lunes, 24 de diciembre de 2012

No te confundas de estrella

Hay muchas y variadas formas de vivir la Navidad. Lo que comenzó siendo un recuerdo de los acontecimientos que sucedieron en Belén hace 2000 años ha ido tomando diversas manifestaciones según las épocas, las sociedades, la cultura de cada lugar, las vivencias familiares,...

Por eso pienso que es bueno recordar lo fundamental de estos días y no quedarse dando vueltas en lo accesorio. 

Es relativamente fácil despistarse y 'perder el norte' del núcleo esencial de la Navidad, por eso me ha parecido oportuno compartir este texto que lleva por título ¡No te confundas de estrella!

En este texto se hace un repaso de las estrellas que podemos encontrar en nuestro cielo durante estos días, para que encontremos la que de verdad llena nuestro corazón y nos ayuda a vivir la Navidad en su más pleno sentido.

Aquí va, ¡con la esperanza de que no os confundáis de estrella!
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¡No te confundas de estrella!


A los Reyes Magos cada año que pasa les resulta más difícil llegar a Belén. Las estrellas se multiplican y ni los callejeros de antaño ni los GPS de ahora les resuelven el problema… Por eso, este año, piden tu ayuda… 

Pero no te preocupes: tan sólo tienes que escoger la estrella correcta: la estrella que, durante estas navidades, ilumine tu vida y te guíe al lugar donde Dios… sí, sí, has oído bien, Dios se va a hacer hombre, se va a hacer niño, se va a hacer uno de los tuyos… ¿Preparado?... ¡Pues adelante!

Estrella del despilfarro

La verás muy a menudo durante estas fiestas. Cuelga majestuosamente sobre grandes edificios, centros comerciales, tiendas de moda, centros de ocio… invitándote a entrar en su interior. ¡Ojo! Es tal el resplandor que emite que puede producir ceguera… de la vista, del corazón y de la cartera

Estrella de etiqueta

La más elegante, la más glamurosa. Si la sigues, te convertirás en el rey de cotillones, botellones, cenas de empresa, comidas familiares y demás eventos festivos …

Estrella con sobrepeso

Comidas, champagne, mariscos, jamón, solomillo, turrones… No son, ciertamente, las navidades la época ideal para empezar una dieta.

Estrella de las vacaciones

Es la estrella que más se mueve: un crucero, una casa rural, turismo de interior, una excursión organizada,… cualquier destino es bueno para cambiar de aires.


Estrella del regalo fácil

¿Para qué complicarse la vida? La ocasión lo merece: regalos para todos y así quedar bien sin más problemas ni complicaciones ...


Estrella apagada

No te inquietes, ya verás qué pronto la encuentras. Tan sólo tienes que recordar una, dos, cincuenta veces a los seres queridos que no te acompañan, los años que te quedan por pagar la hipoteca, el trabajo que no te gusta o lo mal que marcha el mundo. En definitiva, aprovechar las navidades para amargarte y para amargar a cuantos te rodean.


Estrella del año pasado

Bueno y de hace dos y tres y cuatro y ocho… La misma de siempre, la que te conducirá a repetir lo mismo de todos los años: las mismas fiestas, las mismas visitas, las mismas felicitaciones y, lo que es peor, el mismo ánimo repetitivo, cansino, sin esperanza y sin ilusión.

Estrella del reposo

Apenas se mueve. Del sofá del salón a la cama, de la cama a la silla del comedor, del comedor al bar de la esquina… O lo que es lo mismo, del mando a distancia al MP3, del reproductor a la Wii,… Ya habrá tiempo para estudiar, para trabajar. De momento, reposo, mucho reposo.


Estrella de Belén

No, no la localizarás mirando al cielo. Se encuentra mucho más cerca, a la altura de tu pecho, exactamente en tu corazón y en el corazón de tus hermanos. 

Ah, por cierto, esta estrella también te guiará a grandes fiestas, enormes centros comerciales, entrañables comidas o excelentes cotillones. La gran diferencia respecto a las otras estrellas es que el protagonista es el niño Jesús. 

Si dejas que Él establezca su morada en tu corazón, ya no necesitarás más estrellas: Dios, a partir de entonces, iluminará tu vida y la de tu gente.

La Historia de la Semana

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