando observó la presencia de un ladrón escondido detrás de una de las columnas. 

-Ven aquí y toma esto -dijo el monje budista mientras le ofrecía el plato de oro-. Así no me molestarás un vez que me haya dormido y podré gozar de este rato de paz que es el descanso.

El ladrón agarró con ansia el plato y salió zumbando. Pero a la mañana siguiente regresó con el plato… y con una petición: 


-Cuando anoche te desprendiste con tanta facilidad de este plato pensé que me hacías inmensamente rico y feliz. Ahora quiero que me enseñes esa riqueza interior que te hace tan desprendido y otorga tanta paz.


La Historia de la Semana