viernes, 19 de noviembre de 2010

El cuadro de la paz

Mucho se habla de la paz hoy día. Por desgracia hay tantos lugares donde no la conocen que siempre es oportuno recordarla.

Y la primera paz necesaria es la del propio corazón, el sosiego interior que cada uno necesita para afrontar los retos de la vida cotidiana. Una paz que se puede vivir incluso en medio de tormentas y dificultades.

El cuento de esta semana se titula El cuadro de la paz, y trata precisamente de este tema.
 
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El cuadro de la paz
 
Había una vez un rey que ofreció un premio al artista que lograra pintar la mejor representación de la paz. Muchos artistas lo intentaron.

El rey miró todos los cuadros. Pero sólo dos le gustaron realmente, y tenía que escoger entre ellos.

Uno era el de un lago apacible. El lago era un espejo perfecto de las tranquilas montañas que se elevaban a su alrededor. Por encima estaba el cielo azul con blancas nubecitas. Todo el que veía este cuadro pensaba que era una representación perfecta de la paz.


El otro cuadro también tenía montañas, pero éstas eran peladas y escarpadas. Por encima había un furioso cielo, del cual caía la lluvia y donde se veían relámpagos. Por un costado de la montaña caía una cascada espumosa. Esto no tenía un aspecto apacible en absoluto.

Pero cuando el rey lo miró de cerca, vio tras la cascada un pequeño arbusto que crecía en una grieta de la roca. En el arbusto había construido su nido un pajarito. Allí, en medio del rugir del agua, estaba echado el pajarito en su nido; en perfecta paz.

El rey escogió el segundo. Y lo explicó así:

"Paz no significa estar en un lugar donde no hay problemas o trabajo duro. Paz quiere decir estar en medio de todas esas cosas y permanecer calmado en el corazón.

Este es para mí el verdadero significado de la paz".

3 comentarios:

Gerald dijo...

Gracias Jose! Cada siempre, son imagines justas.

Anónimo dijo...

Que sepas que me has alegrado mucho el día. :)

Juan de Dios dijo...

Muchas gracias....es muy interesante...me llena de alegria y paz...