martes, 6 de diciembre de 2011

Vida de misionero

Me han enviado recientemente este artículo sobre la vida práctica de un misionero y me ha parecido muy oportuno para compartir, especialmente estos días en que se cumplen siete años del fallecimiento de Fernando Rielo, fundador de los Misioneros Identes, desde donde trabajamos para llevar la fe y el amor de Dios a los que lo precisan y que a día de hoy estamos extendidos por todo el mundo.

Es muy difícil sintetizar en pocas frases la forma de entregar la vida de los misioneros, sobre todo los que se encuentran en países pobres y con estructuras sociales complicadas, pero creo que este texto lo refleja de forma clara, práctica y, además, simpática.

Y sobre todo expresa una idea fundamental: los misioneros se mueven a contracorriente de los valores imperantes en la sociedad de consumo, y a pesar de todo (¿o será precisamente gracias a ello?) se sienten alegres y felices para compartir su vida con los demás y entregarla generosamente. 

¿Se puede pedir más en estos tiempos que corren?

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Vida de Misionero

¿Salario? Ni un céntimo 

¿Comodidades? Pocas

¿Descanso? Muy poco

¿Alimento? Sin caprichos: el de los pobres

¿Trabajo? Duro y a todas horas

¿Disponibilidad? Las 24 horas

¿Viviendas? Discretas

¿Condecoraciones? Excepcionalmente

¿Apariciones en TV? No les interesa

¿Una patria? Ni la que dejas ni en la que trabajas. La del cielo sí 

¿Consuelos? Espirituales 

¿Satisfacciones? Muy grandes

¿Desengaños? Frecuentes

¿Fama? Normalmente anónimos

¿Enfermedades? Siempre a la puerta

¿Seguidores y amigos? Los pobres y los humildes 

¿Ambito de trabajo? El mundo entero

¿Un amigo fiel? Jesús 

¿Muerte violenta? No es descartable

¿Herencias y recompensas?  "El Señor es mi lote y mi heredad, mi suerte está en su mano" 



La Historia de la Semana

3 comentarios:

Irene dijo...

Gracias José María por compartir, lo que es nuestra vida, el crecer siempre de la mano del Padre y llevar a muchos a Él.
Un abrazo gigante desde las hermosas tierras chilenas
Irene

Anónimo dijo...

Hola José María, comparto lo que ha dicho Irene. Me da mucha alegría y orgullo leer los artículos que escribes en relación a nuestra Institución. Realmente es un regalo de Dios.

Madelyn.
Bogotá,Colombia.

María Isabel Gómez Castillo dijo...

Gracias por compartir una realidad que pocos quieren ver de las distorcionadas caras que se le ponde a quienes viven la vida religiosa e incluso a la Iglesia misma.
Un fuerte abrazo.