viernes, 29 de enero de 2010

Imposible ser buen profesor

Estamos en período de exámenes en la universidad y no podía dejarlo pasar sin tributar un sentido y necesario homenaje a los sufridos y abnegados profesores, tan poco comprendidos en estos tiempos que corren.

Así que, en clave de humor, no exento de un fondo de verdad más grande que una pirámide de las grandes, comparto la historia de esta semana sobre la dificultad de ser un buen profesor. 


¡¡Y de paso incluimos un texto más relajado para que no todo sea siempre en plan serio !!
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Imposible ser buen profesor

Si es simpático, es un confianzudo.
Si es serio, es un amargado.

Si es joven, es un inexperto.
Si es viejo, está pasado de moda.
Si bebe, es un borracho.
Si no lo hace, es un puritano aburrido.


Si concede permisos, tiene preferencias.
Si no los concede, es insensible e inhumano.
Si es estricto, no le satisface nada.
Si no lo hace, es un mediocre.
Si exige cumplimiento es un mandón.
Si no lo hace, es un incapaz.

Si defiende la moral, es moralista.
Si no lo hace, es un alcahuete.
Si busca mejoras, no le gusta nada de lo que hay.
Si no lo hace, es anquilosado e indiferente.
Si nombra sus títulos, es presumido.
Si no lo hace, es un analfabeto favorecido.
OJO: si el estudiante sobresale, es virtud del estudiante;
si a éste le va mal es culpa del profesor.

Si fomenta la investigación, acosa a los estudiantes.
Si no lo hace, le da miedo profundizar en los temas.
Si se expresa con propiedad, es un sabelotodo.
Si no lo hace, no es idóneo en su materia.

Conclusión: Ser Rector, Coordinador, Profesor, requiere:

La Sabiduría de SALOMÓN

La Paciencia de JOB

La Sordera de BEETHOVEN
La Sonrisa de GIOCONDA
La Mansedumbre de SAN FRANCISCO
La Astucia del ZORRO
La Actividad de una ABEJA
El Valor de un LEÓN.

miércoles, 27 de enero de 2010

Adiemus

Adiemus es un grupo relativamente moderno que me ha llamado la atención por una peculiaridad: utiliza la voz humana como un instrumento musical más, y en ocasiones el resto de la orquesta sirve de acompañamiento. Por ello, aunque las canciones tienen 'letra', no transmiten significado alguno.

El video musical de esta semana está sacado de su álbum Songs of Sanctuary y lleva por título también Adiemus. Es una música muy relajante que ayuda en los momentos tan necesarios hoy día para 'desconectar' de las ocupaciones, tener unos momentos de reposo y pararse un rato para respondernos la pregunta: ¿por qué tengo que correr tanto?, ¿es que llego antes?


He encontrado dos videos con la misma canción que me han parecido sugerentes. El primero corresponde al video clip original del grupo Adiemus y el segundo a una versión en danza moderna a cargo de Anastasia Volochkova (una de las primeras bailarinas del famoso Ballet Bolshoi de Moscú).

¡¡Espero que lo disfrutéis tanto como yo!!

Aquí va el primero:



 


Y ahora la segunda versión:



viernes, 22 de enero de 2010

El culpable

Seguramente más de una vez nos hemos tenido que enfrentar a situaciones adversas que no son de nuestro gusto. ¿Qué hacer entonces?

La historia de esta semana me encanta porque nos viene a decir que, por muy difícil que se nos pongan las cosas, siempre es posible encontrar un resquicio, más o menos grande, para actuar en consecuencia. Basta poner un poco de imaginación y creatividad. Por eso es tan importante desarrollar estos valores en nuestra acción educativa con los que dependen de nosotros. 


Aquí os dejo con El culpable.

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El culpable


Cuenta una antigua leyenda de la Edad Media que un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer. En realidad, el verdadero autor era una persona muy influyente del reino, y por eso, desde el primer momento se procuró un "chivo expiatorio" para encubrir al culpable.

El hombre fue llevado a juicio ya conociendo que tendría escasas o nulas esperanzas de escapar al terrible veredicto: ¡La horca!

El juez, también comprado, cuidó no obstante de dar todo el aspecto de un juicio justo, por ello dijo al acusado: "Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor, vamos a dejar en manos de él tu destino: escribiremos en dos papeles separados las palabras 'culpable' e 'inocente'. Tú escogerás uno y será la mano de Dios la que decida tu destino".


Por supuesto, el mal funcionario había preparado dos papeles con la misma leyenda: 'CULPABLE'. Y la pobre víctima, aún sin conocer los detalles, se daba cuenta que el sistema propuesto era una trampa. No había escapatoria.

El juez ordenó al hombre tomar uno de los papeles doblados. Este respiró profundamente, quedó en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados, y cuando la sala comenzaba ya a impacientarse, abrió los ojos y con una extraña sonrisa, tomó uno de los papeles y llevándolo a su boca, lo engulló rápidamente.

Sorprendidos e indignados, los presentes le reprocharon... "pero, ¿qué ha hecho...?, ¿y ahora...?, ¿cómo vamos a saber el veredicto...?"


"Es muy sencillo, respondió el hombre... es cuestión de leer el papel que queda, y sabremos lo que decía el que me tragué".

Y con un gran coraje mal disimulado, tuvieron que liberar al acusado y jamás volvieron a molestarlo...