sábado, 28 de marzo de 2015

He aprendido...

Hay muchas cosas en la vida que sólo se aprenden con la experiencia y el paso de los años.

La personalidad de cada uno la vamos forjando poco a poco y hay que tener criterios bien formados para construirla sobre cimientos fuertes.

El texto que comparto esta semana refleja las lecciones de la vida que alguien ha aprendido en este caminar hacia la madurez personal.

Y aunque no son cuestiones dogmáticas, creo que están muy bien para tenerlas en cuenta. Por ejemplo cuando afirma que más importante que lo que nos acontece es la forma cómo lo afrontamos.

Espero que sea de utilidad para crecer un poco más en nuestra madurez y desarrollo personal. 
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He aprendido

He aprendido que no puedo hacer que alguien me quiera, sólo convertirme en alguien a quien se pueda querer. El resto depende de los otros.


He aprendido que por mucho que me preocupe por los demás, muchos de ellos no se preocuparán por mí.

He aprendido que se puede requerir años para construir la confianza y únicamente segundos para destruirla.

He aprendido que lo que verdaderamente cuenta en la vida no son las cosas que tengo a mi alrededor, sino las personas que están a mi alrededor.


He aprendido que puedo llegar mucho más lejos de lo que pensé posible.

He aprendido que soy responsable de lo que hago, cualquiera que sea el sentimiento que tenga.

He aprendido que los héroes son las personas que hacen aquello de lo que están convencidos, a pesar de las consecuencias.

He aprendido que aprender a perdonar requiere mucha práctica.

 
He aprendido que el dinero es un pésimo indicador del valor de alguien.

He aprendido que con los amigos podemos hacer cualquier cosa o no hacer nada, y tener el mejor de los momentos.

He aprendido que simplemente porque alguien no me ama de la manera que yo quisiera, no significa que no me ame a su manera.

He aprendido que la "madurez" tiene más que ver con las experiencias que he tenido, que con el número de años cumplidos.
 

He aprendido que por más fuerte que sea mi sufrimiento, el mundo no se detiene por mi dolor.

He aprendido que dos personas pueden mirar la misma cosa y ver algo totalmente diferente.

He aprendido que, sin importar las circunstancias, cuando soy honesto conmigo llego más lejos en la vida.

He aprendido que no importa lo que me pase, sino cómo soy capaz de manejarlo.
 
He aprendido que siempre debo dejar a los que amo con palabras de amor. Puede ser la última vez que los vea.

He aprendido que puedo soportar mucho más de lo que pensaba que podría.

He aprendido que hay gente que me quiere mucho pero que simplemente no sabe como demostrarlo.
 

La Historia de la Semana

miércoles, 18 de marzo de 2015

Le Parc

Esta semana comparto un poco de música relajante para esos cinco minutos de sosiego tan necesarios en la vida.

El grupo alemán Tangerine Dream tiene un disco dedicado a parques famosos de diversas partes del mundo intentando captar musicalmente el ambiente de los mismos.

El álbum lleva por título Le Parc y se publicó en el 1985. He seleccionado el tema que lleva el mismo título del álbum.

Van seguidamente tres videos con ligeras variantes del mismo tema. El primero con imágenes de los Alpes desde un ultraligero y después dos actuaciones en directo, una del 2006 y otra del 2014, para poder comparar cómo ha ido evolucionando la interpretación musical. 

A mí personalmente me gustan más las primeras versiones, que parecen menos formales. Aquí van a continuación.

1) Con imágenes de los Alpes desde un ultraligero

2) Una actuación en directo en Berlín en el año 2006.

 

3) Y una actuación en directo en Viena del año 2014.

La Historia de la Semana

lunes, 16 de marzo de 2015

Paradojas de nuestro tiempo

Estamos viviendo una época de grandes transformaciones que ocurren cada vez con mayor rapidez.

Decía un autor que más que una época de cambios estamos en un cambio de época, donde los paradigmas tradicionales se van quitando y no acaban de sustituirse por otros.

Y esto da lugar a muchas de las contradicciones que vivimos en la sociedad y que la mayoría de las veces no somos conscientes de ellas.

Comparto esta semana un texto que me ha llegado que trata precisamente este tema y lleva por título Paradojas de nuestro tiempo

¡Aquí va a continuación!
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Paradojas de nuestro tiempo


Construimos casas cada vez más grandes…
para familias más pequeñas.

Gastamos más…pero tenemos menos.
Compramos más…pero lo disfrutamos menos.

Habitamos en edificios más altos…
con vidas poco profundas.
Vamos por autopistas más amplias…
con mentes cada vez más estrechas.
 
Tenemos más comodidades…
pero vivimos más incómodos.
Tenemos más conocimiento…
y menos sensatez.

Más expertos…y menos soluciones.
Más medicinas…y menos salud.
Son tiempos de comida rápida…
y de digestión lenta.

De casas fantásticas… con hogares rotos.

De enfadarnos enseguida…
pero de perdonar lentamente.
De salir muy temprano…
y llegar siempre tarde.

Levantamos las banderas de la igualdad,
pero sostenemos los prejuicios.
Tenemos la agenda llena de teléfonos
a los que nunca llamamos.

Estantes repletos de libros que jamás leemos.
Nos gastamos la vida,pero no sabemos cómo vivirla.
Poseemos cada vez más cosas,
y desperdiciamos casi todas.



La Historia de la Semana

domingo, 1 de marzo de 2015

Viaje a Chiang Mai

La siguiente etapa del viaje por Asia fue la ciudad tailandesa de Chiang Mai, la segunda del país después de la capital Bangkok, y la más importante del norte de Tailandia.

Si Manila es una capital sorprendente, Chiang Mai no se queda atrás. Aunque el entorno es mucho más agrícola que aquélla, la diferencia cultural con occidente es aún mayor, pues nunca ha estado dominada por los estados occidentales.

Por otra parte en Tailandia prácticamente todo el mundo es de religión budista (menos del 1% de la población es cristiana), y se nota mucho en la vida cotidiana.

La puerta de entrada al país es el aeropuerto de Bangkok (de los más grandes del mundo) do,nde unas esculturas de gigantes te reciben en el inmenso hall de entradas y salidas, y que es una pequeña parte de todo el aeropuerto.
Gigante de la mitología tailandesa
Haciendo amigos con el gigante...



La misión en esta ciudad consiste en dirigir un centro pastoral donde se reúnen los católicos cada domingo para la misa y un encuentro con ellos al final de la misma para potenciar la convivencia.

Casa típica de la zona
Restaurante de carretera






También se acoge en régimen de internado a varios jóvenes que están estudiando y tienen interés por la religión católica.

La verdad es que tienen un mérito enorme los misioneros que están trabajando en estas tierras pues de entrada el idioma es muy complicado (los niños llegan a dominarlo a los 10 años...) y las costumbres no tienen nada que ver con las nuestras.


Comida típica: plato de arroz al que se le van añadiendo otros sabores
Un ejemplo es la comida. Se come a cualquier hora y donde te pille el hambre pues los restaurantes y los chiringuitos de comidas están abiertos todo el día. Y aunque el arroz se usa siempre, no les gusta el arroz con leche. ¡¡En cambio con las judías pintas hacen dulces y helados!!

Con el Obispo de la ciudad
Con la comunidad














Visitando un templo
Monjes budistas












Una tradición budista que me llamó la atención es la de poner un pequeño templo a la entrada de las casas para tratar bien a los espíritus de las personas que las han habitado y así evitar problemas. Cada día le ponen comida, bebidas, imágenes,...










Hay tiendas especializadas (tipo Leroy Merlin) donde venden una gran variedad según los gustos y las posibilidades de cada familia.

Reunión con un grupo de jóvenes catequistas
Una de las cosas que llama poderosamente la atención es la reserva de elefantes entrenados para hacer mil actividades, la más llamativa ¡pintar cuadros!

Y se lleva las herramientas
Pinta su cuadro












El comercio parece consustancial a los pueblos asiáticos. Muchas personas tienen su tiendecita y viven de lo que van vendiendo.

Tienda de artesanía
Calle de Baan Tawai








Pero la palma se la lleva una aldea llamada Baan Tawai, la ciudad de la artesanía, donde prácticamente todas las calles están dedicadas a la venta de artesanía, con los escaparates a pie de acera.

Monje recaudando donativos
Sala de espera especial








Ser  monje budista tiene muchos privilegios en esta zona (hasta sala de espera reservada en el aeropuerto), pues tienen gran autoridad, sobre todo los ancianos.


Interior de un templo budista
Monje bendiciendo













Otra cosa muy original son los trajes típicos de cada etnia, pues llaman mucho la atención.

Niña de la etnia Mon
Paisano de la etnia Mon
Un centro importante del budismo tailandés es el templo de Doi Suthep, que es muy visitado tanto por turistas como por los propios tailandeses. 



Frente al chedi de Doi Suthep






Impresiona mucho porque el dorado abunda por todas partes y está muy bien cuidado. Data del siglo XIV.

Aprendiendo a usar los palillos
Un poco de arroz azul...
Las frutas secas son muy apreciadas y hay supermercados enteros dedicadas a ellas, ¡a cuál más exótica!

Y aquí acaba el somero relato de la experiencia vivida en tierras asiáticas. Con un gran bagaje de cosas nuevas aprendidas y con ganas de regresar.

Supermercado con todo tipo de frutas secas


La Historia de la Semana